El documento describe la evolución de las prisiones a través de los siglos, desde las mazmorras medievales para torturar y castigar, hasta las cárceles del siglo XIX con un modelo de rehabilitación y reincorporación a la sociedad. También explica que una prisión moderna es un lugar de residencia y trabajo donde viven personas de ambos sexos separados con un horario establecido y una estructura organizativa que incluye una junta de tratamiento, un director y personal como vigilantes, psicólogos y educadores.