Para iniciar la educación lingüística hogareña, es importante jugar con el niño en un lugar bien iluminado donde pueda ver la cara y los labios. Se recomienda jugar a la misma hora y lugar cada día, manteniendo siempre la atención del niño. Hable con voz normal, repita los nombres de objetos, demuestre cariño cuando el niño interactúe correctamente, y use juguetes para enseñar palabras nuevas diariamente durante al menos 15 minutos.