este documento habla sobre la fisiopatologia del asma y las manifestaciones clinicas mas importante a si mismo como el tratamiento temprano, por lo que ayuda entender de una menera especifica como se puede manifestar el asma y como evitar las diferentes complicaciones, a si tambien evitar los factores de reisgo que lo predesponen
1. 1146 Parte XV ◆ Enfermedades alérgicas
Capítulo 144
Asma en la infancia
Andrew H. Liu, Ronina A. Covar,
Joseph D. Spahn y Scott H. Sicherer
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias
que da lugar a una obstrucción episódica del flujo de aire. Esta inflama-
ción crónica subraya la colapsabilidad que tienen las vías respiratorias,
la hiperreactividad bronquial (HRB), ante estímulos provocadores.
El tratamiento del asma pretende reducir la inflamación de la vía res-
piratoria minimizando la exposición a estímulos ambientales pro
inflamatorios, usando medicamentos antiinflamatorios «controladores»
a diario y controlando trastornos asociados que pueden empeorar el
asma. Una menor inflamación suele llevar a controlarla mejor, con
menos exacerbaciones y menor necesidad de medicamentos «de alivio
rápido». No obstante, todavía se pueden producir exacerbaciones. La
intervención temprana con corticoides sistémicos reduce mucho la
gravedad de tales episodios. Los avances en el tratamiento, y en especial
la farmacoterapia, hacen posible que todos, menos el niño con un asma
difícil, lleven una vida normal.
ETIOLOGÍA
Aunque no se ha determinado la causa del asma infantil, se ha implicado
a una combinación de exposiciones ambientales y predisposiciones
biológicas y génicas inherentes (fig. 144-1). En el anfitrión predispuesto
las respuestas inmunitarias a estas exposiciones frecuentes de la vía res-
piratoria (p. ej., virus respiratorios, alérgenos, humo de tabaco, conta-
minantes atmosféricos) pueden estimular una inflamación prolongada
y patogénica y una reparación aberrante de los tejidos respiratorios
lesionados. Surgen la disfunción pulmonar (HRB, flujo de aire reducido)
y la reestructuración de la vía respiratoria. Estos procesos patogénicos en
el pulmón en crecimiento durante las primeras fases de la vida influyen
de manera adversa en el crecimiento y diferenciación de las vías res-
piratorias, lo que conduce a una alteración de éstas en edades maduras.
Una vez que el asma ha aparecido parece que la exposición inflamatoria
continua la empeora, induciendo la persistencia de la enfermedad y
aumentando el riesgo de exacerbaciones graves.
Genética
Hasta la fecha se han ligado al asma más de 100 locus génicos, aunque
pocos se han ligado de forma reproducible al asma en diferentes cohortes
estudiadas. Las variantes replicadas comprenden locus génicos que
contienen genes proinflamatorios y proalérgicos. Como los marcadores
epigenéticos son hereditarios, son reactivos a exposiciones ambientales y
pueden dar lugar a cambios rápidos y persistentes en la expresión génica,
es concebible que la modificación epigenética de los genes intervenga
en el asma.
Ambiente
Los episodios recidivantes de sibilancias al principio de la infancia se
asocian a virus respiratorios frecuentes, especialmente a los rinovirus
frecuentes del resfriado, y también el virus respiratorio sincitial el virus de
la gripe, el adenovirus, el virus parainfluenza y el metapneumovirus
humano. Esta asociación implica que características del anfitrión que
influyen en las defensas inmunitarias, la inflamación y la extensión de la
lesión en la vía respiratoria producida por virus patógenos ubicuos son
la base de la proclividad a presentar sibilancias recidivantes al principio
de la infancia. Otras exposiciones de la vía respiratoria pueden exacerbar
también su inflamación activa, aumentar la gravedad de la enfermedad
y perpetuar el asma. La exposición a alérgenos en el hogar en los sujetos
sensibilizados puede iniciar la inflamación de las vías respiratorias y
la hipersensibilidad a otros irritantes, y está fuertemente ligada a la
gravedad y la persistencia de la enfermedad. En consecuencia, la elimi-
nación de los alérgenos ofensivos puede resolver los síntomas de asma
y a veces «curarlo». El humo ambiental de tabaco y los contaminantes
del aire frecuentes agravan la inflamación de las vías respiratorias y
aumentan la gravedad del asma. El aire frío y seco, la hiperventilación
debida al ejercicio o el juego y los olores fuertes pueden desencadenar
la broncoconstricción. Aunque muchas exposiciones que desencade
nan y agravan el asma son bien conocidas, las características ambienta
les causales subyacentes al desarrollo de las predisposiciones del anfitrión
a las diferentes exposiciones frecuentes de la vía respiratoria no se han
definido bien.
EPIDEMIOLOGÍA
El asma es una enfermedad crónica común que produce una morbilidad
considerable. En 2011 más de 10 millones de niños (14% de los niños
estadounidenses) habían sido diagnosticados de asma y un 70% de este
grupo refería asma en el momento actual. El sexo masculino y vivir en la
pobreza son factores de riesgo demográficos de asma infantil en EE.UU.
El 15% de los niños comparado con el 13% de las niñas había tenido
asma, y el 18% de todos los niños que vivían en familias pobres (ingresos
inferiores a los 22.500 euros anuales), comparado con el 12% de los niños
que vivían en familias no consideradas pobres, habían tenido asma.
El asma infantil se encuentra entre las causas más frecuentes de visitas
a departamentos de urgencias, hospitalizaciones y absentismo escolar. En
EE.UU., en 2006, el asma infantil supuso 593.000 visitas a departamentos
de urgencias, 155.000 hospitalizaciones y 167 muertes. Una disparidad
en el pronóstico del asma liga las frecuencias altas de hospitalización y
muerte por asma a la pobreza, las minorías étnicas y la vida en las ciuda-
des.Enlosúltimosdosdecenioslosniñosderazanegrahabíantenido2-7ve
ces más visitas a urgencias, hospitalizaciones y muertes como resultado
del asma que los niños que no eran de raza negra. Aunque su prevalencia
Figura 144-1 Etiología y patogenia del asma. Una combinación de
factores ambientales y génicos al principio de la vida modela la forma
en que el sistema inmunitario se desarrolla y responde a exposiciones
ambientales ubicuas. Los microbios respiratorios, los aeroalérgenos y las
toxinas que pueden dañar las vías respiratorias inferiores pueden dirigir el
proceso morboso a los pulmones. Las respuestas inmunitarias aberrantes
y las reparadoras frente a la lesión de la vía respiratoria subyacen a la
enfermedad persistente. HRB, hiperreactividad bronquial; HTA, humo
de tabaco ambiental.
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3. 1148 Parte XV ◆ Enfermedades alérgicas
de tratar: bien controlada con múltiples tratamientos controladores o
múltiples fármacos controladores; 3) exacerbadores: a pesar de estar
bien controlada continúan teniendo exacerbaciones graves, y 4) asma
refractaria: continúa teniendo asma mal controlada a pesar de múltiples
tratamientos controladores y a niveles altos (v. tabla 144-2). Se cree que
diferentes procesos patológicos de las vías respiratorias que producen
inflamación de las mismas, HRB y congestión y bloqueo de la vía res-
piratoria subyacen a estos diferentes tipos de asma.
PATOGENIA
La obstrucción al flujo de aire en el asma es el resultado de numerosos
procesos patológicos. En las vías respiratorias pequeñas el flujo de aire
está regulado por el músculo liso que rodea las luces; la broncocons-
tricción de estas bandas musculares bronquiolares restringe o bloquea
el flujo de aire. Un infiltrado inflamatorio celular y exudado caracteri-
zado por eosinófilos, pero que también incluye otros muchos tipos de
células inflamatorias (neutrófilos, monocitos, linfocitos, mastocitos,
basófilos), puede llenar y obstruir las vías respiratorias, e inducir una
lesión epitelial y su descamación a la luz de las vías respiratorias. Los
linfocitos T cooperadores y otras células inmunitarias que producen
citocinas (interleucina [IL] 4, IL-5, IL-13) y quimiocinas (eotaxina) pro
inflamatoriasyproalérgicasmedianesteprocesoinflamatorio.Lasrespues-
tas inmunitarias patológicas y la inflamación también pueden deberse a
una interrupción de los procesos reguladores normales de la inmunidad
(como los linfocitos T reguladores que producen IL-10 y factor trans-
formador del crecimiento b) que amortiguan la inmunidad efectora
y la inflamación cuando ya no son necesarias. La hipersensibilidad o
sensibilidad a diversas exposiciones o desencadenantes (tabla 144-3)
puede conducir a la inflamación, la HRB, el edema, el engrosamiento de
la membrana basal, el depósito subepitelial de colágeno, la hipertrofia
del músculo liso y de las glándulas mucosas y la hipersecreción de moco,
todos ellos procesos que contribuyen a obstruir el flujo de aire.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Y DIAGNÓSTICO
La tos seca y las sibilancias espiratorias intermitentes son los sínto-
mas crónicos más comunes del asma. Los niños mayores y los adultos
referirán sensación de respiración insuficiente y congestión y opresión
torácicas; los niños pequeños es más probable que presenten dolor to
rácico intermitente no focalizado. Los síntomas respiratorios pueden
empeorar por la noche, asociados al sueño, en especial durante las exa-
cerbaciones prolongadas desencadenadas por infecciones respiratorias
o aeroalérgenos. Los síntomas diurnos, ligados a menudo a actividades
físicas (inducidos por el ejercicio) o al juego, los refieren con mayor
frecuencia los niños. Otros síntomas de asma en los niños pueden ser
sutiles e inespecíficos, como la limitación impuesta por ellos mismos
en las actividades físicas, el cansancio general (posiblemente debido a
trastornos del sueño) y la dificultad para mantener el nivel de los compa-
ñeros en las actividades físicas. Preguntar sobre experiencias previas con
los medicamentos para el asma (broncodilatadores) puede proporcionar
el antecedente de la mejora de los síntomas con el tratamiento que
apoya el diagnóstico de asma. La falta de mejora con el tratamiento
broncodilatador y corticoideo es incompatible con un asma subyacente
y debe llevar a considerar con más fuerza trastornos que simulan el asma.
Los síntomas de asma pueden desencadenarlos numerosos aconteci-
mientos o exposiciones comunes: ejercicio físico e hiperventilación (risa),
el aire seco o frío y los irritantes de la vía respiratoria (v. tabla 144-3). Las
exposiciones que inducen inflamación de la vía respiratoria, como las
infecciones por microorganismos respiratorios frecuentes (rinovirus, vi
rus respiratorio sincitial, metapneumovirus, virus parainfluenza, adeno
virus, Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae) y aeroalérgenos
en niños sensibilizados, también aumentan la HRB a las exposiciones al
aire frío y seco e irritantes. Los antecedentes ambientales son fundamen-
tales para un diagnóstico y tratamiento óptimos del asma (v. cap. 141).
La presencia de factores de riesgo, como el antecedente de otros
trastornos alérgicos (rinitis alérgica, conjuntivitis alérgica, dermatitis
atópica, alergias alimentarias), asma en los padres o síntomas aparte de
los catarros, apoya el diagnóstico de asma. Durante las visitas clínicas
habituales, los niños que la padecen suelen acudir sin signos anormales,
lo que subraya la importancia de la anamnesis médica en el diagnós-
tico del asma. Algunos pueden manifestar una tos seca y persistente. La
exploración del tórax es a menudo normal. Las respiraciones profundas
pueden a veces desencadenar sibilancias indetectables de otra forma. En
la clínica, la resolución rápida (en menos de 10 minutos) o la mejora
convincente de los síntomas y los signos de asma con la administración
de un b-agonista de acción corta (ABAC; p. ej., el salbutamol) apoyan
el diagnóstico de asma.
Durante las exacerbaciones del asma pueden apreciarse las sibilancias
espiratorias y una fase espiratoria prolongada mediante la auscultación.
La reducción de los ruidos respiratorios en alguno de los campos pul-
monares, habitualmente en el lóbulo inferior derecho, es compatible
con una hipoventilación regional causada por una obstrucción de las
vías respiratorias. Pueden escucharse a veces roncus y crepitantes por
la excesiva producción de moco y el exudado inflamatorio de las vías
respiratorias. La combinación de crepitantes segmentarios y ruidos res-
piratorios reducidos puede indicar una atelectasia pulmonar segmentaria
que es difícil de distinguir de la neumonía bronquial y puede complicar
el tratamiento del asma aguda. En las exacerbaciones graves, la mayor
obstrucción de las vías respiratorias hace más laboriosa la respiración y
provoca una insuficiencia respiratoria, que se manifiesta con sibilancias
espiratorias e inspiratorias, prolongación de la espiración, escasa entrada
de aire, retracciones supraesternal e intercostal, aleteo nasal y uso de
músculos respiratorios accesorios. En la última fase el flujo de aire puede
ser tan limitado que no se escuchen sibilancias (tabla 144-4).
Tabla 144-3 |
Desencadenantes del asma
Infecciones víricas frecuentes de la vía respiratoria
Aeroalérgenos en pacientes asmáticos sensibilizados
AEROALÉRGENOS DE INTERIOR
• Epitelio de animales
• Ácaros del polvo
• Cucarachas
• Hongos
AEROALÉRGENOS ESTACIONALES
• Pólenes (árboles, gramíneas, malezas)
• Hongos estacionales
CONTAMINANTES DEL AIRE:
• Humo de tabaco ambiental
• Ozono
• Dióxido de nitrógeno
• Dióxido de azufre
• Partículas
• Humo de quemar madera o carbón
• Micotoxinas
• Endotoxina
• Polvo
OLORES O VAPORES PENETRANTES O NOCIVOS
• Perfumes, lacas
• Limpiadores
EXPOSICIONES OCUPACIONALES
• Exposiciones en granjas y establos
• Formaldehídos, cedro, vapores de pinturas
TRASTORNOS ASOCIADOS
• Rinitis
• Sinusitis
• Reflujo gastroesofágico
FÁRMACOS
• Ácido acetilsalicílico y otros fármacos antiinflamatorios
no esteroideos
• b-Bloqueantes
• Sulfitos
• Tartrazina
OTROS
• Aire frío y seco
• Ejercicio
• Llanto, risa, hiperventilación
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5. 1150 Parte XV ◆ Enfermedades alérgicas
En algunos lugares, la neumonitis por hipersensibilidad (comunidades
granjeras, propietarios de pájaros en casa), las infestaciones pulmona-
res por parásitos (zonas rurales de países en desarrollo) o la tuberculosis
pueden ser causas comunes de tos crónica o sibilancias. Trastornos raros
en la infancia que pueden simular el asma son la bronquitis obliterante,
las enfermedades pulmonares intersticiales, las discinesias ciliares prima-
rias, las inmunodeficiencias humorales, las micosis broncopulmonares
alérgicas, la insuficiencia cardíaca congestiva, las lesiones de tipo masa
dentro de la laringe, la tráquea o los bronquios, o que los comprimen,
y la tos y las sibilancias como efecto adverso de los medicamentos. Las
enfermedades pulmonares crónicas producen acropaquias, aunque son
muy inusuales en el asma infantil.
PRUEBAS DE LABORATORIO
Las pruebas de función pulmonar pueden ayudar a confirmar el diagnós-
tico de asma y determinar la gravedad de la enfermedad.
Pruebas de función pulmonar
Las medidas del flujo espiratorio forzado son útiles para diagnosticar
y vigilar el asma y para evaluar la eficacia del tratamiento. Las pruebas
de la función pulmonar son particularmente útiles en niños con asma
que perciben mal la obstrucción al flujo aéreo o cuando no aparecen los
signos físicos de alarma hasta que la obstrucción es grave.
Muchas directrices sobre el asma favorecen las medidas espiromé-
tricas del flujo aéreo y los volúmenes pulmonares durante las manio-
bras de espiración forzada como modelos de evaluación del asma. La
espirometría es una medida objetiva útil de la limitación del flujo aéreo
(fig. 144-2). La espirometría es una herramienta de evaluación esencial
en los niños con riesgo de sufrir exacerbaciones de asma y en aquellos
que perciben mal los síntomas del asma. Es necesario personal entrenado
para realizar e interpretar los resultados de las pruebas espirométricas.
Las medidas espirométricas válidas dependen de la capacidad de un
paciente de realizar de forma adecuada una maniobra de espiración for-
zada, completa y reproducible, habitualmente factible en niños 6 años
(con algunas excepciones más jóvenes). Los esfuerzos espirométricos
reproducibles son un indicador de la validez de la prueba; por ejemplo,
el VEMS (volumen espiratorio máximo en un segundo) debe ser repro-
ducible y no variar más de un 5% en tres medidas, y elegir el esfuerzo
con el VEMS más alto de los tres. Este uso estándar del mayor de 3 es
fuerzos reproducibles es indicativo de la dependencia del esfuerzo de
las pruebas espirométricas fiables.
En el asma el bloqueo de la vía respiratoria reduce el flujo de aire con
la espiración forzada (v. fig. 144-2). Como los pacientes asmáticos suelen
tener hiperinsuflación pulmonar, el VEMS puede simplemente ajustarse
al volumen pulmonar espiratorio completo, la capacidad vital forzada
(CVF), mediante el cociente VEMS/CVF. Un cociente VEMS/CVF 0,80
suele indicar una obstrucción significativa al flujo de aire (tabla 144-7).
Se han determinado valores normales del VEMS en los niños que se
basan en la altura, el género y la etnia. El VEMS anormalmente bajo
en forma de porcentaje de las normas predichas es 1 de los 6 criterios
usados para determinar la gravedad y el control del asma en las guías
sobre el tratamiento del asma patrocinadas por los National Institutes of
Health (NIH) estadounidenses y la Global Initiative for Asthma (GINA).
Tabla 144-7
|
Anomalías de la función pulmonar
en el asma
Espirometría (en clínica):
• Limitación del flujo de aire:
• VEMS bajo (respecto al porcentaje de las normas predichas)
• Relación VEMS:CVF 0,8
Respuesta al broncodilatador (a b-agonista inhalado):
• Mejora del VEMS ≥12% y ≥200 ml*
Provocación con ejercicio:
• Empeoramiento del VEMS ≥15%*
Vigilancia diaria del flujo máximo diario o del VEMS:
variación día a día o de mañana a tarde ≥20%*
*CVF, capacidad vital forzada, VEMS, volumen espiratorio máximo
en un segundo.
Tabla 144-6
|
Similitudes y diferencias entre la disfunción
de cuerdas vocales y el asma
DISFUNCIÓN
DE CUERDAS VOCALES ASMA
Extratorácica Intratorácica
Hipoxemia infrecuente (¿nunca?) + Hipoxemia
Sin hipercapnia/acidosis + Hipercapnia/acidosis
Espirometría espiratoria normal Reducción de flujos espiratorios
Asa inspiratoria anómala
(en algunos)
Asa inspiratoria normal
Comienzo/detención abruptos;
pocos síntomas entre episodios
Síntomas persistentes
Visitas frecuentes a departamento
de urgencias o consulta
Visitas frecuentes a departamento
de urgencias o consulta
Múltiples medicamentos Múltiples medicamentos
De Noyes BE, Kemp JS: Vocal cord dysfunction in children. Paediat Respir Rev
8:155-163, 2007 (tabla 2, pág. 159).
Tabla 144-5 |
Diagnóstico diferencial del asma infantil
TRASTORNOS RESPIRATORIOS DE LA VÍA SUPERIOR
Rinitis alérgica*
Rinitis crónica*
Sinusitis*
Hipertrofia de adenoides o amígdalas
Cuerpo extraño en la nariz
TRASTORNOS RESPIRATORIOS DE LA VÍA MEDIA
Laringotraqueobroncomalacia*
Laringotraqueobronquitis (p. ej., tos ferina)*
Membranas, quistes o estenosis laríngeas
Obstrucción laríngea inducida por el ejercicio
Disfunción de cuerdas vocales*
Parálisis de cuerdas vocales
Fístula traqueoesofágica
Anillo vascular, cabestrillo vascular o masa externa que comprimen
la vía respiratoria (p. ej., tumor)
Aspiración de cuerpo extraño*
Bronquitis crónica por exposición al humo de tabaco ambiental*
Inhalación de sustancias tóxicas
TRASTORNOS RESPIRATORIOS DE LA VÍA INFERIOR
Displasia broncopulmonar (enfermedad pulmonar crónica de niños
prematuros)
Bronquiolitis vírica*
Reflujo gastroesofágico*
Causas de bronquiectasias:
Fibrosis quística
Inmunodeficiencia
Micosis broncopulmonares alérgicas (p. ej., aspergilosis)
Aspiración crónica
Síndrome del cilio inmóvil, discinesia ciliar primaria
Bronquiolitis obliterante
Enfermedades pulmonares intersticiales
Neumonitis por hipersensibilidad
Eosinofilia pulmonar, vasculitis de Churg-Strauss
Hemosiderosis pulmonar
Tuberculosis
Neumonía
Edema pulmonar (p. ej., insuficiencia cardíaca congestiva)
Medicamentos asociados a tos crónica:
Inhibidores de la acetilcolinesterasa
Antagonistas b-adrenérgicos
Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina
*Imitadores más frecuentes del asma.
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7. 1152 Parte XV ◆ Enfermedades alérgicas
campos pulmonares hiperlúcidos en la bronquiolitis obliterante) y de
las complicaciones de las exacerbaciones del asma (atelectasias, neumo
mediastino, neumotórax). Algunas anomalías pulmonares pueden
apreciarse mejor con la TC torácica de sección fina y resolución alta.
Las bronquiectasias son a menudo difíciles de apreciar en la radiografía
de tórax, pero se ven claramente en la TC y señalan a un simulador del
asma como la fibrosis quística, las micosis broncopulmonares alérgicas
(aspergilosis), las discinesias ciliares o las inmunodeficiencias.
Otras pruebas, como las de alergia para evaluar la sensibilización a
aeroalérgenos, ayudan al tratamiento y pronóstico del asma. En un estu-
dio estadounidense exhaustivo de niños asmáticos de 5-12 años (Child-
hood Asthma Management Program [CAMP]), el 88% de los sujetos
tenía sensibilización a aeroalérgenos mediante la prueba intraepidérmica.
TRATAMIENTO
El National Asthma Education and Prevention Program’s Expert Panel
Report 3 (EPR3): Guidelines for the Diagnosis and Management of Asthma
2007 patrocinado por los NIH está disponible en Internet (http://www.
nhlbi.nih.gov/health-pro/guidelines/current/asthma-guidelines/full-
report.) De forma análoga, las guías de la Global Strategy for Asthma
Management and Prevention, GINA 2012, están disponibles en Internet
(www.ginaasthma.org). Se especifican los componentes clave del trata-
miento óptimo del asma (fig. 144-5). El tratamiento del asma debe tener
los siguientes componentes: 1) evaluación y monitorización de la actividad
de la enfermedad, 2) educación con el fin de reforzar el conocimiento y
habilidades de la familia del paciente para administrarse el tratamiento,
3) identificación y tratamiento de los factores precipitantes y de los tras-
tornos asociados que empeoran el asma y 4) selección adecuada de los
medicamentos para cubrir las necesidades del paciente. El objetivo a largo
plazo del tratamiento del asma es conseguir un control óptimo de ésta.
Componente 1: evaluación y vigilancia
periódicas
La evaluación y vigilancia periódicas se basan en los conceptos de la gra-
vedad del asma, su control y la respuesta al tratamiento. La gravedad del
asma es la intensidad intrínseca de la enfermedad, y la evaluación suele
ser más precisa en los pacientes que no reciben tratamiento controlador.
Por ello, la evaluación de la gravedad del asma dirige el primer escalón
terapéutico. Las dos categorías generales son el asma intermitente
y el asma persistente, y esta última se subdivide en leve, moderada y
grave. Por el contrario, el control del asma se refiere al grado en el que
se minimizan los síntomas, el deterioro funcional continuo y el riesgo de
episodios adversos, y en el que se cumplen los objetivos terapéuticos. En
los niños que reciben tratamiento controlador es importante evaluar el
control del asma para ajustar el tratamiento y se divide en tres escalones:
bien controlada, no bien controlada y muy poco controlada. La res-
puesta al tratamiento es la facilidad o dificultad con la que se consigue
controlar el asma con el tratamiento.
La clasificación de la gravedad y el control del asma se basa en los
dominios del deterioro y del riesgo. Estos dominios pueden no corre-
lacionarse entre sí y responder de modo diferente al tratamiento. En
algunos niños con asma el deterioro día a día está bien controlado,
pero sigue habiendo riesgo de exacerbación grave. Las directrices de
los NIH tienen criterios distintos para la evaluación de la gravedad
(tabla 144-8) y el control (tabla 144-9) en tres grupos de edad infantiles
(0-4 años, 5-11 años y ≥12 años). El escalón de gravedad o control del
asma se basa en el deterioro o categoría de riesgo más acentuados. Al
evaluar la gravedad del asma, el deterioro consiste en una evaluación de
la frecuencia reciente de los síntomas del paciente (diurnos y nocturnos
con diferencias sutiles en los puntos de corte numéricos entre los tres
grupos de edad), el uso de ABAC para el alivio rápido, la capacidad de
participar en actividades normales o deseadas y la reducción del flujo
aéreo, lo que se evalúa con la espirometría en los niños de 5 años y
mayores. El riesgo se refiere a la probabilidad de sufrir exacerbaciones
asmáticas graves. Hay que señalar que, sin síntomas frecuentes, debe
considerarse el asma persistente, y por tanto debe iniciarse el tratamiento
controlador a largo plazo en los lactantes o los niños que tienen factores
de riesgo de asma (v. antes), si ha habido 4 o más episodios de sibilancias
en el último año que duraran más de 1 día y afectaran al sueño, o 2 o
más exacerbaciones en 6 meses que precisaran corticoides sistémicos.
El tratamiento del asma puede optimizarse mediante visitas clínicas
periódicas cada 2-6 semanas hasta que se consiga controlarla bien. En
los niños que ya reciben tratamiento farmacológico controlado el tra-
tamiento se ajusta al grado de nivel del niño. Las directrices de los NIH
proporcionan tablas para evaluar el control del asma en los 3 grupos
de edad (v. tabla 144-9). La evaluación del control del asma, como la
evaluación de la gravedad, abarca una valoración de la frecuencia de los
síntomas del paciente (diarios y nocturnos), la necesidad de ABAC para
el alivio rápido, la capacidad de participar en las actividades normales o
deseadas y, en los niños mayores, las medidas del flujo aéreo. También
se aconseja, con respecto a la evaluación del riesgo y junto a la gravedad
y frecuencia de las exacerbaciones que requieren corticoides sistémicos,
seguir el crecimiento pulmonar en los niños mayores y vigilar la aparición
de efectos adversos farmacológicos. Como ya se ha mencionado, el gra-
do de deterioro y el riesgo se usan para determinar el grado de control del
asma del paciente como bien controlada, no bien controlada o muy poco
controlada. Los niños con asma bien controlada tienen síntomas diarios
≤2 días/semana y necesidad de broncodilatador de rescate ≤2 días/
semana; un VEMS 80% del predicho (y un cociente VEMS/CVF
Figura 144-3 Un ejemplo del papel de la vigilancia del flujo máximo
en el asma infantil. A, FEM realizados y registrados dos veces al día,
por la mañana (AM) y por la tarde (PM), a lo largo de 1 mes en un niño
asmático. El «mejor valor personal» de FEM del niño es de 220 l/minuto;
por tanto, la zona verde (80-100% del mejor) es de 175-220 l/minuto; la
zona amarilla (50-80%) es de 110-175 l/minuto, y la zona roja (50%)
es 110 l/minuto. Obsérvese que los FEM PM de este niño están casi
siempre en la zona verde, mientras que los FEM AM suelen estar en las
zonas amarilla o roja. Este patrón ilustra la típica variación diurna AM-PM
del asma mal controlada. B, FEM tomados dos veces al día, por la
mañana (AM) y por la tarde (PM), a lo largo de 1 mes en un niño enfermo
que presentó una exacerbación asmática provocada por una infección
respiratoria vírica. Obsérvese que los valores de FEM del niño estaban
al principio en la zona verde. Una infección respiratoria vírica empeoró
el asma, con una reducción del FEM hacia la zona amarilla que continuó
empeorando hasta que el FEM llegó a la zona roja. En este punto se
administró un ciclo de 4 días de prednisona, seguido de una mejora del
FEM, que vuelve a la zona verde.
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9. 1154 Parte XV ◆ Enfermedades alérgicas
riesgos respecto a sus beneficios, es esencial para conseguir un cum-
plimiento prolongado de la farmacoterapia del asma y de las medidas
de control ambiental.
A los niños afectados y sus familias, en particular los pacientes con
asma persistente moderada o grave o mal controlada y los pacientes que
tienen exacerbaciones graves, les resulta beneficioso un plan terapéutico
escrito del asma. Este plan tiene 2 componentes principales: 1) un plan
terapéutico «habitual» diario que describa el uso periódico de los medi-
camentos para el asma y otras medidas para mantenerla controlada
y 2) un plan de acción para tratar el empeoramiento del asma que des-
criba los indicadores de las exacerbaciones inminentes e identifique qué
medicamentos tomar y cuándo y cómo contactar con el médico habitual
u obtener asistencia médica urgente.
Se recomiendan las visitas de seguimiento periódicas para ayudar a
mantener un control óptimo del asma. Además de determinar el grado
de control de la enfermedad y revisar los planes terapéuticos diarios
y de las exacerbaciones, las visitas de seguimiento son importantes
como oportunidades educativas para alentar la comunicación abierta de
aspectos preocupantes respecto a las recomendaciones terapéuticas del
asma (p. ej., la administración diaria de medicamentos controladores).
Es importante reevaluar la comprensión por parte del paciente y sus
padres del papel de los diferentes medicamentos en el tratamiento y
Tabla 144-8
|
Evaluación de la gravedad del asma e inicio del tratamiento en los pacientes que no tomen en la actualidad
medicamentos controladores a largo plazo*
CLASIFICACIÓN DE LA GRAVEDAD DEL ASMA
PERSISTENTE
Intermitente Leve Moderada Grave
COMPONENTES DE LA GRAVEDAD
Deterioro
Síntomas diurnos ≤2 días/semana 2 días/semana pero no
diarios
Diarios A lo largo de todo el día
Despertares nocturnos:
Edad 0-4 años 0 1-2 × /mes 3-4 × /mes 1 × /semana
Edad ≥5 años ≤2 × /mes 3-4 × /mes 1 × /semana pero
no nocturnos
A menudo 7 × /semana
b2-Agonista de acción corta para
los síntomas (no para prevención
de broncoespasmo inducido
por ejercicio)
≤2 días/semana 2 días/semana pero
no diario, y no más
de 1× cualquier día
Diario Varias veces al día
Interferencia con actividad normal Ninguna Limitación leve Alguna limitación Limitación extrema
Función pulmonar:
% de VEMS predicho,
edad ≥5 años
VEMS normal entre
exacerbaciones
80% del predicho
≥80% del predicho 60-80% del predicho 60% del predicho
Cociente VEMS/CVF†
:
Edad 5-11 años 85% 80% 75-80% 75%
Edad ≥12 años Normal Normal 5% reducido 5% reducido
Riesgo
Exacerbaciones que precisan
corticoides sistémicos:
Edad 0-4 años 0-1/año (v. notas) ≥2 exacerbaciones en 6 meses que requieren corticoides sistémicos o
≥4 episodios de sibilancias/año de 1 día y factores de riesgo de asma persistente
Edad ≥5 años 0-1/año (v. notas) ≥2/año (v. notas) ≥2/año (v. notas) ≥2/año (v. notas)
Considerar la gravedad y el intervalo desde las últimas exacerbaciones
La frecuencia y la gravedad pueden fluctuar con el tiempo en los pacientes de cualquier categoría de gravedad
El riesgo anual relativo de exacerbaciones puede relacionarse con el VEMS
PASO RECOMENDADO PARA EL TRATAMIENTO INICIAL
Todas las edades Paso 1 Paso 2
Edad 0-4 años Paso 3 Paso 3
Edad 5-11 años Paso 3, opción de dosis
media de CI
Paso 3, opción de dosis
media de CI
o
Paso 4
Edad ≥12 años Considerar un ciclo corto
de corticoides sistémicos
Considerar un ciclo corto
de corticoides sistémicos
En 2-6 semanas evaluar el grado de control del asma conseguido y ajustar en función de ello el
tratamiento. Si no se ha observado un beneficio claro en 4-6 semanas considerar ajustar el tratamiento
o diagnósticos alternativos
*Notas:
• El abordaje escalonado pretende ayudar, no reemplazar, a la toma de decisiones clínicas necesaria para satisfacer las necesidades individuales del paciente.
• El nivel de gravedad se determina mediante el deterioro y el riesgo. Evaluar el dominio deterioro a través del recuerdo del paciente o cuidados de lo ocurrido
las 2-4 semanas previas. La evaluación de los síntomas durante períodos largos debe reflejar una evaluación global, como la pregunta sobre si el asma del paciente
ha mejorado o empeorado desde la última visita. Asignar la gravedad a la categoría de mayor gravedad en la que aparezca alguna de las características.
• En la actualidad no hay datos adecuados que relacionen las frecuencias de exacerbaciones con los diferentes niveles de gravedad del asma. Para el tratamiento,
los pacientes que tengan ≥2 exacerbaciones que precisen corticoides sistémicos orales en los últimos 6 meses, o ≥4 episodios de sibilancias en el último año,
y que tengan factores de riesgo de asma persistente deben considerarse igual que los pacientes con asma persistente, incluso sin los niveles de deterioro
compatibles con el asma persistente.
†
VEMS/CVF normal: 8-19 años, 85%; 20-39 años, 80%.
Adaptada del National Asthma Education and Prevention Program: Expert Panel Report 3 (EPR 3): Guidelines for the diagnosis and management of asthma—
summary report 2007, J Allergy Clin Immunol 120(Suppl):S94-S138, 2007.
CI, corticoides inhalados; CVF, capacidad vital forzada; VEMS, volumen espiratorio máximo en un segundo
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11. 1156 Parte XV ◆ Enfermedades alérgicas
control del asma, y su técnica en el uso de los medicamentos inhalados, y
puede ayudar a guiar la educación con el fin de mejorar el cumplimiento
de un plan terapéutico que podría no haberse realizado de la forma
adecuada u oportuna.
CUMPLIMIENTO
El asma es un trastorno crónico que suele tratarse mejor con medicamen-
tos de administración diaria. No obstante, los síntomas van y vienen, las
exacerbaciones graves son infrecuentes y cuando el asma es asintomática
la tendencia natural es reducir o suspender los tratamientos controladores
diarios. Como tal, el cumplimiento de un régimen controlador diario
suele ser subóptimo; los corticoides inhalados (CI) se infrautilizan en el
60% de las ocasiones. En un estudio, los niños que precisaron un ciclo
de corticoides orales por una exacerbación asmática habían usado sus CI
controladores diarios un 15% de las veces. Las ideas equivocadas sobre el
tiempo de inicio, la eficacia y la seguridad de los medicamentos contro-
ladores subyacen al mal cumplimiento, y pueden abordarse preguntando
sobre los aspectos preocupantes en todas las visitas.
Componente 3: control de los factores
que contribuyen a la gravedad del asma
Los factores controlables que pueden empeorar el asma pueden agrupar-
se en general en 1) exposiciones ambientales y 2) trastornos asociados
(tabla 144-11).
Eliminación y reducción de exposiciones ambientales
problemáticas
La mayoría de los niños con asma tiene un componente alérgico de su
enfermedad; deben investigarse y minimizarse las exposiciones a los
alérgenos en los pacientes asmáticos sensibilizados. La anamnesis debe
abordar posibles desencadenantes alergénicos (v. antes), pero a menudo
los pacientes tienen síntomas crónicos y no pueden identificar posibles
desencadenantes. Por tanto, deben considerarse las pruebas alérgicas
en al menos aquéllos con asma persistente. En los pacientes asmáticos
sensibilizados que son alérgicos a alérgenos perennes en sus casas elimi-
narlos o reducirlos puede disminuir los síntomas del asma, la necesidad
de medicamentos, la HRB, las exacerbaciones graves y la persistencia de
la enfermedad. Las exposiciones a alérgenos perennes frecuentes lo son a
animales con pelo o plumas como las mascotas (gatos, perros, roedores,
pájaros) o las plagas (ratones, ratas) y alérgenos de interior ocultos como
los ácaros del polvo, las cucarachas y los hongos. Aunque algunos niños
sensibilizados pueden comunicar un aumento de los síntomas de asma al
exponerse a la fuente de alérgenos, la mejora provocada por la evitación
de éstos podría no aparecer sin un período mantenido de días a semanas
alejado del alérgeno causal. El tabaco, el humo de madera y carbón, el
polvo, los olores penetrantes y los contaminantes atmosféricos nocivos
pueden agravar el asma. Estos irritantes de las vías respiratorias deben
reducirse o eliminarse de las casas y automóviles usados por los niños
afectados. Las aulas escolares y las guarderías también son lugares de
exposiciones ambientales que empeoran el asma. La eliminación o mini-
mización de estas exposiciones (p. ej., mascotas con pelo o plumas en
las aulas de niños sensibilizados con asma) puede reducir los síntomas,
la gravedad de la enfermedad y la cantidad de medicamentos necesarios
para conseguir un buen control del asma. La vacuna anual de la gripe se
continúa recomendando en todos los niños con asma, aunque la gripe
no es responsable de la gran mayoría de las exacerbaciones del asma
inducidas por virus que experimentan los niños.
La enfermedad respiratoria exacerbada por ácido acetilsalicílico,
antes llamada asma inducida por ácido acetilsalicílico, se asocia tam-
bién a la rinitis eosinofílica crónica y a la poliposis nasal. Se cree que la
inhibición de la ciclooxigenasa con ácido acetilsalicílico y otros anti
inflamatorios no esteroideos (incluidos los inhibidores de la ciclooxigenasa
[COX] 2) es el principal mecanismo que conduce a las exacerbaciones de
la enfermedad, predominantemente en pacientes con asma persistente
moderada a grave. El paracetamol, un inhibidor débil de la COX-1, es
seguro en dosis bajas, pero puede producir síntomas con dosis altas.
La incidencia está entre el 5% y el 10% de adolescentes con asma; es
infrecuente en niños 10 años. Tras la ingestión del fármaco los sínto-
mas pueden aparecer entre 30 y 120 minutos y son la rinorrea profusa,
la congestión nasal y el lagrimeo, acompañados de broncoespasmo.
El espasmo de las cuerdas vocales y una reacción de tipo anafiláctico
son complicaciones infrecuentes. El ácido acetilsalicílico y fármacos
relacionados deben evitarse en estos pacientes; un abordaje alternativo es
una desensibilización al ácido acetilsalicílico realizada por un alergólogo.
Tratamiento de trastornos asociados
La rinitis, la sinusitis y el RGE acompañan a menudo al asma y empeoran
la gravedad de la enfermedad. También pueden imitar los síntomas del
asma y llevar a clasificar mal la gravedad y el control de la misma. De
hecho, estos trastornos con el asma constituyen las causas más frecuentes
de tos crónica. El tratamiento eficaz de estos trastornos asociados puede
mejorar a menudo los síntomas del asma y la gravedad de la enfermedad,
de manera que sean necesarios menos medicamentos para controlarla.
El RGE se observa en el 43% de los niños con asma persistente. El
RGE puede empeorar el asma a través de dos mecanismos: 1) aspiración
de reflujo del contenido gástrico (microaspiración o macroaspiración)
y 2) broncoespasmo reflejo mediado por el vago. El RGE oculto debe
sospecharse en los sujetos con asma difícil de controlar, en especial
en los pacientes con síntomas prominentes de asma mientras comen
Tabla 144-11
|
Control de factores que contribuyen
a la gravedad del asma
ELIMINACIÓN O REDUCCIÓN DE EXPOSICIONES AMBIENTALES:
Eliminación o reducción de humo de tabaco ambiental en casa y
automóviles
Eliminación o reducción de exposición a alérgenos en pacientes
asmáticos sensibilizados:
• Epitelios de animales: mascotas (gatos, perros, roedores, pájaros)
• Plagas (ratones, ratas)
• Ácaros del polvo
• Cucarachas
• Hongos
Otros irritantes de la vía respiratoria:
• Humo de quemar madera o carbón
• Olores químicos penetrantes y perfumes (p. ej., limpiadores
del hogar)
• Polvos
TRATAMIENTO DE TRASTORNOS ASOCIADOS:
• Rinitis
• Sinusitis
• Reflujo gastroesofágico
Tabla 144-10
|
Elementos clave de las visitas clínicas
productivas en el asma
Especificar los objetivos del tratamiento del asma
Explicar los hechos básicos respecto al asma:
• Contrastar vías respiratorias normales con las del asmático
• Ligar la inflamación de las vías respiratorias, la «contractilidad»
y la broncoconstricción
• Medicamentos de control a largo plazo y de alivio rápido
• Abordar las preocupaciones sobre posibles efectos adversos
de la farmacoterapia del asma
Educar, demostrar y hacer que el paciente muestre la técnica
adecuada de:
• Uso de medicamentos inhalados (del espaciador con inhalador
con válvula dosificadora)
• Determinaciones del flujo máximo
Investigar y tratar los factores que contribuyan a la gravedad
del asma:
• Exposiciones ambientales
• Trastornos asociados
Crear plan terapéutico del asma en dos partes por escrito:
• Tratamiento diario
• Plan de acción para las exacerbaciones del asma
Visitas de seguimiento periódicas:
• Dos veces al año (más a menudo si no está bien controlada)
• Vigilar la función pulmonar una vez al año
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13. 1158 Parte XV ◆ Enfermedades alérgicas
Tabla 144-12 |
Abordaje escalonado del tratamiento del asma en los niños*
EDAD TRATAMIENTO†
ASMA
INTERMITENTE ASMA PERSISTENTE: MEDICAMENTOS DIARIOS
Paso 1 Paso 2 Paso 3 Paso 4 Paso 5 Paso 6
0-4 años Preferido ABAC a demanda Dosis bajas de CI Dosis medias de CI Dosis medias de
CI + ABAL
o
ARLT
Dosis altas de
CI + ABAL
o
ARLT
Dosis altas de
CI + ABAL
o
ARLT
y
Corticoides
orales
Alternativo Cromoglicato o
montelukast
5-11 años Preferido ABAC a demanda Dosis bajas de CI Dosis bajas de
CI ± ABAL, ARLT
o teofilina
o
Dosis medias de CI
Dosis medias de
CI + ABAL
Dosis altas de
CI + ABAL
Dosis altas de
CI + ABAL
y
Corticoides
orales
Alternativo Cromoglicato,
ARLT,
nedocromilo o
teofilina
Dosis medias de
CI + ARLT
o teofilina
Dosis altas de
CI + ARLT
o teofilina
Dosis altas de
CI + ARLT
o teofilina y
Corticoides
orales
≥12 años Preferido ABAC a demanda Dosis bajas de CI Dosis bajas de
CI + ABAL
o
Dosis medias de CI
Dosis medias de
CI + ABAL
Dosis altas de
CI + ABAL
y
Considerar
omalizumab
para pacientes
con alergias
Dosis altas de
CI + ABAL +
corticoides
orales
y
Considerar
omalizumab
para pacientes
con alergias
Alternativo Cromoglicato,
ARLT,
nedocromilo o
teofilina
Dosis bajas de
CI + ARLT,
teofilina
o zileutón
Dosis medias
de CI + ARLT,
teofilina o
zileutón
En todos los pasos: educación del paciente, control ambiental y tratamiento de trastornos asociados
Edad ≥5 años: pasos 2-4: considerar inmunoterapia subcutánea con alérgeno en los pacientes que tienen asma alérgica
MEDICAMENTOS DE ALIVIO RÁPIDO EN TODOS LOS PACIENTES
ABAC cuando sea necesario para los síntomas. La intensidad del tratamiento depende de la intensidad de los síntomas:
hasta 3 tratamientos a intervalos de 20 minutos cuando sea necesario
Puede ser necesario un ciclo corto de corticoides sistémicos
Precaución: el uso de ABAC 2 días/semana para el alivio de los síntomas (no la prevención del broncoespasmo inducido
por el ejercicio) indica generalmente un control inadecuado y la necesidad de subir un paso en el tratamiento
Para edades 0-4 años: con infección respiratoria vírica: ABAC cada 4-6 horas hasta 24 horas (más con consulta con el médico).
Considerar ciclo corto de corticoides sistémicos si la exacerbación es grave o el paciente tiene antecedentes de exacerbaciones
graves anteriores
*Notas:
• El abordaje escalonado pretende ayudar, no reemplazar, a la toma de decisiones clínicas necesaria para satisfacer las necesidades individuales del paciente.
• Si se usa un tratamiento alternativo y la respuesta es inadecuada suspenderlo y usar el tratamiento preferido antes de subir un paso.
• Si no se observa un beneficio claro en 4-6 semanas y la técnica de administración del medicamento y el cumplimiento por parte del paciente o la familia
son satisfactorios considerar ajustar el tratamiento o diagnósticos alternativos.
• Los estudios realizados en niños de 0-4 años son limitados. El abordaje escalonado pretende ayudar, no reemplazar, a la toma de decisiones clínicas necesaria
para satisfacer las necesidades individuales del paciente.
• Los médicos que administren inmunoterapia u omalizumab deben estar preparados y equipados para identificar y tratar la anafilaxia que pueda presentarse.
• La teofilina es una alternativa menos deseable por la necesidad de vigilar las concentraciones séricas.
• El zileutón es una alternativa menos deseable por los estudios limitados existentes de este fármaco como tratamiento complementario y la necesidad de vigilar
la función hepática.
†
Se usa el orden alfabético cuando se enumera más de una opción terapéutica en el tratamiento preferido o alternativo.
Adaptada del National Asthma Education and Prevention Program: Expert Panel Report 3 (EPR 3): Guidelines for the diagnosis and management of asthma—
summary report 2007, J Allergy Clin Immunol 120(Suppl):S94-S138, 2007.
ABAC, b2-agonistas de acción corta inhalados; ABAL, b2-agonistas de acción larga inhalados; ARLT, antagonista del receptor de los leucotrienos; CI, corticoides
inhalados.
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15. 1160 Parte XV ◆ Enfermedades alérgicas
al asma. Puede conseguir todos los objetivos del tratamiento de esta
enfermedad y, debido a ello, se ve como un tratamiento de primera línea
para el asma persistente.
En la actualidad disponemos de 6 CI aprobados por la FDA y las guías
de los NIH ofrecen una clasificación por equivalencias (v. tabla 144-14),
aunque carecemos de comparaciones directas de eficacia y seguridad
en los niños. Los CI están disponibles en MDI (metered-dose inhalers,
o inhaladores con válvula dosificadora), DPI (dry powder inhalers, o
inhaladores de polvo) o suspensión para nebulización. El propionato
de fluticasona, el furoato de mometasona, la ciclesónida y, en menor
medida, la budesónida se consideran CI de «segunda generación» en el
sentido de que tienen mayor potencia antiinflamatoria y menor biodis-
ponibilidad sistémica para provocar posibles efectos adversos, debido
a un extenso metabolismo hepático del primer paso. La selección de
la dosis inicial de CI se basa en la determinación de la gravedad de la
enfermedad. Una fracción de la dosis inicial de CI es suficiente a menudo
para mantener un buen control después de que éste se ha conseguido.
Aunque el tratamiento con CI se ha usado ampliamente en los adultos
con asma persistente, su aplicación en los niños se ha retrasado debido
a que preocupaban los posibles efectos adversos derivados de su uso
continuo. Los efectos clínicos adversos que aparecen durante los tra-
tamientos continuos con corticoides sistémicos no se han visto o sólo
muy raramente en los niños que reciben CI en las dosis recomendadas.
El riesgo de efectos adversos por tratamiento con CI se relaciona con
la dosis y frecuencia con la que se administran éstos (tabla 144-15).
Las dosis altas (≥1.000 mg/día en niños) y la administración frecuente
(4 veces/día) tienen más probabilidades de producir efectos adversos
sistémicos. Los niños que se mantienen con dosis altas de CI también
tienen más posibilidades de necesitar ciclos de corticoides sistémicos
para las exacerbaciones del asma, lo que aumenta el riesgo de efectos
adversos derivados de ellos.
Los efectos adversos de los CI que más se encuentran son locales:
candidiasis oral y disfonía (voz ronca). La candidiasis se debe a una
irritación mucosa inducida por el propelente y una inmunosupresión
local. La disfonía se debe a una miopatía de cuerdas vocales. Estos
efectos dependen de la dosis y son más comunes en sujetos que reciben
dosis altas de CI o tratamiento corticoideo oral. La incidencia de estos
efectos adversos puede minimizarse mucho usando un espaciador de
CI con MDI, porque los espaciadores reducen el depósito orofaríngeo
del fármaco y del propelente. También se recomienda el enjuague bucal
con la técnica de «enjuagar y escupir» tras el uso del CI.
El potencial de supresión del crecimiento con el uso prolongado de CI
ha sido un aspecto preocupante. En el estudio prospectivo prolongado
CAMP patrocinado por los NIH de niños con asma de leve a moderada,
tras aproximadamente 4,3 años de CI y 5 años después del estudio, hubo
una reducción significativa de 1,7 cm en la altura en las niñas pero no en
los niños. También hubo un ligero efecto dependiente de la dosis de los
CI sobre la acumulación mineral ósea en los niños pero no en las niñas.
Se observó un mayor efecto sobre la acumulación mineral ósea al aumen-
tar el número de ciclos de corticoides orales para el asma, así como un
riesgo de osteopenia, de nuevo limitado a los niños. Aunque este estudio
no puede predecir si hay algún efecto significativo del tratamiento con
CI en la infancia sobre la osteoporosis en la vida adulta, el mejor control
del asma con CI puede provocar la necesidad de menos ciclos de corti-
coides orales con el tiempo. Estas observaciones se hicieron con dosis de
budesónida de unos 400 mg/día; las dosis mayores de CI, especialmente
de los fármacos más potentes, tienen un mayor potencial de producir
efectos adversos. Por ello se recomiendan el cribado y las medidas de
prevención de los efectos adversos de los corticoides en los pacientes que
reciben dosis altas de CI, ya que es probable que estos pacientes precisen
ciclos sistémicos en las exacerbaciones (v. tabla 144-15).
Corticoides sistémicos
El tratamiento con CI ha permitido que la gran mayoría de niños con
asma mantenga un buen control de la enfermedad sin corticoides orales
de mantenimiento. El tratamiento corticoideo oral se usa sobre todo
para tratar las exacerbaciones del asma y en casos raros con enfermedad
grave que siguen teniendo síntomas a pesar del uso óptimo de otros
Tabla 144-14 |
Comparación entre las dosis de corticoides inhalados
DOSIS DIARIA BAJA
EN FUNCIÓN DE LA EDAD
DOSIS DIARIA MEDIA
EN FUNCIÓN DE LA EDAD
DOSIS DIARIA ALTA
EN FUNCIÓN DE LA EDAD
Fármaco 0-4 años 5-11 años 12 años 0-4 años 5-11 años 12 años 0-4 años 5-11 años 12 años
Beclometasona HFA, 40
u 80 mg/pulverización
NA 80-160 mg 80-240 mg NA 160-320 mg 240-480 mg NA 320 mg 480 mg
Budesónida DPI 90, 180
o 200 mg/inhalación
NA 180-400 mg 180-600 mg NA 400-800 mg 600-1.200 mg NA 800 mg 1.200 mg
Budesónida inhalada
en suspensión para
nebulización, dosis de
0,25, 0,5 y 1 mg
0,25-0,5 mg 0,5 mg NA 0,5-1 mg 1 mg NA 1 mg 2 mg NA
Flunisolida, 250 mg/
pulverización
NA 500-750 mg 5.00-1.000mg NA 1.000-1.250mg 1.000-2.000mg NA 1.250 mg 2.000 mg
Flunisolida HFA, 80 mg/
pulverización
NA 160 mg 320 mg NA 320 mg 320-640 mg NA ≥640 mg 640 mg
Fluticasona HFA/MDI:
44, 110 o 220 mg/
pulverización
176 mg 88-176 mg 88-264 mg 176-352mg 176-352 mg 264-440 mg 352 mg 352 mg 440 mg
Fluticasona DPI, 50, 100
o 250 mg/inhalación
NA 100-200 mg 100-300 mg NA 200-400 mg 300-500 mg NA 400 mg 500 mg
Mometasona DPI,
220 mg/inhalación
NA NA 220 mg NA NA 440 mg NA NA 440 mg
Acetónido de
triamcinolona, 75 mg/
pulverización
NA 300-600 mg 300-750 mg NA 600-900 mg 750-1.500 mg NA 900 mg 1.500 mg
DPI, inhalador de polvo; HFA, hidrofluoroalcano; MDI, inhalador con válvula dosificadora; NA, no aprobado y sin disposición de datos para este grupo de edad.
Adaptada del National Asthma Education and Prevention Program: Expert Panel Report 3 (EPR 3): Guidelines for the diagnosis and management of asthma—
summary report 2007, J Allergy Clin Immunol 120(Suppl):S94-S138, 2007.
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