La reforma protestante buscó generar un cambio en las prácticas eclesiásticas de la iglesia medieval, lo que llevó a una ruptura e iglesia dividida en dos. Los filósofos luego exploraron nuevos métodos para el conocimiento, como el empirismo que se basa en la experiencia o el racionalismo que busca la certeza en la razón, mientras que el idealismo examinó el origen y naturaleza de las ideas.