RESUMEN DE LA PELÍCULA DE CHERNOBYL ENFOCADO A MEDICINA DEL TRABAJO
Atando cabos
1. Atando cabos
(The Shipping News)
Estados Unidos, 2001
Dirigida por Lasse Hallström, con Kevin Spacey, Julianne Moore, Judi Dench,
Scott Glenn, Rhys Ifans, Pete Postlethwaite y Cate Blanchett.
¿Recuerdan A quién ama Gilbert Grape, Las reglas de la vida y Chocolate?
¿Recuerdan con qué buen pulso y sensibilidad el director Lasse Hallström
recorría el drama o la comedia dramática reflexionando sobre temas muy
densos -el aborto, la marginalidad, la discriminación- sin perder interés,
emotividad, ni caer en golpes bajos? En Atando cabos, la nueva película de
este director sueco instalado en Estados Unidos, podemos volver a festejar
muchos de esos logros anteriores, inclusive el de las buenas actuaciones sobre
las que se apoya el relato para construir a sus atormentados personajes.
Con el acento puesto una vez más en la búsqueda de la identidad, Atando
cabos narra la historia de Quoyle (Kevin Spacey). Este hombre inseguro y
tímido debe sus traumas -su terror al agua, por ejemplo- a los maltratos que su
padre le prodigaba de niño. Fracasado y solo la mayor parte del tiempo,
encuentra en una prostituta que le presta atención al amor de su vida. En un
par de escenas y con un poder de síntesis sorprendente, Hallström nos
deposita finalmente en el presente: aún muy enamorado y con una hija de seis
o siete años, Quoyle aguanta estoicamente los despechos de Petal (Cate
Blanchett) y se siente desesperado cuando su mujer se marcha y sufre una
desgracia. A partir de allí, y de la llegada de una media hermana de su padre
-que acaba de fallecer-, la trama da un giro y toma su rumbo definitivo.
Quoyle, la niña y la tía Agnis (Judi Dench) parten hacia la tierra de los Quoyle
para recuperar su pasado y construir un futuro mejor. Encuentran una casa
centenaria en medio de una montaña rocosa, nevada y rodeada por el violento
mar. Un pueblo que no recuerda a esa familia especialmente con cariño. Y una
serie de acontecimientos y leyendas misteriosas e intrigantes que se irán
develando a medida que avance el relato. Quoyle comienza a trabajar como
reportero de las “noticias de barcos” (de allí el título original) en el diario local y
se rodea de una serie de personajes -jefes, amigos, una nueva mujer y su hijo-
con sus propias miserias, dolores y esperanzas.
Con una estructura de corte clásico y un ritmo apacible pero sostenido, Atando
cabos se desarrolla entre la vida cotidiana de Quoyle, su trabajo y su relación
con Wavey (Julianne Moore) y un mundo de fantasía -con algo de realismo
mágico- que el relato esboza a través de los sueños y pesadillas que tiene el
personaje central, las visiones premonitorias de su hija y la revelación de varias
tragedias y secretos de los habitantes del lugar y de sus antepasados. Como
todas las criaturas de Lasse Hallström, Quoyle se sabe igual y a la vez
diferente, se anima a enfrentar sus temores y se muestra tal cual es para
descubrir así que también hay un mundo para él. Un mundo que en el cine de
Hallström vale la pena disfrutar.