2. En 1927, el joven arquitecto tapatío Luis
Barragán concluyó la remodelación de la casa
del Lic. Emiliano Robles León, en la calle de
Madero 607 esquina con Pavo. Esa fue su
primera obra independiente. Sin embargo un
año después, el Licenciado Gustavo R. Cristo,
entonces presidente municipal de
Guadalajara, le encargo a Barragán lo que
sería su primera obra completa, su casa
habitación ubicada en la calle de Pedro
Moreno.
3. Claramente influenciado por sus viajes a
Granada y Córdoba unos años atrás, la
Casa Cristo sorprende por sus diseños
de estilo morisco, sus colores vivos, y sus
arcos altos y estilizados. El uso de la teja
(que sería una característica importante
de sus posteriores obras) en bardas,
techos y cornizas, comenzó con esta
casa. El manejo característico de
Barragán de los colores, de la luz, de la
transición de los espacios
exteriores/interiores desde el porche
hasta las azoteas, comienzan a aparecer.
Teniendo claro el clima y los
asoleamientos del sitio, el arquitecto
crea un espacio estéticamente externo,
pero arquitectónicamente apto al lugar y
a la época.
4. Puertas, ventanas, canceles, pisos,
todos ellos diseñados por el mismo
arquitecto componen un diseño
ecléctico, estilizado mediante
diseños geométricos y el uso del
muro, el enjarre y el color como
elemento clave. Los naranjos,
arrayanes y nísperos de los patios
nos recuerdan algunas de las
especies también encontradas en los
jardines del Generalife. A la postre
esta manera de proyectar y construir
sería llamada Escuela Tapatía, que
Barragán y otros arquitectos de la
época como Rafael Urzúa y Pedro
Castellanos, entre otros, seguirían en
sus obras.
5. Desde 1988, la Casa Cristo es propiedad del
Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco,
que ha mantenido la casa en buen estado
pero por falta de fondos no ha podido
devolverla a su estado original. A pesar de
ello, en 2004 la construcción fu declarada
Patrimonio Artístico de la Nación. Existe desde
2009 un proyecto para convertirla en museo.