El aula invertida surgió en 2007 en Colorado, EE.UU. como una forma de romper con la educación tradicional. Se basa en que los estudiantes estudien y preparen las lecciones fuera del aula, reservando el tiempo en clase para aplicar los conocimientos con apoyo docente. Promueve la participación estudiantil, la interacción social y el uso de la tecnología. El profesor elabora materiales significativos y se enfoca en la capacitación constante en tecnología.