La arquitectura gótica se caracteriza por plantas de cruz latina con múltiples naves, ábsides y girolas con capillas. Sus principales elementos son los arcos apuntados, bóvedas de crucería, grandes ventanales con vidrieras, contrafuertes y arbotantes para soportar el peso de las bóvedas, y fachadas con torres y rosetones. La escultura gótica se distingue por su expresividad y movimiento en portadas, tímpanos y otras zonas decoradas.