1. CARTA ABIERTA AL COMITÉ DE ÉTICA ASISTENCIAL DEL CHUO
Cuando se abrió el plazo para la renovación envié mi solicitud, como muchas otras personas, un
total de 15, lo cual es todo un éxito y al mismo tiempo un problema ya que un comité demasiado
grande pierde operatividad. Hubo que proceder por tanto a la selección de los nuevos miembros. En
mi caso, como médico, y por la distribución de los miembros en tercios (1/3 médicos, 1/3 personal
sanitario no médico y 1/3 de personal no sanitario), habría de “competir” con los demás médicos
solicitantes. En mi haber cuento con formación específica: Experta Universitaria en Bioética
Sanitaria por UCM (1998) y Licenciada en Filosofía por la USC (2010). Mi objetivo al solicitar mi
integración en el nuevo ejercicio del CEA era poner al servicio del mismo dicha formación. Sin
embargo mi solicitud ha sido rechazada. Me cuesta creer que el resto de los médicos solicitantes me
superen en formación...
Si no se tenido en cuenta la formación, que es algo totalmente constatable ¿cuál ha sido el criterio
de selección? Dudo mucho que se me pueda considerar incapaz para el diálogo, o intolerante con
las ideas diferentes, los cuales serían criterios razonables de exclusión. Aunque sí me reconozco
intolerante con las manipulaciones y el engaño. Tampoco creo que honestamente se me pueda
considerar una persona arbitraria
Sospecho que las razones de mi exclusión tienen más que ver con antipatías personales que con
criterios razonables. Si esto es así, y estoy en lo cierto, el comité, en este caso, ha faltado al deber
de imparcialidad y ha tomado una decisión injusta a sabiendas, lo que técnicamente recibe el
nombre de `prevaricación´. Un hecho de este tipo desacredita y deslegitima a un comité de ética.
Una verdadera lástima ya que en el período que acaba de terminar ha hecho, a mi juicio un gran
trabajo
No es mi intención desacreditar al comité, sino todo lo contrario, de hecho, y para evitar dañar a
dicha institución aún no he hecho pública la decisión tomada con respecto a mi solicitud, a la que
considero vergonzosa y vergonzante, no para mí, sino para el comité. Creo que visto desde fuera es
muy difícilmente entendible que se me haya excluido.
Mi intención es simplemente que se expongan ante los nuevos miembros, de modo claro, los
criterios que se han seguido para la selección de los mismos y las razones de mi exclusión. Si
resulta que estoy equivocada, perfecto, no existirá ninguna dificultad en dar tales explicaciones,
pero si mis sospechas son ciertas, entonces la cosa cambia y mucho. Al menos los nuevos miembros
podrán conocer a lo que se enfrentan.
Un comité de ética no puede ser un grupo de amigos de pensamiento homogéneo, único. Es,
precisamente, en las diferentes visiones y planteamientos donde reside su verdadera riqueza,
siempre que estas visiones y planteamientos sean adecuadamente argumentados
No pretendo crear un cisma en el seno del nuevo comité, sino que se reflexione sobre los modos en
que se toman las decisiones y construya sobre limpieza y transparencia.
Sólo me queda desear al renovado CEA un fructífero ejercicio
Un afectuoso saludo a tod@s los miembros del nuevo CEA
Salomé Gil Rodríguez
Medico internista,
Experta Universitaria en Bioética Sanitaria y
Licenciada en Filosofía