Este documento discute los efectos negativos que los videojuegos violentos pueden tener en el comportamiento de los niños y adolescentes. Señala que estos juegos pueden estimular la agresividad y la insensibilización a la violencia. También menciona que los niños que juegan videojuegos violentes con frecuencia tienden a actuar de forma agresiva, mostrar apatía en los estudios y ser poco cooperadores. El documento concluye enfatizando la responsabilidad de los padres en establecer límites sobre el uso de videojue