Este documento presenta información sobre las enfermedades respiratorias en recién nacidos. Explica que las infecciones respiratorias son comunes en este grupo de edad debido a que sus sistemas inmunitarios aún no están completamente desarrollados. Detalla las causas más frecuentes como virus y bacterias, y las manifestaciones clínicas como fiebre, tos y dificultad respiratoria. También describe los abordajes de enfermería como la evaluación del sistema respiratorio, control de la fiebre, prevención de la disemin
1. Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula
Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud
Departamento de Ciencias de la Enfermería
Asignatura
Enfermería Y Salud Familiar II
Tema
Enfermedades respiratorias en el RN
Alumno
Jehimi Paola Hernández Ramírez
#20172001943
Asesora
MSc. Hellen O’ Connor
Lugar y Fecha
San Pedro Sula, 17/8/2022.
2. Tabla de contenido
INTRODUCCIÓN............................................................................................................ I
OBJETIVOS....................................................................................................................II
JUSTIFICACIÓN............................................................................................................III
DESAROLLO DEL TEMA.............................................................................................IV
CONCLUSIONES ..................................................................................................... XVIII
RECOMENDACIONES...............................................................................................XIX
Bibliografía ...................................................................................................................XX
ANEXOS .....................................................................................................................XXI
3. I
INTRODUCCIÓN
El periodo neonatal, por ser el de mayor morbilidad de la infancia y por su carácter
de transición entre la vida intrauterina y extrauterina, es uno de los que requiere
mayor cuidado. Porque el recién nacido entra en contacto por primera vez con
bacterias, virus y otras amenazas microscópicas.
4. II
OBJETIVOS
Objetivo General
- Conocer las características principales de la patología respiratoria del recién
nacido.
Objetivos Específicos
- conocer cuales son las enfermedades respiratorias mas comunes de los neonato.
- demostrar y analizar las intervenciones de enfermería.
5. III
JUSTIFICACIÓN
La importancia de este trabajo se basa en que es necesario entender las diferentes variables
que se asocian a los trastorno respiratorios que presentaslos recién nacidos ingresadosen el
área de neonatología, para conocer cual es la situación actual y de ésta manera proponer
con certeza planes que permitan a las instituciones responsables en salud, prevenir y asumir
esta problemática de manera efectiva. es un aporte para el conocimiento diario, sin olvidar
que forma parte del vivir de hospitales y unidades educativas, tomando en cuenta que la
misma constituye uno de los puntos de la misión que como la asignatura de Enfermería en
SaludFamiliarII,de laUniversidadNacional Autónomade Hondurasenel Valle de Sula.
6. IV
DESAROLLO DEL TEMA
Infecciones respiratorias
Las infecciones del aparato respiratorio se describen de acuerdo con el área
anatómica afectada. El aparato respiratorio superior, o vías respiratorias superiores,
consta de la oronasofaringe, la faringe, la laringe y la parte superior de la tráquea. El
aparato respiratorio inferior consta de la porción inferior de la tráquea, los bronquios,
los bronquíolos y los alvéolos. En este tema, la tráquea se estudia con los trastornos
del aparato inferior, y las infecciones de la epiglotis y la laringe se clasifican como
síndromes de crup. Sin embargo, las infecciones respiratorias rara vez afectan a
áreas anatómicas localizadas. Las infecciones a menudo se propagan de una
estructura a otra debido a la naturaleza contigua de la membrana mucosa que
recubre todo el aparato. En consecuencia, las infecciones del aparato respiratorio
afectan a varias áreas en lugar de a una sola estructura, aunque el efecto sobre una
zona puede predominar en cualquier enfermedad.
Etiología y características
Las infecciones del aparato respiratorio constituyen la mayor parte de las
enfermedades agudas en los niños. La Etiología y la evolución de estas infecciones
están influenciadas por la edad del niño, la estación del año, las condiciones de vida
y los problemas médicos preexistentes
Microorganismos infecciosos
El aparato respiratorio está sujeto a una amplia variedad de organismos infecciosos.
La mayoría de las infecciones son causadas por virus, especialmente el virus
sincitial respiratorio (VSR), rinovirus, enterovirus diferentes al de la polio (virus
Coxsackie A y B), adenovirus, virus de la parainfluenza, virus de la gripe y
metapneumovirus humano. Otros organismos involucrados en la invasión primaria o
secundaria son el estreptococo β-hemolítico del grupo A (SBHGA), estafilococos,
Haemophilus influenzae, Bordetella pertussis, Chlamydia trachomatis, Mycoplasma y
neumococos.
Edad
Se piensa que los bebés sanos a término menores de 3 meses de edad tienen una
tasa de infecciones menor debido a la función protectora de los anticuerpos
maternos; sin embargo, los bebés pueden ser susceptibles a infecciones específicas
del aparato respiratorio, como la tos ferina, durante este período. La tasa de
infección aumenta de 3 a 6 meses, que es el período entre la desaparición de los
anticuerpos maternos y la síntesis de anticuerpos del bebé. La tasa de infección
vírica se mantiene elevada durante los años de edad preescolar y en niños
pequeños. A los 5 años, las infecciones víricas del aparato respiratorio son menos
frecuentes, pero la incidencia de Mycoplasma pneumoniae y las infecciones por
SBHGA aumentan. La cantidad de tejido linfático aumenta a lo largo de la mitad de
la infancia, y la exposición repetida a organismos confiere un aumento de la
7. V
inmunidad a medida que los niños crecen.
Algunos virus o bacterias producen una enfermedad leve en niños mayores, pero
una enfermedad grave del aparato respiratorio inferior o crup en bebés. Por ejemplo,
la tos ferina causa una traqueobronquitis relativamente inofensiva en la infancia,
pero es una enfermedad grave en los lactantes.
Tamaño
Las diferencias anatómicas influyen en la respuesta a las infecciones del aparato
respiratorio. El diámetro de las vías respiratorias es menor en niños pequeños y está
sujeto a un estrechamiento considerable por membranas mucosas edematosas y
aumento de la producción de secreciones. Los organismos pueden moverse
rápidamente debido al aparato respiratorio más corto de los niños más pequeños, lo
que causa una afectación más extensa. La trompa de Eustaquio, relativamente
corta, abierta en lactantes y niños pequeños, permite que los patógenos tengan un
acceso fácil al oído medio.
Resistencia
La capacidad de resistencia a los patógenos depende de varios factores. Las
deficiencias del sistema inmunitario ponen al niño en riesgo de infección. Otras
afecciones que disminuyen la resistencia son la malnutrición, la anemia y la fatiga.
Entre las afecciones que debilitan las defensas del aparato respiratorio y
predisponen a los niños a la infección también se encuentran las alergias (p. ej.,
rinitis alérgica), el parto prematuro, la displasia broncopulmonar (DBP), el asma, los
antecedentes de infección por el VSR, las anomalías cardíacas que causan
congestión pulmonar y la fibrosis quística (FQ). La asistencia a la guardería y la
exposición pasiva al humo del tabaco aumentan las probabilidades de infección.
Variaciones estacionales
Los patógenos respiratorios más comunes aparecen de forma epidémica durante los
meses de invierno y primavera, pero las infecciones por micoplasma ocurren con
mayor frecuencia en otoño y principios del invierno. Mientras que el asma
relacionada con infecciones ocurre con mayor frecuencia con el clima frío, es
característico que el invierno y el comienzo de la primavera sean las estaciones del
VSR.
Manifestaciones clínicas
Los lactantes y niños pequeños, especialmente los que tienen entre 6 meses y 3
años, reaccionan de forma más grave a las infecciones agudas de las vías
respiratorias que los niños de mayor edad. Los niños pequeños muestran una serie
de signos y síntomas generalizados, así como manifestaciones locales
Abordaje de la atención de enfermería
La valoración del sistema respiratorio La evaluación debe incluir la frecuencia
respiratoria, la profundidad y el ritmo, la frecuencia cardíaca, la oxigenación, el
estado de hidratación, la temperatura corporal, el nivel de conciencia, el grado de
actividad y el grado de confort.
8. VI
Evitación de la diseminación de la infección
El lavado cuidadoso de las manos es importante cuando se cuida a niños con
infecciones del aparato respiratorio. Los niños y sus familiares deben usar un
pañuelo de papel o su brazo para cubrirse la nariz y la boca cuando tosen o
estornudan, desechar los pañuelos de forma adecuada y lavarse las manos. Los
pañuelos usados deben tirarse inmediatamente a la papelera y no deben
acumularse en una pila. Los niños con infecciones del aparato respiratorio no deben
compartir vasos, utensilios de cocina, toallitas o toallas. Para disminuir la
contaminación, lávese las manos con frecuencia y no se toque los ojos o la nariz con
las manos. Los padres deben tratar de evitar en lo posible que los niños afectados
entren en contacto con otros niños. Se debe hacer un esfuerzo para enseñar a los
niños sanos a mantenerse alejados de los niños enfermos, a lavarse las manos con
frecuencia, y a evitar la comida y bebida de los mismos utensilios o tazas.
Reducción de la temperatura corporal
Si el niño tiene una temperatura corporal notablemente elevada, es importante el
control de la fiebre para su comodidad. Los padres deben saber cómo tomar la
temperatura de un niño y leer un termómetro con precisión. El personal de
enfermería debe verificar que los padres saben cómo controlar la temperatura y
prestar instrucciones cuando sea necesario. Si el profesional prescribe un
antipirético, como ibuprofeno (para lactantes y niños de 6 meses o mayores) o
paracetamol, los padres pueden necesitar instrucciones sobre cómo administrarlo.
La mayoría de los padres pueden leer el prospecto y calcular la dosis deseada, pero
los padres de lactantes y niños pequeños necesitan instrucciones detalladas y
parámetros de dosificación. Es importante hacer énfasis en la precisión tanto de la
cantidad de medicamento administrado como de los intervalos de tiempo de la
administración del medicamento para evitar efectos acumulativos. Los niños con
enfermedades respiratorias realizarán actividades adecuadas a su grado de energía.
Uno de los signos cardinales de que el niño se siente mejor es el aumento de la
actividad; esto puede, sin embargo, ser temporal si la fiebre alta regresa tras pocas
horas de actividad incrementada. Se recomiendan los líquidos fríos para reducir la
temperatura y minimizar las posibilidades de deshidratación.
Infecciones del aparato respiratorio superior
Nasofaringitis vírica aguda
La nasofaringitis aguda, o el equivalente del «resfriado común», la causan rinovirus,
VSR, adenovirus, enterovirus, virus de la gripe y virus de la parainfluenza. Los
síntomas son más graves en los lactantes y los niños que en los adultos. La fiebre
es común en los niños pequeños, y los niños mayores tienen febrícula, que aparece
pronto durante la evolución de la enfermedad. Los síntomas suelen durar 4-14 días y
alcanzan su punto máximo en los días 2-3 de la enfermedad.
9. VII
Abordaje terapéutico
Los niños con nasofaringitis son tratados en el domicilio. No hay tratamiento
específico ni vacunas eficaces disponibles. Los antipiréticos pueden estar indicados
para la fiebre y el malestar. Se recomiendan líquidos y reposo. La provisión de un
ambiente humidificado y el aumento de los líquidos por vía oral pueden ser
beneficiosos para algunos niños con resfriado. Los antitusígenos que contienen
dextrometorfano deben usarse con precaución (la tos es una forma de protección
por eliminar las secreciones), pero se puede recetar cada 6-8 h para la tos seca y
áspera, especialmente durante la noche. Sin embargo, algunas preparaciones
contienen un 22% de alcohol y pueden causar efectos adversos, como confusión,
hiperexcitabilidad, mareos, náuseas y sedación. Los padres deben vigilar al niño
cuidadosamente para detectar posibles efectos adversos.
Prevención
La nasofaringitis está tan extendida en la población general que es imposible
prevenirla. Los mejores métodos para prevenir la transmisión de estos virus son el
lavado frecuente de las manos y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca. Los niños
son más susceptibles, porque aún no han desarrollado resistencia a muchos virus.
Los lactantes muy pequeños están sujetos a complicaciones relativamente graves;
por tanto, deben ser protegidos frente a la exposición.
Abordaje de la atención de enfermería
El resfriado común suele ser la primera enfermedad a la que los padres se enfrentan
con su lactante. La mayoría de las molestias causadas por la nasofaringitis están
relacionadas con la obstrucción nasal, especialmente en lactantes pequeños. La
elevación de la cabecera de la cama o el colchón de la cuna ayuda a drenar las
secreciones. La aspiración y la vaporización también pueden proporcionar alivio. Las
gotas nasales salinas y la aspiración ligera mediante una jeringa con reservorio
antes de la toma de alimentación y el momento de dormir pueden ser útiles.
Es esencial mantener una adecuada ingesta de líquidos. Si bien el apetito de los
niños por los alimentos sólidos generalmente disminuye durante varios días, es
importante ofrecer líquidos adecuados para prevenir la deshidratación. Debido a que
la nasofaringitis se transmite por las secreciones, el mejor medio de prevención es
evitar el contacto con las personas afectadas.
Faringitis infecciosa aguda
La faringitis infecciosa aguda pueden causarla muchas bacterias o virus. El SBHGA
es el organismo causal más común para esta infección. Los niños con infección de
las vías respiratorias superiores por SBHGA (faringitis estreptocócica) están en
riesgo de fiebre reumática (FR), una enfermedad inflamatoria del corazón, las
articulaciones y el sistema nervioso central (SNC), y glomerulonefritis aguda (GNA),
una infección renal aguda. Estas secuelas pueden dar lugar a daños permanentes,
especialmente la FR. El SBHGA también puede causar manifestaciones en la piel,
como impétigo y piodermia.
10. VIII
Manifestaciones clínicas
La infección por SBHGA es generalmente una enfermedad relativamente breve que
varía en su gravedad desde subclínica (sin síntomas) hasta un estado de toxicidad
grave. El inicio suele ser brusco y se caracteriza por faringitis, cefalea, fiebre y dolor
abdominal. Las amígdalas, así como la faringe, pueden inflamarse y cubrirse con
exudado que suele aparecer antes del segundo día de la enfermedad. Sin embargo,
se deben sospechar infecciones estreptocócicas en niños mayores de 2 años que
tienen faringitis sin exudado o síntomas nasales. La lengua puede parecer
edematosa y roja (lengua de fresa), y el niño puede tener una erupción fina en papel
de lija a lo largo del tronco, las axilas, los codos y la ingle observada en la
escarlatina (causada por una cepa del estreptococo del grupo A). La úvula está
edematosa y roja. La linfoadenopatía cervical anterior (en el 30-50% de los casos)
generalmente ocurre precozmente, y los ganglios suelen ser dolorosos. El dolor
puede ser relativamente leve o lo suficientemente intenso como para dificultar la
deglución. Las manifestaciones clínicas generalmente disminuyen en 3-5 días, a
menos que se compliquen con sinusitis o abscesos parafaríngeos, periamigdalinos o
retrofaríngeos. Pueden aparecer complicaciones no supurativas después de la
aparición de la GNA por SBHGA aproximadamente en 10 días y tras la FR en un
promedio de 18 días. Las infecciones estreptocócicas de la piel pueden ocurrir en la
GNA.
Abordaje de la atención de enfermería
El profesional de enfermería a menudo obtiene un frotis de la faringe para cultivo o
pruebas rápidas de antígenos e instruye a los padres sobre la administración de
antibióticos y analgésicos orales según lo prescrito. Las compresas frías o calientes
en el cuello pueden proporcionar alivio. En los niños que pueden cooperar, las
gárgaras de solución salina tibia pueden aliviar las molestias faríngeas. El ibuprofeno
(para edades de 6 meses o mayores) y el paracetamol pueden ser eficaces para
disminuir el dolor de la garganta; las presentaciones líquidas o las masticables
pueden ser preferibles debido al dolor asociado con la deglución. El dolor puede
interferir en la ingesta oral, y no se debe obligar a los niños a comer, pero la ingesta
delíquidos es esencial. Los líquidos fríos, los cubos de hielo o los polos con sabor
pueden tolerarse mejor que los alimentos sólidos o los zumos de cítricos.
Amigdalitis
Las amígdalas son masas de tejido linfoide localizadas en la cavidad faríngea.
Filtran y protegen las vías respiratorias y digestivas de la invasión de organismos
patógenos y actúan en la formación de anticuerpos. Aunque su tamaño varía, los
niños generalmente tienen amígdalas mucho más grandes que los adolescentes o
adultos. Se cree que esta diferencia es un mecanismo de protección, porque los
niños pequeños son especialmente susceptibles a las IRS.
Fisiopatología
Varios pares de amígdalas forman parte de una masa de tejido linfoide que rodea la
faringe nasal y oral, conocida como anillo amigdalino de Waldeyer. La superficie de
las amígdalas palatinas es usualmente visible durante la exploración oral. Las
11. IX
amígdalas palatinas son las que se extraen durante la amigdalectomía. Las
amígdalas faríngeas, también conocidas como adenoides, se encuentran por encima
de las amígdalas palatinas en la pared posterior de la nasofaringe. Su proximidad a
las fosas nasales y las trompas de Eustaquio causa dificultades en casos de
inflamación.
Etiología
La amigdalitis a menudo ocurre junto con faringitis. Debido a la abundancia de tejido
linfático y la frecuencia de IRS, la amigdalitis es una causa común de enfermedad en
los niños pequeños. El microorganismo causal puede ser vírico o bacteriano.
Manifestaciones clínicas
Las manifestaciones de la amigdalitis son causadas por la inflamación. A medida
que las amígdalas palatinas aumentan de tamaño por edema, pueden encontrarse
en la línea media («amígdalas besándose»), obstruyendo el paso del aire o de los
alimentos. El niño tiene dificultad para tragar y respirar. Cuando se produce una
hipertrofia de las adenoides, el espacio de detrás de las fosas posteriores se
bloquea, lo que dificulta o imposibilita que el aire pase desde la nariz a la faringe.
Como resultado, el niño respira por la boca.
Abordaje de la atención de enfermería
La atención de enfermería consiste en brindar confort y minimizar las actividades o
intervenciones que desencadenen la hemorragia. Los pacientes con trastornos
respiratorios del sueño necesitan una estrecha vigilancia de las vías respiratorias y
de la respiración después de la intervención quirúrgica. Es preferible una dieta
blanda a líquida. Se utilizan gárgaras de agua salada tibia, líquidos tibios, pastillas
para la garganta y medicamentos analgésicos/antipiréticos (como el paracetamol)
para facilitar el confort. A menudo, se necesitan opiáceos para reducir el dolor para
que el niño beba. Los medicamentos opiáceos, como la oxicodona o la hidrocodona,
alivian el dolor y deben administrarse de forma habitual y periódica según lo
prescrito. Si es necesaria la intervención quirúrgica, el niño necesita la misma
preparación psicológica y cuidados físicos que para cualquier otra intervención
quirúrgica.
Síndromes de crup
Crup es un término general que se aplica a un complejo de síntomas caracterizado
por ronquera, tos resonante que se describe como «en ladrido» o «bronca» (de
perro), diversos grados de estridor inspiratorio y diversos grados de dificultad
respiratoria como resultado del edema u obstrucción en la región de la laringe y las
vías respiratorias subglóticas. Son importantes las laringitis agudas en lactantes y
niños pequeños debido a una mayor incidencia en estos grupos de edad y debido a
que el pequeño diámetro de las vías respiratorias en los lactantes y los niños les
pone en riesgo de un importante estrechamiento sumado a la inflamación. Los
síndromes de crup pueden afectar a la laringe, la tráquea y los bronquios. Sin
12. X
embargo, la afectación laríngea a menudo domina el cuadro clínico por los graves
efectos sobre la voz y la respiración. Los síndromes de crup se describen en función
del área anatómica primaria afectada (es decir, epiglotitis [o supraglotitis], laringitis,
laringotraqueobronquitis [LTB] y traqueítis). En general, la LTB ocurre en niños muy
pequeños, y la epiglotitis es más frecuente en niños mayores.
Infecciones de las vías respiratorias inferiores
En la porción reactiva del aparato respiratorio inferior están los bronquios y los
bronquíolos en los niños. El músculo liso en estas estructuras constituye un factor
importante en la constricción de la vía respiratoria, especialmente en los
bronquíolos, la porción que se extiende desde los bronquios hasta los alvéolos.
Neumonía
La neumonía, inflamación del parénquima pulmonar, es frecuente en la infancia,
pero ocurre con mayor frecuencia en la primera infancia. Clínicamente, la neumonía
puede ocurrir como una enfermedad primaria o como una complicación de otra
enfermedad. El organismo causal es inhalado directamente a los pulmones o
proviene del torrente sanguíneo. La clasificación más útil de las neumonías se basa
en el organismo causal (p. ej., virus, bacterias, micoplasmas o aspiración de
sustancias extrañas) (v. «Neumonía por aspiración», más adelante). Muchos
organismos pueden causar neumonía, y estos varían según la edad del niño
(Ranganathan y Sonnappa, 2009):
• Neonatos: estreptococos del grupo B, bacterias entéricas gramnegativas,
citomegalovirus, Ureaplasma urealyticum, Listeria monocytogenes, C. trachomatis.
• Lactantes: VSR, virus parainfluenza, virus de la gripe, adenovirus,
metaneumovirus, S. pneumoniae, H. influenzae, M. pneumoniae, Mycobacterium
tuberculosis.
• Niños en edad preescolar: VSR, virus parainfluenza, virus de la gripe, adenovirus,
metaneumovirus, S. pneumoniae, H. influenzae, M. pneumoniae, M. tuberculosis.
• Niños en edad escolar: M. pneumoniae, Chlamydia pneumoniae, M. tuberculosis y
virus respiratorios.
Abordaje de la atención de enfermería La atención de enfermería al niño con
neumonía es principalmente de apoyo y sintomática; sin embargo, necesita una
evaluación respiratoria exhaustiva y la administración de oxígeno suplementario
(según sea necesario), líquidos y antibióticos. Se evalúan a menudo la frecuencia, el
ritmo y la profundidad respiratoria del niño, la oxigenación, el estado general y el
grado de actividad. Para prevenir la deshidratación, es posible que se necesiten
líquidos por vía i.v. durante la fase aguda. Los cuidados de enfermería al niño con un
tubo de tórax necesitan una atención especial al estado respiratorio, como se señaló
anteriormente; se vigilan el tubo de tórax y el dispositivo de drenaje utilizado para
verificar su correcto funcionamiento (es decir, no está obstruido el drenaje, el ajuste
de vacío es correcto, el tubo no está retorcido, el apósito que cubre el sitio de
inserción del tubo de tórax está intacto, el sello de agua se mantiene [si se usa] y el
13. XI
tubo de tórax permanece en su lugar). Está indicado el movimiento en la cama y la
deambulación con el tubo de tórax en función del estado respiratorio del niño, pero
los niños necesitan dosis frecuentes de analgesia. Puede ser necesario el oxígeno
suplementario durante la fase aguda de la enfermedad y puede administrarse
mediante una cánula nasal, una mascarilla facial, unas gafas o una carpa facial.
Otras infecciones del aparato respiratorio
Pertussis (tos ferina)
La pertussis, o tos ferina, es una infección aguda del aparato respiratorio causada
por B. pertussis, que en el pasado ocurrió principalmente en niños menores de 4
años que no estaban vacunados. Es muy contagiosa y es particularmente
amenazante para los lactantes pequeños, que tienen una mayor tasa de morbilidad y
mortalidad. Entre las complicaciones en los adolescentes pueden estar síncopes,
fracturas costales y neumonía; mientras que, en los niños más pequeños, se pueden
presentar convulsiones, neumonía, hemorragia intracraneal, hemorragia conjuntival
y el fallecimiento (American Academy of Pediatrics Committee on Infectious
Diseases y Pickering, 2012). Los lactantes menores de 6 meses puede que no
acudan al médico con la tos característica; en este grupo de edad, la apnea es una
manifestación inicial frecuente (American Academy of Pediatrics Committee on
Infectious Diseases y Pickering, 2012). De la misma manera, se sabe que los niños
mayores manifiestan la enfermedad con una tos persistente y la ausencia del
chirrido característico (v. tabla 6-1 para signos, síntomas y tratamiento de la tos
ferina). La incidencia es más alta en los meses de primavera y verano, y un solo
ataque confiere inmunidad durante toda la vida.
Tuberculosis
La tuberculosis (TB), junto con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), es la
causa principal de muerte por una enfermedad infecciosa única (World Health
Organization, 2015). De 10 a 15 millones de personas en EE. UU. están infectadas
por TB. La TB ocurre a cualquier edad, pero es más frecuente en áreas urbanas de
bajos ingresos económicos y en grupos étnicos y raciales no caucásicos (American
Academy of Pediatrics Committee on Infectious Diseases y Pickering, 2012). Los
niños nacidos en otros países constituyen más de un cuarto de los casos nuevos de
TB diagnosticados en niños de 14 años o más en EE. UU. (American Academy of
Pediatrics Committee on Infectious Diseases y Pickering, 2012). Los siguientes
grupos tienen las tasas más altas de infección latente de TB: inmigrantes, niños de
adopción internacional, refugiados o viajeros a regiones de alta prevalencia (Asia,
África, América Latina y países de la antigua Unión Soviética), personas sin hogar e
internos de correccionales (American Academy of Pediatrics Committee on
Infectious Diseases y Pickering, 2012). Los niños infectados por el VIH tienen una
mayor incidencia de la enfermedad tuberculosa, y todos los niños con TB deben
someterse a una prueba de detección del VIH. La TB es causada por M.
tuberculosis, un bacilo ácido-alcohol resistente. Los niños son susceptibles a los
organismos humanos (M. tuberculosis) y bovinos (Mycobacterium bovis). En zonas
del mundo donde la TB del ganado no está controlada o la leche no está
pasteurizada, el tipo bovino es una fuente común de infección por medio de la leche
14. XII
o también se transmite por vía respiratoria. La fuente de la infección por TB en los
niños suele ser un miembro infectado del domicilio o un visitante frecuente, como
una niñera o un trabajador doméstico. La vía respiratoria es el portal de entrada
habitual en el organismo. En los pulmones, una proliferación de células epiteliales
rodea y encapsula los bacilos que se multiplican en un intento de separarlos del
organismo, formando así el tuberculoma característico. La extensión de la lesión
primaria en su lugar original causa la destrucción tisular progresiva a medida que se
disemina dentro del pulmón, descarga material de los focos de la infección a otras
zonas pulmonares (p. ej., bronquios, pleura) o causa neumonía. La erosión de los
vasos sanguíneos por la lesión primaria puede causar una diseminación
generalizada del bacilo tuberculoso hacia sitios cercanos y distantes (TB miliar). La
TB extrapulmonar (miliar) se puede manifestar como malestar general, fiebre,
pérdida de peso, linfoadenitis superior, meningitis, hepatomegalia, esplenomegalia y
artritis (American Academy of Pediatrics Committee on Infectious Diseases y
Pickering, 2012).
Con excepción de la meningitis, el tratamiento de la TB extrapulmonar puede ser el
mismo régimen farmacológico que para la TB pulmonar. Los lactantes y niños
menores de 3 años son más propensos al desarrollo de TB miliar.
Evaluación diagnóstica
El diagnóstico se basa en información procedente de la exploración física, los
antecedentes, pruebas cutáneas de tuberculina, exploraciones radiológicas y
cultivos del organismo. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad son
extremadamente variables
Prevención
El único medio definitivo para prevenir la TB es evitar el contacto con el bacilo de la
TB. Mantener un estado de salud óptimo con una nutrición adecuada y evitar
infecciones debilitantes promueven la resistencia natural, pero no previenen la
infección. La pasteurización y las pruebas sistemáticas de la leche y la erradicación
del ganado enfermo han reducido la incidencia de la TB bovina. Se puede provocar
una inmunidad limitada mediante la administración de bacilo de Calmette-Guérin
(BCG), una vacuna viva que contiene bacilos bovinos con virulencia reducida
(atenuada). En la mayoría de los casos, las reacciones positivas a la tuberculina se
desarrollan después de la inoculación de BCG. La distribución de BCG está
controlada por los departamentos sanitarios locales o estatales, y la vacuna no se
usa ampliamente, incluso en áreas con elevada prevalencia de enfermedad. El uso
de la vacunación con BCG generalmente no está indicado en EE. UU. Sin embargo,
puede estar recomendado para la protección a largo plazo de lactantes y niños con
resultados negativos de la PCT que no están infectados con VIH y que: 1) tienen un
alto riesgo de exposición continua a personas con TB pulmonar infecciosa, o 2)
están continuamente expuestos a personas con TB que tienen bacilos resistentes
tanto a INH como a rifampicina (American Academy of Pediatrics Committee on
Infectious Diseases y Pickering, 2012).
Abordaje de la atención de enfermería
15. XIII
Los niños con TB reciben atención de enfermería en entornos ambulatorios,
consultas ambulatorias, escuelas y centros de salud pública. La mayoría de los
niños, especialmente los menores de 10 años, no son contagiosos y solo necesitan
precauciones estándar. Los niños sin tos y frotis negativos pueden ser ingresados en
el hospital en una habitación conjunta de pacientes. Sin embargo, son necesarias
precauciones de contacto aéreo y una sala de presión negativa para los niños que
son contagiosos y están ingresados con TB activa. El control de infecciones para el
personal del hospital en casos contagiosos debe incluir el uso de un respirador con
purificador de aire N95 o N100 ajustado individualmente (respirador purificador de
aire activado [PAPR, powered air purifying respirator]) para todos los contactos con
los pacientes. Los niños con TB asintomática pueden asistir a la escuela o a la
guardería si reciben farmacoterapia. Pueden regresar a sus actividades habituales
tan pronto como se haya instituido un tratamiento eficaz, se haya documentado la
adherencia a la terapia y hayan disminuido los síntomas clínicos. Los niños que
reciben farmacoterapia para la TB pueden recibir las vacunas contra el sarampión y
otros virus vivos adecuadas para su edad, a menos que estén recibiendo dosis altas
de corticoesteroides, estén gravemente enfermos o tengan contraindicaciones
específicas para la vacunación. Debido a que el éxito del tratamiento depende del
cumplimiento del régimen de medicamentos, los padres reciben instrucciones sobre
la importancia y la justificación de la ODT. La detección de casos en la comunidad y
el seguimiento de contactos conocidos –personas de quienes el niño afectado puede
haber contraído la enfermedad y personas que pueden haber estado expuestas al
niño con la enfermedad– son medidas esenciales de control.
Disfunción pulmonar causada por irritantesno infecciosos
Aspiración de cuerpo extraño
Los niños pequeños, de forma característica, exploran la materia con la boca y son
propensos a aspirar cuerpos extraños (CE). Los niños pequeños también se colocan
en la nariz objetos como cuentas, juguetes, sujetapapeles, imanes pequeños o
alimentos, que pueden aspirarse fácilmente hacia la tráquea. La aspiración de CE
puede ocurrir a cualquier edad, pero es más frecuente en niños de 1-3 años. La
gravedad está determinada por la localización, el tipo de objeto aspirado y la
extensión de la obstrucción. Por ejemplo, la materia vegetal seca, como semillas,
una nuez, un pedazo de zanahoria o palomitas de maíz, que no se disuelven y que
pueden hincharse cuando están húmedas, crea un problema particularmente difícil.
El alto contenido de grasa de las patatas fritas y los cacahuetes puede causar un
riesgo adicional de neumonía lipoidea. Los «alimentos divertidos», como los
caramelos duros y los perritos calientes, son los peores en términos de posibilidad
de asfixia. Los alimentos más peligrosos en orden de frecuencia de asfixia son los
perritos calientes, las golosinas redondas, los cacahuetes u otros tipos de nueces,
uvas, galletas o bollos, trozos de carne, caramelos, zanahorias, manzanas,
guisantes, apio, palomitas de maíz, semillas de frutas y verduras, huesos de cereza,
chicles y mantequilla de cacahuete. Otros artículos son globos de látex, cuentas de
plástico o vidrio, canicas, tapas de rotuladores o marcadores, pilas de botones o
discos y monedas. Objetos como las baterías pequeñas de litio o cadmio pueden
causar corrosión esofágica o traqueal.
16. XIV
Evaluación diagnóstica
El diagnóstico de aspiración de CE se sospecha sobre la base de la anamnesis y los
signos físicos. En principio, un CE en los conductos de aire puede causar asfixia,
arcadas, sibilancias o tos. La obstrucción laringotraqueal con mayor frecuencia
causa disnea, tos, estridor y ronquera debido a la disminución de la entrada de aire.
Hasta la mitad de los niños con ingestión de CE pueden estar asintomáticos. Puede
ocurrir cianosis si empeora la obstrucción. La obstrucción bronquial generalmente
produce tos (con frecuencia paroxística), sibilancias, sonidos respiratorios
asimétricos, disminución de la entrada de aire a las vías respiratorias y disnea.
Cuando un objeto está alojado en la laringe, el niño no puede hablar ni respirar. Si la
obstrucción progresa, la cara del niño puede volverse lívida, y, si la obstrucción es
total, el niño puede quedar inconsciente y morir de asfixia. Si la obstrucción es
parcial, pueden pasar horas, días o incluso semanas sin síntomas después del
período inicial. Los síntomas secundarios están relacionados con el área anatómica
en la que se encuentra el objeto y generalmente son causados por una infección
persistente del aparato respiratorio distal a la obstrucción. La aspiración de CE
también debe sospecharse en presencia de lesiones pulmonares agudas o crónicas.
A menudo, cuando aparecen síntomas secundarios, los padres han olvidado el
episodio inicial de tos y arcadas. Los CE nasales se suelen manifestar como drenaje
purulento unilateral que no mejora con el tiempo. La exploración radiográfica revela
CE opacos, pero tiene una utilidad limitada para localizar el material no radiopaco.
Es necesaria la broncoscopia para un diagnóstico definitivo de los objetos en la
laringe y la tráquea. La exploración radioscópica es valiosa para detectar CE en los
bronquios. El pilar del diagnóstico y tratamiento de los CE es la endoscopia y la
broncoscopia. Si hay dudas sobre la presencia de un CE, la endoscopia puede ser
diagnóstica y terapéutica.
Abordaje de la atención de enfermería
Una de las funciones principales del personal de enfermería que atiende a un niño
que ha aspirado un CE es el reconocimiento de los signos de aspiración del CE, la
observación del empeoramiento de los síntomas respiratorios y la implementación
de medidas inmediatas para aliviar una obstrucción urgente. La asfixia por alimentos
u otro material no debe ser mortal. Para ayudar a un niño que se está asfixiando, el
personal de enfermería debe reconocer los signos de angustia. Nunca se debe
realizar un barrido ciego de la boca del niño, ya que puede introducir el cuerpo más
adentro de la vía respiratoria. No todos los niños que se atragantan o tosen mientras
comen se están ahogando.
Disfunción respiratoria crónica
Asma
El asma es un trastorno inflamatorio crónico de las vías respiratorias caracterizado
por síntomas recidivantes, obstrucción de las vías respiratorias, hiperreactividad
bronquial y un proceso inflamatorio subyacente (Trent, Zimbro y Rutledge, 2015). En
niños susceptibles, la inflamación causa episodios recidivantes de sibilancias,
disnea, opresión torácica y tos, especialmente durante la noche o durante la
mañana, temprano. La limitación al flujo de aire u obstrucción es reversible
17. XV
espontáneamente o con tratamiento. La inflamación provoca un aumento de la
hiperreactividad bronquial a diversos estímulos (Liu, Covar, Spahn, et al., 2016). El
reconocimiento de la función clave de la inflamación ha hecho que el uso de
fármacos antiinflamatorios, especialmente los esteroides inhalados, sea un
componente importante en el tratamiento del asma. El asma se clasifica en cuatro
categorías en función de los indicadores de síntomas de la gravedad de la
enfermedad. Estas categorías son intermitentes, leves, moderadas y graves. Los
síntomas aumentan en frecuencia o intensidad hasta la última categoría de asma
persistente grave (cuadro 21-14). Estas categorías proporcionan un abordaje
gradual para el tratamiento farmacológico, el control ambiental y las intervenciones
educativas necesarias para cada categoría (Liu, Covar, Spahn, et al., 2016). Estas
categorías hacen énfasis en el aspecto multifacético de la enfermedad al considerar
los efectos sobre la actual calidad de vida y la capacidad funcional, además del
riesgo de acontecimientos adversos en el futuro.
Etiología
Los estudios de niños con asma indican que las alergias influyen tanto en la
persistencia como en la gravedad de la enfermedad. De hecho, la atopia, o la
predisposición genética para el desarrollo de una respuesta mediada por
inmunoglobulina E (IgE) a los aeroalérgenos comunes, es el factor predisponente
identificable más fuerte para el desarrollo del asma (Loutsios, Farahi, Porter, et al.,
2014). Sin embargo, del 20 al 40% de los niños con asma no tienen pruebas de
enfermedad alérgica. Además de los alérgenos, otras sustancias y enfermedades
pueden servir como desencadenantes que pueden exacerbar el asma (cuadro 21-
15). La evidencia muestra que las infecciones respiratorias víricas, como la infección
por el VSR, también pueden actuar de forma importante en el desarrollo y la
expresión del asma (Knudson y Varga, 2015).
Fisiopatología
Existe un acuerdo general sobre que la inflamación contribuye a una mayor
reactividad de las vías respiratorias en el asma. Es poco probable que el asma sea
causada por una sola célula o un solo mediador inflamatorio; más bien, parece que
el asma se debe a interacciones complejas entre células inflamatorias, mediadores y
células y tejidos presentes en las vías respiratorias (Liu, Covar, Spahn, et al., 2016).
Sin embargo, el reconocimiento de la importancia de la inflamación ha hecho del uso
de fármacos antiinflamatorios un componente clave en el tratamiento del asma. Otro
componente importante del asma es el broncoespasmo y la obstrucción al flujo de
aire. Los mecanismos responsables de los síntomas obstructivos en el asma son: 1)
respuesta inflamatoria a los estímulos; 2) edema de las vías respiratorias y secreción
y acumulación de moco; 3) espasmo del músculo liso de los bronquios y
bronquíolos, que disminuye el calibre de los bronquíolos, y 4) remodelación de las
vías respiratorias, que causa cambios celulares permanentes
Evaluación diagnóstica
Las manifestaciones clásicas del asma son disnea, sibilancias y tos. Una crisis
puede desarrollarse gradualmente o aparecer bruscamente y puede estar precedida
18. XVI
por una IRS. La edad del niño suele ser un factor importante, porque el primer
ataque ocurre con frecuencia antes de los 5 años, y algunos niños manifiestan
signos y síntomas clínicos en la infancia. En la infancia, una crisis por lo general
sigue a una infección respiratoria. Algunos niños pueden experimentar prurito
prodrómico en la parte frontal del cuello o en la parte superior de la espalda justo
antes de una crisis, especialmente si la crisis está relacionada con alergias
Tratamiento farmacológico
El tratamiento farmacológico se utiliza para la prevención y el control de los síntomas
del asma, la reducción de la frecuencia y la gravedad de las exacerbaciones del
asma, y la reversión de la obstrucción al flujo de aire. Está indicado un enfoque
gradual basado en la gravedad del asma del niño. Debido a que la inflamación se
considera una característica temprana y persistente del asma, el tratamiento se
dirige hacia la supresión a largo plazo de la inflamación. El National Asthma
Education and Prevention Program (2012) resalta que el control del asma tiene dos
dominios:
• Reducción del deterioro (asociado con la frecuencia e intensidad de los síntomas y
las limitaciones funcionales experimentadas por el paciente).
• Reducción del riesgo (prevención de futuras crisis, visitas al SU y disminución de la
función pulmonar, así como observación de los efectos secundarios de los
medicamentos). Los medicamentos para el asma se clasifican en dos clases
generales: medicamentos de control a largo plazo (medicamentos preventivos) para
alcanzar y mantener el control de la inflamación, y medicamentos de alivio rápido
(medicamentos de rescate) para el tratamiento de los síntomas y las
exacerbaciones.
Urgenciasrespiratorias
Insuficiencia respiratoria
El intercambio eficaz de los gases pulmonares necesita vías respiratorias
despejadas, pulmones y pared torácica normales, y circulación pulmonar adecuada.
Cualquier cosa que afecte a estas funciones o a sus relaciones puede afectar a la
respiración. En general, el término insuficiencia ventilatoria se aplica a dos
situaciones: 1) cuando aumenta el trabajo respiratorio, pero la función de
intercambio gaseoso es casi normal, y 2) cuando no se pueden mantener las
tensiones normales de los gases sanguíneos y se produce hipoxemia y acidosis
secundaria a la retención de dióxido de carbono. La insuficiencia respiratoria se
define como la incapacidad del sistema respiratorio para mantener la oxigenación
sanguínea adecuada con o sin retención de dióxido de carbono. Este proceso
involucra una disfunción pulmonar que generalmente da lugar a un deterioro del
intercambio de gas alveolar, que puede conducir a hipoxemia o hipercapnia. La
insuficiencia respiratoria es la causa más frecuente de parada cardiopulmonar en los
niños. La parada respiratoria es el cese completo de la respiración. La apnea es el
cese de la respiración durante más de 20 s o durante un período más corto cuando
se asocia con hipoxemia o bradicardia (Kline-Tilford, Sorce, Levin, et al., 2013). La
apnea puede ser: 1) central, en la que tanto el flujo de aire como el movimiento de la
19. XVII
pared torácica están ausentes; 2) obstructiva, en la que el flujo de aire está ausente,
pero hay movimiento de la pared torácica, y 3) mixta, en la que están presentes
componentes centrales y obstructivos. La disfunción respiratoria puede tener un
inicio brusco o insidioso. La insuficiencia respiratoria puede ocurrir como una
situación de urgencia o puede estar precedida por un deterioro gradual y progresivo
de la función respiratoria. La mayoría de las manifestaciones clínicas son
inespecíficas y están influidas por variaciones entre pacientes individuales y
diferencias en la gravedad y la duración del intercambio inadecuado de los gases.
Evaluación diagnóstica
El diagnóstico de insuficiencia respiratoria está determinado por la aplicación
combinada de tres fuentes de información: 1. Presencia o antecedentes de una
enfermedad que podría predisponer al paciente a la insuficiencia respiratoria. 2.
Observación de la insuficiencia respiratoria. 3. Medición de la gasometría arterial,
que incluye el pH.
La observación y el juicio de enfermería son vitales para el reconocimiento y
tratamiento precoz de la insuficiencia respiratoria a. El personal de enfermería debe
ser capaz de evaluar una situación e iniciar acciones adecuadas en un corto período
de tiempo.
20. XVIII
CONCLUSIONES
La patologíarespiratoriaenel reciénnacidoconstituye lacausamasfrecuente de
morbilidadenel periodoneonatal.
El personal de enfermeríaestabienformadosobre este tema,proporcionaunos
cuidadosóptimosal neonatoyevitanposiblescomplicaciones.
21. XIX
RECOMENDACIONES
Es necesario desarrollar educación continua en todo el personal del servicio que
nos permita la actualización de conocimientos de la atención del recién nacido
como una estrategia preventiva y terapéutica para mejorar los resultados de la
población vulnerable.
Aumentar la captación de pacientes y visitas domiciliarias en centros y sub
centros de salud del área para aumentar los cuidados en las mujeres
embarazadas y disminuir la prevalencia de trastornos respiratorios.