El documento discute el potencial de las herramientas tecnológicas para mejorar el aprendizaje colaborativo. Explica que el correo electrónico, sitios web y otras tecnologías digitales permiten una comunicación constante que puede flexibilizar los modelos tradicionales de enseñanza. También describe cómo el ordenador y programas educativos pueden usarse como herramientas de colaboración en el aula y cómo las redes sociales como los blogs fomentan la participación y discusión entre estudiantes.