El documento describe el arte prerrománico en Europa después de la caída del Imperio Romano. En los siglos VII al X, los estilos artísticos romano y germánico se fusionaron para crear nuevos estilos prerrománicos en Europa. En particular, el arte prerrománico asturiano en España del siglo VIII al X se caracterizó por iglesias basilicales con cabeceras planas, arcos de medio punto, columnas decoradas y frisos escultóricos en los muros.