1. Palabra SOBRE Dios
• Pero teología también es Palabra SOBRE Dios, es decir, después de escuchar esa
palabra (momento anterior) es necesario "decir algo sobre este Dios
experimentado".
• Entra en juego la capacidad racional del ser humano, de buscar los fundamentos
de su fe, de ese Dios en quien cree.
• Es, por tanto, comprender a Dios que se revela en su misterio y que sale al
encuentro del ser humano.
• En este momento el creyente se pregunta: ¿Cómo hablar de Dios en este contexto
determinado? En otras palabras, qué decimos de Dios de manera contextualizada.
Esta pregunta va enfocada a dar esperanza mediante la reflexión y el discurso oral
o escrito.
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2. Dar razón de nuestra fe
• Complementario a lo dicho antes, podemos decir que teología es "dar razón de lo que
creemos".
• Este esfuerzo, se ha hecho a lo largo de los siglos, de tal manera que podemos decir
que la teología es dinámica y en constante búsqueda y actualización.
• Por tener un método [teológico], un objeto de estudio [Dios, la fe, la persona de
Jesús] y un conjunto de conocimientos, podemos decir que la teología es una ciencia
del espíritu [Gadamer] o ciencia humana.
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3. Consideraciones fundamentales:
A. La teología nace del corazón de la propia fe. Es la “fe que busca saber”. Igualmente
el amor, que nace de la fe, busca saber las razones por las que ama. Esta es la
fuente objetiva de la teología. La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas
con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad.
Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y, en
definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar
también la plena verdad sobre sí mismo. JP II, Fides et Ratio
B. La fuente subjetiva de la teología es el propio espíritu humano que “desea
naturalmente conocer” (Aristóteles), y de este deseo no están excluidas las
cuestiones de la fe.
C. Todo creyente, en la medida que procura entender el porqué de su fe y de aquello
que cree, es, en esa misma medida, un “teólogo”.
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4. D. En su raíz más profunda, la teología nace de la fe, entendida en su unidad
como conversión. Sólo quien se deja transformar profundamente en el
movimiento de la fe puede tener acceso a los misterios divinos.
E. La fe es una realidad unitaria, pero también compleja. De hecho, la fe
comprende:
un elemento cognitivo: la fe-palabra;
Un elemento afectivo: la fe-experiencia;
Un elemento activo: la fe-práctica.
F. La fe está siempre antes que la teología y tiene el primado absoluto sobre
ella: “creo para entender”.
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5. Teología Latinoamericana
La teología hecha en América Latina, ya oficialmente denominada Teología de la
liberación, será definida por Gustavo Gutiérrez como “reflexión crítica de la praxis
histórica a la luz de la Palabra”, o como “reflexión crítica en y sobre la praxis histórica
en confrontación con la palabra del Señor vivida y aceptada en la fe”.
Pero además, el filósofo de origen argentino, Enrique Dussel, hará una explicitación de
lo que ha de entenderse como teología de liberación, así para él es un “momento
reflexivo de la profecía, que arranca de la realidad humana, social, histórica, para
pensar desde un horizonte mundial las relaciones de injusticia que se ejercen desde el
centro contra la periferia de los pueblos pobres”. Y esa injusticia es repensada
“teológicamente a la luz de la fe, articulada gracias a las ciencias humanas, y a partir de
la experiencia y el sufrimiento del pueblo latinoamericano”.
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6. Posteriormente muchos teólogos en América Latina entrarán en sintonía con la
propuesta teológica de Gustavo Gutiérrez. Poco a poco se fue tomando conciencia de
la necesidad de fundamentar y estructurar una metodología propia y más adecuada
para esta manera de hacer teología y será Ignacio Ellacuría, sj., quien encontrará en la
filosofía zubiriana una estructura filosófica sólida para la naciente teología
latinoamericana.
A estos esfuerzos metodológicos se sumarán los hermanos Boff, Leonardo y Clodovis,
que en el campo del método teológico aportarán distintos textos fundamentales.
Además del campo metodológico se fueron reflexionando distintas áreas de la
teología: en la cristología, donde Jon Sobrino tendrá un aporte sustancial; en el campo
de la eclesiología, donde no podemos dejar de mencionar a Ignacio Ellacuría; también
el campo de la espiritualidad fue encontrando un espacio dentro del campo de la
reflexión elaborada desde el tercer mundo, recordemos el libro Espiritualidad de la
liberación, escrita por Pedro Casaldáliga y José Ma. Vigil.
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7. Conforme fueron avanzando los años, se fueron matizando distintos conceptos propios
de esta teología y dichos conceptos fueron ordenados y compilados en la obra
Mysterium Liberationis. Conceptos fundamentales de la teología de la liberación,
coordinada por Ignacio Ellacuría y Jon Sobrino. Pero además de esta riqueza teológica y
conceptual, se fue definiendo con mas claridad una de las opciones fundamentales de la
teología latinoamericana, en consonancia con la Segunda Conferencia del Episcopado
Latinoamericano, la opción por los pobres, la cual ha sido el compromiso comunitario-
eclesial por parte de la Iglesia latinoamericana.
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8. DSI
Documentos oficiales de la
Iglesia
Teología Moral Social
Teología Dar razón de nuestra FE
Experiencia de Dios - Jesús
PSC
Experiencia humana
Israel
Cristo
Iglesia
FUENTES
MÉTODO
TEOLÓGICO
SAG.
ESC.
HER
MENÉU
TICA
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9. Pensamiento Social Cristiano (PSC)
• José Sols Lucia denomina PSC, “a la reflexión que hacen los cristianos,
en el interior de su fe, acerca de lo social, lo económico y lo político”.
• Ildefonso Camacho nos dice que “el pensamiento social cristiano
puede entenderse como toda la reflexión que se ha hecho a lo largo
de los veinte siglos de historia de la Iglesia sobre las cuestiones
relativas a la sociedad de cada época, integrando incluso la herencia
recibida de la etapa anterior”.
• Vemos claramente que hay tres elementos fundamentales en los que
coinciden Sols Lucia e Ildefonso Camacho: reflexionar (acción,
expresada en el sustantivo reflexionar), cristianos o Iglesia (referente a
los sujetos de tal acción de reflexionar) y, por último, en el objeto de la
reflexión: la cuestión social.
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10. La reflexión …
Del latín reflexio-onis, que se deriva del verbo latino reflecto, -ere, -xi, -xum: doblar o volver hacia atrás; retroceder, replegar,
encorvar; inclinar hacia atrás [la cabeza]; animun reflecto: volver a pensar en algo, reflexionar, apaciguarse.
La persona que reflexiona tiene que encorvarse, es decir, volver la mirada hacia él mismo; redireccionar sus cinco sentidos
hacia la centralidad de sí: al corazón (en sentido bíblico), hacia su conciencia, hacia su espiritualidad…
Reflexión, es volver hacia atrás, no como regresión o retroceso sino más bien como retornar continuamente hacia su origen
como persona, como creyente… es encontrarse nuevamente con el principio generador, es decir, donde inicia su génesis
existencial, donde comenzó todo: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?, ¿por qué hay algo y no nada?
También, reflexionar es volver a pensar algo. Ese algo es ya conocido por la persona, no es algo con lo que se tiene el primer
contacto o que está en la mera imaginación; sino que es real y con él se ha enfrentado, lo ha experimentado. Requiere
enfocar toda la atención, la razón y los sentidos a ese "algo", que ha sido objeto de un conocimiento previo.
En nuestro curso es volver a “la casa común” pero re-ubicados desde: a) una perspectiva clara, con criterios bien definidos, b)
convicciones bien arraigadas, c) una experiencia de fe a la luz del Evangelio, d) la sana tradición de la Iglesia, e) las enseñanzas
sociales del magisterio.
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11. • Al reflexionar nos hacemos cargo de la realidad, dejándonos interpelar por
ella y la analizamos buscando desmenuzarla hasta los tejidos más finamente
hilados. Por tal motivo, podemos decir que la reflexión se realiza desde: 1)
un contexto determinado, 2) dentro de la realidad en la que nos
encontramos inmersos. Al reflexionar, lo hacemos “cargados de realidad”,
desde abajo y desde dentro de la realidad social; por lo que conocemos
objetivamente los avatares históricos, políticos, económicos y religiosos que
rodean a la comunidad creyente.
• El ser humano emerge en el universo; nos dirá la Sagrada Escritura que es
colocado dentro del cosmos (orden representado en la creación original por
Dios creador). Al referirse a este cosmos, vertido siempre hacia adelante, en
constante expansión, los físicos nos dicen que “de la energía se pasó a la
materia, de la materia se llegó a la vida, de la vida se llegó a la
autoconciencia y de la autoconciencia se llegó a la percepción del Todo y del
Misterio que sustenta y atraviesa todo el universo”.
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