Pierre Bourdieu afirma que la opinión pública no existe porque las encuestas no son imparciales y los medios de comunicación difunden las opiniones que desean. Las encuestas asumen que todos pueden tener una opinión y que todas las opiniones tienen el mismo peso, lo que implica distorsiones como inducir respuestas a través de la formulación de preguntas. La opinión pública sirve para hacer creer en un consenso que legitima decisiones políticas, pero en realidad solo existen opiniones constituidas por pertenencia de clase e intereses de