Todo lo que hagas o digas hoy será usado a favor o en contra tuyo ayer, ahora o mañana. Es decir, la imagen pública que proyectaste en el pasado te perseguirá en el presente, con ineludibles repercusiones en el futuro. Por esto, tener consciencia de la temporalidad de la imagen es un factor estratégico a tener en cuenta en el diseño e implementación de un Plan de Imagen Pública.
Adrián Garrido - Medición de Campañas de Google Ads
Art. 53 Imagen pasada, presente y futura
1. Todo lo que hagas o digas hoy
será usado a favor o en
contra tuyo ayer, ahora o
mañana. Es decir, la imagen
pública que proyectaste en el
pasado te perseguirá en el
presente, con ineludibles
repercusiones en el futuro.
Por esto, tener consciencia
de la temporalidad de la
imagen es un factor
estratégico a tener en cuenta
en el diseño e
implementación de un Plan
de Imagen Pública.
¡Ya sé quién es ella: era la
de...!, ¡tengo idea de ya
haberlo probado!, ¡esos
aparatos no sirven!, ¡en esa
persona no se puede confiar!
Todas estas expresiones y
otras que utilizamos a diario
son el vivo reflejo de la
experiencia que hemos
tenido en la interacción con
personas, cosas, empresas,
acciones, culturas o países
que definitivamente
condicionan nuestra conducta
en el presente, con su
posterior impacto en el largo
plazo, en el futuro.
Una característica de los
abuelos era siempre pensar
en el futuro. Hoy, no me
dejarán mentir que las
dinámicas de vida son más
cortoplacistas, pues estamos
más concentrados en vivir el
presente. Pero las nuevas
generaciones están pensando
más en el desarrollo de
iniciativas que serán de
beneficio en el futuro, para
que la llegada de éste no sea
tan larga.
Como pueden ver, todos
tenemos en mayor o menor
medida una implicación
pasado, presente y futura con
lo que vivimos y
principalmente con lo que
Alex Castillo | Máster en RSE | Lic. en Imagen Pública | Consultor en Imagen Pública | CEO en Agencia IMAGINA
Blog: https://alexcastilloblog.wordpress.com/ | Artículo 53
pensamos; he aquí una de las
mayores complejidades del ser
humano.
Precisamente así es nuestra
percepción, pues la misma está
constituida por elementos
trascendentales que se han
quedado en nuestra memoria
para ser determinantes en las
decisiones que tomemos en el
ahora y que sin lugar a dudas
repercutirán en nuestro yo del
futuro, en nuestra reputación
de largo aliento.
Si bien percibimos en el
presente, lo que captamos lo
contrastamos e interpretamos
trayendo ideas y experiencias
del pasado que impactarán en
las decisiones que tomemos en
el siguiente segundo (corto
plazo), mañana (mediano
plazo) o la otra semana (largo
plazo).
Tener en cuenta esta
atemporalidad de la
percepción, nos ayudará a
diseñar mejor el manejo de
nuestra imagen pública y la de
nuestra empresa, para
implementar acciones que
construyan una percepción
positiva tomando de referencia
las experiencias (pasado), las
vivencias (presente) y las
expectativas (futuro) que se
demandan de nosotros.
Incluso nos ayudará a diseñar
ejes transversales de lo que
somos y hacemos, para que
tengamos una coherencia
entre lo que fuimos, a lo que
le apostamos en el ahora y lo
que esperamos lograr y ser
en el futuro.
Pensar nuestra estrategia de
vida como personas y
empresas es algo
indispensable para no generar
lo que yo llamo “dislocaciones
de imagen”, es decir
reacciones en el presente que
no coinciden con lo que la
gente conoce de nosotros, lo
cual crea contradicciones que
repercutirán innegablemente
en las puertas que se nos
abran y la confianza que se
deposite en nosotros.
Como ven, una imagen o
percepción no tiene tiempo
específico. A lo más que
puede apelarse es a adaptarla
a una coyuntura específica
determinada.
Imagen pasada, presente
y futura