El documento describe la arquitectura asturiana entre los siglos VIII y X. Durante este período, los cristianos en Asturias desarrollaron un estilo único definido por el uso de sillarejo, ladrillo, y decoración escultórica estilizada. La iglesia tipo era una basílica de tres naves con ábsides cuadrados. El período ramirense, bajo el reinado de Ramiro I, fue el apogeo, caracterizado por edificios como Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo.