El documento identifica 7 características clave de las buenas prácticas en educación: promueven la interacción y cooperación entre estudiantes y docentes, emplean un modelo de aprendizaje activo, proporcionan retroalimentación rápida a los estudiantes, aprovechan el tiempo de aprendizaje de los estudiantes, comunican altas expectativas de aprendizaje, y respetan la diversidad de talentos y estilos de aprendizaje.