Para cuidar nuestro aparato circulatorio debemos tener una dieta saludable rica en frutas, verduras y cereales y pobre en grasas y frituras, hacer ejercicio regularmente como caminar o bailar, y dormir con las piernas elevadas. También es importante adoptar posturas correctas, comer castañas para estimular el riego sanguíneo cerebral, y mantener una temperatura corporal adecuada evitando exponernos a aguas muy frías o calientes.