Este documento describe un caso real de la NASA donde hubo un accidente debido a fallas en la comunicación y procedimientos. Gene Kranz era el responsable de los controladores de vuelo pero estos no realizaron las pruebas necesarias ni consultaron con él antes de ejecutar una misión. Como resultado, el software de control no funcionó correctamente y no se completaron los procedimientos, lo que llevó al accidente. En el futuro, los controladores deberían haber implementado listas de verificación, reportado cualquier anomalía encontrada y asegurado la autorización