Las bases de licitación deben cumplir con cuatro características principales: claridad, legalidad, objetividad e imparcialidad. Deben redactarse de forma simple y clara para especificar los requisitos de manera accesible. También deben apegarse estrictamente a la ley y eliminar cualquier subjetividad para evitar interpretaciones. Finalmente, las condiciones deben ser las mismas para todos los participantes de manera imparcial.