Los principales síntomas de la bulimia incluyen episodios recurrentes de atracones de comida seguidos de conductas compensatorias como el vómito autoinducido o el uso de laxantes, una preocupación exagerada por el peso y la figura, y antecedentes de dietas frecuentes. Las complicaciones a largo plazo incluyen problemas dentales, digestivos y electrolíticos, así como un mayor riesgo de depresión, abuso de sustancias y comportamientos de autolesiones.