El aprendizaje autónomo implica que el estudiante aprende por su cuenta mediante la búsqueda individual de información y la realización de prácticas de forma independiente. Las características clave incluyen la disposición, la responsabilidad, la claridad de objetivos y el conocimiento de los propios estilos de aprendizaje. Las TIC permiten crear ambientes de comunicación interactiva que superan las barreras del tiempo y el espacio.