El documento resume la historia de España en el siglo XVII. Comenzó con los reyes de la dinastía de los Austrias delegando el poder en validos o favoritos, lo que llevó a conflictos internos. La crisis económica y las reformas impopulares del Conde-Duque de Olivares provocaron grandes rebeliones en 1640 en Cataluña y Portugal, lo que marcó el inicio del declive del imperio español. España también sufrió derrotas militares frente a potencias como Francia y Países Bajos, perdiendo la mayor parte de
ENUNCIADOS CUESTIONARIO S9 GEOLOGIA Y MINERALOGIA - GENERAL.docx
La España del siglo XVII
1.
2.
3. 1. Los Austrias del siglo XVII.
Gobierno de validos y
conflictos internos.
4. Felipe III (1598-1621), hijo y heredero de Felipe II, inició la
práctica de la privanza o delegación de las cuestiones de
gobierno en manos de un hombre de confianza al margen
de los órganos de gobierno: el privado o valido. El valido
de Felipe III fue el duque de Lerma, que colocó en todos
los cargos importantes a sus parientes y amigos.
5. Durante su gobierno el hecho más destacado en política
interior fue la expulsión de los moriscos decretada en
1609. En política exterior llevó a cabo una política
pacifista motivada por la crisis económica, que condujo a
España a la paz con Inglaterra (1604) y a una tregua en
los Países Bajos (1609).
6. El duque de Uceda, hijo del duque de Lerma, le sucedió
en la privanza, y durante su gobierno se inició la Guerra
de los Treinta Años (1618-1648), guerra europea que
involucró a la monarquía española frente a un bando
mayoritariamente protestante liderado por Francia.
7. Felipe IV (1621-1665), hijo y heredero de Felipe III, tuvo
como valido al conde duque de Olivares, que tuvo
voluntad de reforma. En política exterior, consiguió al inicio
de su gobierno importantes victorias frente a los rebeldes
flamencos (toma de Breda) y frente a Suecia (Nordlingen).
8. El conde duque de Olivares promovió la Unión de Armas
(creación de un ejército común para toda la monarquía
financiado por los diferentes territorios). Además intentó
implantar como sistema de organización política el modelo
castellano en todos los territorios. La propuesta provocó el
rechazo general produciéndose importantes rebeliones
especialmente en Cataluña y Portugal (crisis 1640).
9. En 1643, ente las rebeliones iniciadas en 1640, Felipe IV
apartó de la política al conde duque de Olivares, siendo
sustituido por Luis de Haro. Las rebeliones internas,
favorecieron las derrotas en el exterior de la monarquía
española frente a Países Bajos (que se independizaron
definitivamente en la paz de Westfalia) y Francia (paz de
los Prineos).
10. Carlos II, hijo y sucesor de Felipe IV, se convirtió en rey de
España en 1665, pero al ser menor de edad ejerció la
regencia su madre, Mariana de Austria, quien confió el
gobierno a validos como el jesuita alemán Nithard o a
Fernando de Valenzuela, quienes no pudieron evitar la
decadencia de la monarquía hispánica en la escena
internacional.
11. Durante la mayoría de edad de Carlos II primero gobernó
Juan José de Austria, enemigo de la reina madre, y
posteriormente el duque de Medinaceli y el conde de
Oropesa, que llevaron a cabo una acertada política
financiera de reducción de impuestos y contención del
gasto público que acabará con la crisis del XVII y pondrá
las bases de la recuperación del XVIII. A pesar de esto en
1699 se produjo en Madrid el motín de los gatos por la
subida del pan.
12. La delicada salud del rey Carlos II y su falta de
descendencia provocó la constitución de bandos
alrededor de los dos principales candidatos: el nieto del rey
francés Luis XIV, Felipe de Anjou, y el hijo del emperador
de Austria Leopoldo I, el archiduque Carlos. El testamento
de Carlos II, que nombró heredero a Felipe de Anjou con la
condición de que no heredara el trono de Francia, no
impidió una nueva guerra a su muerte en 1700.
14. En el siglo XVII, debido a la política imperialista del siglo
anterior, España sufría una profunda depresión
económica y un notable descenso demográfico al que se
suma el desprestigio de los monarcas que delegan su
poder en manos de validos. El reinado de Felipe IV se
desenvolvió en un escenario internacional de guerra
permanente (Guerra de los Treinta Años) que dejó
arruinado al país.
15. Para afrontar la situación el conde duque de Olivares puso
en marcha una serie de reformas para aumentar los
recursos de la monarquía como la Unión de Armas, un
ejército común financiado por los diferentes reinos.
16. La crisis económica, unida a la Unión de Armas y a la
conversión de Cataluña en frente de guerra contra Francia,
provocó una revuelta en 1640 en Cataluña. El 7 de junio
de 1640 se inició en Barcelona la revuelta de los
segadores, que empezó como un altercado entre estos y
funcionarios reales y derivó en un motín general: el virrey,
el conde de Santa Coloma, fue asesinado, y los
funcionarios reales perseguidos (Corpus de Sangre).
17. Ante la revuelta catalana, la Corona envió al ejército y los
catalanes pidieron ayuda a Francia, convirtiéndose
Cataluña en una república bajo la protección del rey de
Francia Luis XIII. La crisis económica, un brote de peste y
la opresión francesa provocó el agotamiento de los
catalanes que se rindieron en 1652, con la condición que
se respetaran sus antiguos fueros.
18. En Portugal, las Cortes, aprovechando la rebelión
catalana, proclamaron en 1640 rey al Duque de Braganza
con el nombre de Juan IV. Todos los intentos de España
por recuperar el dominio de Portugal fracasaron (derrota
de Villaviciosa en 1665). La nueva monarquía portuguesa
se consolidó con la ayuda de Francia e Inglaterra y España
tuvo que reconocer, finalmente, su independencia en 1668.
19. En 1641 se produjo otra rebelión independentista en
Andalucía dirigida por el duque de Medina Sidonia y
hermano de la nueva reina de Portugal, pero la
sublevación aplastada. Una suerte similar corrió el
levantamiento independentista en 1648 del duque de Híjar
en Aragón, que buscó el apoyo de Portugal.
20. También estallaron revueltas en los territorios italianos.
En 1647 el pescador Masaniello protagonizó en Nápoles
un movimiento popular independentista con rasgos de
motín de subsistencia. Una rebelión similar tuvo lugar en
1648. en Sicilia. No obstante, ambas revueltas fueron
controladas por la monarquía de Felipe IV.
21. Aunque la mayoría de las rebeliones fracasaron (salvo
Portugal), mostraron la crisis general de la monarquía
hispánica, que iría unida a las derrotas exteriores
marcando el final de la dinastía de los Austrias en España.
23. En el reinado de Felipe III se interrumpió la tendencia
belicista del siglo anterior. La muerte de Isabel I de
Inglaterra posibilitó la paz con este país y la ruina
financiera de la corona obligó a firmar con Países Bajos la
Tregua de los Doce Años (1609-1621).
24. Un conflicto entre el emperador Fernando II y los príncipes
protestantes alemanes derivó en la Guerra de los Treinta
Años (1618-1648) en la que se enfrentaron de un bando
los Habsburgo, tanto austriacos como españoles (que
pretendían mantener su hegemonía en Europa y defender
el catolicismo), y de otro un heterogéneo grupo de países
liderados por Francia, que apoyaron el protestantismo.
25. A partir de 1621 se renovaron las hostilidades entre
España y Países Bajos. Tras algunas victorias iniciales
(Breda, Nördlingen,…), España fue derrotada por Francia
en Rocroi (1643), acabando la Guerra de los Treinta Años
en 1648 (Paz de Westfalia). España reconoció entonces
la independencia de las Provincias Unidas (Países Bajos).
26. La guerra contra Francia se prolongó hasta 1659, cuando
por la Paz de los Pirineos España cedió a Francia el
Rosellón, la Cerdaña, la región del Artois y algunas plazas
flamencas. Además, se acordó la boda de la infanta María
Teresa, hija de Felipe IV, con el rey de Francia Luis XIV, lo
que propiciaría la llegada de los Borbones a España en el
siglo XVIII. España perdió así su hegemonía en Europa a
favor de Francia.
27.
28. Durante el reinado de Carlos II España reconoció la
independencia de Portugal en 1668. Por otro lado,
España fue víctima de la política agresiva y expansionista
de Luis XIV de Francia: en la Paz de Aquisgrán (1668)
España cedió a Francia Lille y otras plazas fronterizas y en
la Paz de Nimega (1678) España entregó a Francia el
Franco Condado y otras plazas flamencas.
29. A la muerte de Carlos II (1700) España sólo conservaba
fuera de los territorios actuales y de América, Bélgica y los
territorios italianos (Milanesado, Nápoles, Sicilia, Cerdeña).
Estos territorios serán perdidos finalmente a causa de la
lucha entre las potencias europeas por la sucesión
española, al morir Carlos II sin descendiente (Guerra de
Sucesión entre 1701 y 1713).
30. 4. La España del siglo XVII:
evolución económica y social.
31. En el siglo XVII la economía española sufrió una aguda
crisis favorecida por las continuas guerras en los siglos
XVI y XVII, lo que produjo un endeudamiento constante de
la Hacienda real. Esto llevó a la corona a buscar nuevas
fuentes de ingresos como la creación de nuevos
impuestos, la venta de cargos públicos o la venta de
privilegios nobiliarios.
32. También la crisis provocó la devaluación de la moneda,
popularizándose el vellón (monedas de aleación de plata y
cobre).
33. La crisis económica se agravó por la caída de la demanda
causada por el descenso demográfico en la España interior
provocado por el aumento de la mortalidad debido la
propagación de epidemias, las guerras constantes y las
dificultades económicas. Además la expulsión de los
moriscos en 1609 supuso la pérdida de unos 300.000
campesinos, sobre todo de Valencia.
34. Las importaciones se incrementaron ante el atraso
tecnológico y la dominante visión negativa del trabajo.
35. La recesión económica afectó especialmente a ambas
Castillas, Extremadura, Aragón, Navarra y Andalucía. Se
manifestó en la caída de la producción agraria (abandono
de tierras), la disminución de la ganadería y de la industria
textil.
36. La España mediterránea padeció grandes oscilaciones
empezando a difundir una agricultura con vocación
comercial en torno a la morera, la vid, el arroz,... En
Galicia y la zona cantábrica hubo una cierta expansión
económica y de población, favorecida por la progresiva
expansión del maíz.
37. En el ámbito social la crisis afectó a todas las capas
sociales, aunque no por igual. La nobleza, que aumentó a
consecuencia de las ventas de títulos, vio disminuir sus
rentas y tuvo que endeudarse para mantener su nivel de
vida. El número de religiosos creció, no por el aumento de
vocaciones sino por la necesidad buscarse un medio de
vida.
38. El aumento de las clases no productivas supuso una
mayor presión sobre los vasallos, provocando el
empobrecimiento de burgueses y campesinos, el
estallido de rebeliones populares y un aumento del
bandolerismo y de la mendicidad.
39. Hacía 1680 la crisis se puede dar por finalizada, al
aumentar la natalidad, y producirse una lenta aunque
constante recuperación de la producción y el comercio en
parte consecuencia de medidas como la devaluación de la
moneda. Esto condujo a una expansión demográfica y
económica en la centuria siguiente.
40. 5. La España del siglo XVII:
esplendor cultural.
El siglo de oro.
41. La crisis política y económica
de España en el siglo XVII
contrasta con su esplendor
artístico conocido como “siglo
de oro”. El estilo artístico de
este siglo de crisis fue el
barroco, usado como
instrumento de dominación
ideológica por la monarquía, la
Iglesia y la nobleza dirigido a
las masas, por lo que fue un
estilo adecuado a los fines de
la Contrarreforma. Fue un estilo
que buscó impactar y
conmover en los espectadores
mediante diversos artificios.
42. En arquitectura, destacó la ornamentación y el sentido de
movimiento en obras como la Plaza Mayor de Madrid de
Juan Gómez de Mora, el antiguo Hospicio de Madrid de
Pedro Ribera o la Plaza Mayor de Salamanca de Alberto y
Joaquín de Churrigera.
43. En escultura triunfó el realismo y naturalismo de la
imaginería de Gregorio Fernández (escuela castellana) o
Pedro de Mena (escuela andaluza).
44. La pintura vivió una época de gran esplendor, destacando
por encima de todos la obra del pintor de cámara de Felipe
IV, Diego Velázquez. Otros pintores insignes fueron José
Ribera, Bartolomé Esteban Murillo y Francisco de
Zurbarán.
45. La literatura vivió una época de gran esplendor,
especialmente en el teatro con las obras de Lope de Vega,
Calderón de la Barca y Tirso de Molina, pero en poesía
también hubo granes autores como Luis de Góngora y
Francisco de Quevedo. Como temas literarios frecuentes
de esta época de crisis destacó el desengaño, la
caducidad de la vida y la vanidad de las ilusiones terrenas.
46. El esplendor artístico contrasta con la crisis de la
investigación y la ciencia por la rigidez del espíritu
contrarreformista encabezada por la Inquisición, que
agravó el atraso tecnológico español. El número de
universitarios descendió a lo largo del siglo. No obstante,
hubo una minoría, los novatores, que siguió abierta a la
modernidad, en Barcelona, Valencia y Zaragoza, en
materias como medicina, matemáticas o astronomía.