La monarquía hispánica alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVI bajo el reinado de Carlos I, quien buscó establecer un Imperio Universal Cristiano que abarcaba amplios territorios de Europa y América. Sin embargo, en el siglo XVII la monarquía hispánica entró en decadencia debido a las guerras contra otras potencias europeas y la pérdida de colonias americanas.