El documento describe dos modelos de enseñanza: el modelo tecnológico y el modelo espontaneista. El modelo tecnológico reduce el papel del profesor y sobrevalora la teoría sobre la práctica. El modelo espontaneista evita el autoritarismo pero sobrevalora la práctica y menosprecia la teoría. Se propone un modelo sistémico que considera procesos complejos de enseñanza-aprendizaje basados en una visión constructivista e investigadora.