EL QUIJOTE.pdf Libro adaptado de la edicion vicens vives de clasicos hispanicoss
Y tu mamá también
1. Y tu mamá también
México, 2001
Dirigida por Alfonso Cuarón, con Gael García Bernal, Diego Luna, Maribel
Verdú, Andrés Almeida, María Aura y Juan Carlos Remolina.
La nueva y aclamada película mexicana Y tu mamá también habla de sexo de
manera frontal, divertida y desenfadada. Pero más que ser el tema de la última
realización de Alfonso Cuarón (Grandes esperanzas, La princesita), las
relaciones sexuales explícitas, los diálogos subidos de tono y el erotismo
candente que la atraviesa, son sólo excusas para marcar un punto de quiebre,
una transición. El sexo, o más bien ciertas situaciones particulares relacionadas
con el sexo, será el inicio del camino hacia la madurez de dos adolescentes,
Julio y Tenoch. Situado en la ciudad de México, de donde el director es oriundo
aunque hace unos años reside y filma en los Estados Unidos, el cuarto
largometraje de Cuarón (ayudado por el guión de su hermano Carlos) resulta
un film íntimo, personal y bastante alejado de sus producciones anteriores.
Julio (Gael García Bernal se luce como en Amores perros) y Tenoch (Diego
Luna) son dos jóvenes de 17 años que se dedican a hacer cosas de chicos de
su edad: cogen con sus novias cada vez que pueden, fuman marihuana, salen
a divertirse, se masturban a dúo, disfrutan de la posición social privilegiada que
tienen (el segundo más que el primero) e intentan salir del aburrimiento y hacer
algo con sus vidas. Todas estas situaciones se muestran desprejuiciadamente
y sirven para describir a los personajes centrales. Pero es acertado que la
película no se apoye en la transgresión para sostenerse, y que ésta no sea un
fin en si misma sino un puente para indagar sobre la lealtad, la amistad, la
inocencia, el sufrimiento.
El conflicto se desencadena cuando los dos “charolastras” -como les gusta
denominarse en la logia inventada que comparten- conocen a Luisa (Maribel
Verdú). Esta española diez años mayor, que al principio no los registra, luego
de un hecho doloroso decide aceptar el viaje que los amigos le habían
propuesto. Ella no sabe que “Boca del cielo” es una playa inventada hacia la
que el trío parte desconociendo el rumbo. Ese lugar imaginario, y fuera de
campo la mayor parte del film, se convierte en un sitio mítico e inalcanzable. Un
lugar al que se dirigen en busca quién sabe de qué y que es metáfora de la
transformación que llegará cuando misteriosamente lo encuentren y sus vidas
se modifiquen para siempre.
Cuarón cambia el preciosismo estético y cierta dosis de fantasía de sus
películas anteriores por una road-movie mucho más realista. Vuelve a trabajar
con el director de fotografía Emmanuel Lubezcki (La leyenda del jinete sin
cabeza) pero recrea una puesta en escena que se vale de la cámara en mano
y la luz natural mayoritariamente. Sin embargo, la concepción narrativa de Y tu
mamá también sigue siendo muy particular. La voz en off que relata los hechos
enrarece el tono del film y el ritmo de la narración. Es que este relator
omnisciente interrumpe cada tanto el sonido de las imágenes -que se tornan
mudas- y describe hechos del pasado de los personajes o cosas que ocurrirán
2. más adelante y que no veremos. Es casi un momento de tiempo suspendido,
pero que a la vez hace avanzar dramáticamente la acción.
Esta narración en off también deja entrever cierta crítica social que, aunque
algo superficial, está relacionada con los protagonistas y algunos personajes
secundarios: quiénes son, por qué llegaron hasta allí, por qué terminarán como
terminarán. El mismo narrador que al final revela un hecho que le da sentido a
todo lo visto con anterioridad y que cambia la lectura de la historia.
En el medio, Julio y Tenoch irán descubriendo que no todo es como parece,
que su amistad no es tan indestructible como creían y que el deseo también
puede jugarles una mala pasada o, al menos, una pasada que los trasformará
rotundamente. El viaje real por las carreteras de México es un pretexto para el
viaje interior de estas tres criaturas que entre polvos, conversaciones íntimas y
confesiones, conocerán el dolor. Pero también el humor. Y tu mamá también es
una película que así como pasa completamente por lo sexual, también es
atravesada íntegramente por el humor. Porque el humor es la única catarsis en
un film difícil, provocador, triste quizás, sorprendente por momentos. Pero en el
que vale la pena sumergirse sin prejuicios.
Yvonne Yolis