5. 1
La Consagración
¿O no saben que su cuerpo es templo del espíritu de santidad que mora en ustedes y que recibieron de
Elohim, y que ustedes no son suyos? porque los han comprado por un precio; por eso, glorifiquen a
Elohim en su cuerpo. Qorintiyim Alef 6:19-20
El amor del Mashíaj nos impulsa, porque estamos convencidos de que uno murió por todos; por lo tanto,
todos murieron. Y él murió por todos para que los que viven ya no vivan más para sí mismos, sino para
aquel que murió y resucitó por ellos. Qorintiyim Bet 5:14-15
La Base De La Consagración
Después de que hemos nacido de nuevo, Elohim todavía tiene mucho que hacer en nuestras vidas, y el servicio
que podemos rendirle a Él, es también abundante; sin embargo, esto requiere que le entreguemos
completamente nuestras vidas.
Si es verdad que Elohim requiere que le entreguemos nuestras vidas, ¿en qué se basa para exigir tal cosa? Las
Escrituras nos muestran que la consagración se basa en el hecho de que fuimos comprados. En Qorintiyim Alef se
dice que fuimos comprados por precio. Nuestra consagración se basa en la compra que Elohim hizo. Elohim nos
compró nada menos que con la sangre que Su amado Hijo derramó en el madero. La sangre preciosa fue el
precio que Elohim pagó para comprarnos y hacernos Su propiedad. EN VIRTUD DE TAL TRANSACCIÓN, NO ES EL
MUNDO NI NOSOTROS LOS QUE TENEMOS LA AUTORIDAD SOBRE NUESTRAS VIDAS, SINO ELOHIM. Ante Sus ojos,
nuestra consagración no es algo opcional, sino que tiene una base legal. Nosotros no tenemos más derecho sobre
nuestra vida, es Él quien lo tiene, porque es Él quien lo adquirió al pagar el precio estipulado.
Pero Él no sólo nos liberó de nuestro antiguo amo comprándonos, además de eso, nos sacó de la esclavitud Y NOS
CONVIRTIÓ EN SUS HIJOS.
Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Elohim envió a su Hijo, al nacer de mujer nació bajo condena legal,
para que redimiera a los que estaban bajo condena legal, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. Y por
cuanto ustedes son hijos, Elohim envió a nuestros corazones el espíritu de su Hijo, que clama: “Abba” (Padre).
Así que ya no eres más esclavo, sino hijo; y si hijo, también eres heredero por voluntad de Elohim. GalutYah
4:4-7
EL ESCLAVO OBEDECE A SU AMO PORQUE ES SU DEBER, PERO EL HIJO LO OBEDECE PORQUE LO AMA. ¡CUÁNTO
MÁS UN ESCLAVO LIBERADO QUE ES ADOPTADO COMO HIJO DEBERÍA OBEDECER POR AMOR!
Debemos conocer estos fundamentos de manera que afecte nuestra vida diaria. Cada vez que ocurra algo que
nos lleve a discutir con Elohim, debemos arrodillarnos ante Él y decir: "Abba Yahweh, soy el esclavo que
compraste para hacerme Tu hijo. Mi derecho de propiedad lo compraste con la sangre de Yahshua. Yo ya no me
pertenezco, soy parte de Tu familia, Tu hijo, y deseo serlo en obediencia. Incluso en este asunto, deseo que Tú
seas el Adón y que decidas por mí". Cada vez que tengamos la oportunidad de decidir, debemos tomar en cuenta
el fundamento de nuestra consagración, este acto de compra y adopción, que es el cimiento en el que nuestra
vida se basa. Por lo tanto, debemos permanecer sobre tal fundamento y nunca atrevernos a apartarnos de él. Si
experimentamos sinceramente tal consagración, entonces verdaderamente habremos comprendido qué es la
base de la consagración.
El Motivo De La Consagración
El motivo de la consagración es el amor de Elohim. Siempre que el Ruaj haKodesh imparte el amor de Elohim en
nuestro corazón, espontáneamente estaremos dispuestos a ser prisioneros de tal amor y a consagrarnos a
Elohim. Recordará usted que Shemot 21 hace referencia a un esclavo que a pesar de haber culminado sus seis
años de servicio y haber obtenido así el derecho a ser liberado, declaró: "Yo amo a mi amo, no saldré libre"
(pasuk 5). Debido a eso, su amo lo llevó junto a la puerta y le horadó la oreja con lezna. Él esclavo, al someterse
a ese acto, dijo en efecto: "Por amor a mi amo, quiero ser su esclavo para siempre". Él podía haber sido libre,
pero por amor repudió su libertad. En esto consiste una consagración verdadera.
Leímos antes: "El amor del Mashíaj nos impulsa... para que los que viven ya no vivan más para sí mismos, sino
para aquel que murió y resucitó por ellos". Esta es nuestra verdadera vida a partir del momento en que fuimos
salvos, y esta tiene que ser nuestra experiencia de cada día.
6. 2
Todo aquel que ha tenido una experiencia de verdadera consagración ha sido conmovido por lo menos una vez, o
posiblemente muchas veces, por el amor de Elohim. Si Él no nos conmueve con Su amor, la consagración es una
experiencia amarga; de hecho, es imposible. La seguridad de nuestra consagración depende del fundamento en
el que ella está basada, pero la vitalidad, la firmeza y la dulzura de nuestra consagración dependen del poder
que la motiva, es decir, del amor de Elohim. La consagración se produce cuando el Adón toca la vida de uno.
Alguien que conoce el amor del Adón no requiere de súplicas para rendirse a Él, esto ocurre espontáneamente.
Si verdaderamente experimentamos el amor de Elohim, sentiremos que debemos ofrecerle todo lo nuestro; sin
embargo, al mismo tiempo sentiremos que nuestras ofrendas más valiosas son como basura a la luz de Su amor.
Si nos dejamos conmover por el amor de Elohim, nuestra consagración será espontánea.
El Significado De La Consagración
Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Elohim que le ofrezcan sus cuerpos como sacrificio
vivo, consagrado y agradable a Yahweh, como su culto racional. Romaniyim 12:1
Trajo el segundo carnero, el carnero de la ordenación. Aharón y sus hijos pusieron las manos sobre la
cabeza del carnero, y lo inmolaron. Mosheh tomó un poco de su sangre y la puso en el lóbulo de la oreja
derecha de Aharón, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo gordo de su pie derecho.
Mosheh trajo entonces a los hijos de Aharón y puso un poco de la sangre sobre los lóbulos de sus orejas,
y sobre los pulgares de sus manos derechas, y sobre los dedos gordos de sus pies derechos; y el resto de
la sangre la roció Mosheh contra cada costado del altar. Tomó la grasa –el rabo gordo, toda la grasa
alrededor de las entrañas, la protuberancia del hígado, y los dos riñones con su grasa– y el muslo
derecho. De la canasta de panes ácimos que estaba delante de Yahweh, tomó una torta de pan ácimo,
una torta de pan de aceite, y una galleta, y las colocó sobre las partes grasosas y sobre el muslo
derecho. Puso todo esto en las manos de Aharón y en las manos de sus hijos, y lo elevó como ofrenda
elevada delante de Yahweh. Vayikra 8:27-28
Romaniyim nos muestra que el significado de la consagración es ser un "sacrificio". ¿Qué significa la frase "ser un
sacrificio"? ¿Qué es un sacrificio? La Escritura nos muestra que siempre que algo es apartado de su posición y uso
originales, y es puesto en el altar de Elohim, específicamente para Él, ese objeto entonces se convierte en un
sacrificio. En el Tanaj, los hombres ofrecían bueyes y carneros como sacrificios.
Debemos considerar este asunto. A la luz de las ofrendas del Tanaj. Cuando un carnero era sacrificado y ofrecido
en el altar, inmediatamente era separado de todo aquello con lo cual estuvo antes vinculado. Los lazos que lo
unían a su amo, a sus compañeros y a su corral, eran cortados e incluso, una vez consumido por el fuego, él
mismo perdía su forma y tamaño originales. Lo mejor de él llegaba a convertirse en olor grato para Elohim, y
sólo quedaba un montón de cenizas. EL RESULTADO FINAL DE QUE EL CARNERO FUESE OFRECIDO A ELOHIM ERA
QUE ÉSTE ERA DESPOJADO DE TODO Y ANIQUILADO COMPLETAMENTE. Ya que nuestra consagración es también
una ofrenda a Elohim, el resultado debe ser el mismo. Se debe renunciar a todo para que sea quemado por
Elohim hasta convertirse en cenizas, al grado en que absolutamente todo ha sido aniquilado.
Algunos hermanos y hermanas todavía abrigan la esperanza de que, una vez que se consagren, habrán de llegar a
ser personas notables en el mundo. Esto demuestra que no han renunciado a su futuro. Él futuro al cual nos
referimos no es el futuro que tenemos en el mundo, sino nuestro futuro en el mundo creyente. Ya no podemos
tener un futuro en el mundo, según los padrones del mundo, con las expectativas del mundo.
Todos sabemos que es natural que el mundo nos atraiga y nos ofrezca la posibilidad de un futuro, pero incluso el
llamado "mundo creyente" tiene demasiadas cosas de este mundo, y su futuro está amarrado a este sistema. Sin
embargo, en una persona consagrada, todas estas expectativas deben ser llevadas a la muerte. Una persona
verdaderamente consagrada ha renunciado a su futuro, no sólo a su futuro en el mundo, sino también a su
llamado "futuro espiritual". Él ya no abriga ninguna esperanza para sí mismo, toda su esperanza está en Elohim.
Su vida está, de manera pura y sencilla, en las manos de Elohim; ESTA PERSONA ES LO QUE ELOHIM QUIERE QUE
ÉL SEA Y HACE LO QUE ELOHIM QUIERE QUE ÉL HAGA. Esta persona no sabe cuál vaya a ser el resultado de su
entrega, y tampoco le importa. Lo único que sabe es que él es un sacrificio que pertenece completamente a
Elohim, y esto es lo único importante para él. Así, el altar es, para siempre, el lugar donde él está y el resultado
es, para siempre, un montón de cenizas. Él ha renunciado completamente a su futuro.
Este acto de renunciar a nuestro futuro no lo hacemos a regañadientes, después de que por alguna razón las
esperanzas que teníamos para el futuro fueron demolidas; no, es una entrega voluntaria que surge de nuestro
interior "porque el amor de Yahshua nos constriñe". Si nuestra consagración no está bien fundada, tarde o
temprano surgirán problemas en nuestro servicio y en nuestra condición espiritual.
7. 3
Hermanos y hermanas, la frescura de esta consagración producida al renunciar a cualquier futuro prometedor,
debe ser resguardada en lo íntimo de nuestro ser. Nunca deje que su consagración envejezca. Si ella envejece,
es como si usted nunca se hubiese consagrado. Debemos ser siempre como las cenizas en el altar, siempre ser
enteramente para la satisfacción de Elohim, y nuestro futuro debe ser LAS COSAS DE YAHWEH. Esto debe ser
siempre presente en nuestras vidas, porque Shaúl nos pide que seamos SACRIFICIOS VIVOS, eso implica un
sacrificio continuo, que dura toda nuestra vida. Aún no hemos sido completamente consumidos en el fuego, no
nos levantemos del altar entonces hasta que Yahweh haya terminado Su obra en nosotros.
ENTONCES, UN SACRIFICIO NO ES OTRA COSA QUE ALGO QUE HA SIDO APARTADO PARA ELOHIM Y PUESTO EN EL
ALTAR, LO CUAL IMPLICA UN CAMBIO DE POSICIÓN Y DE USO. SEA UN BUEY O UN CARNERO, SEA FLOR DE HARINA
O ACEITE, UNA VEZ QUE ES OFRECIDO COMO SACRIFICIO, YA NO SE HALLA EN LAS MANOS DE QUIEN HACE LA
OFRENDA Y ÉSTE YA NO PUEDE USARLO PARA SU PROPIO BENEFICIO Y DELEITE.
Cuando nos presentamos a Elohim como sacrificio, nos convertimos en alimento para Elohim, ofrenda grata, olor
fragante; somos para Su satisfacción. Entre las ofrendas de los yisraelitas, eran ofrecidas a Elohim como
alimento, tales como el carnero, el carnero, las palomas y las tórtolas, las cuales servían de sacrificio. Cuando
estos animales eran ofrecidos como holocausto, eran quemados en el altar y llegaban a ser olor grato, alimento
para Elohim (Vayikra 3:11).
El hecho de que Elohim aceptara tal sacrificio como olor grato, significaba que esto le satisfacía. Y esto era
entonces la persona ESTABA EN OBEDIENCIA. Él no se agradó de la ofrenda de Qayin/Caín porque Qayin no tenía
un corazón dispuesto al Padre e hizo una ofrenda de lo que él quiso, no lo determinado. Qayin ofreció los frutos
de su labranza, algo que Yahweh no había pedido: fue una oferta del alma, no del ruaj, y por eso fue rechazada.
Debemos asegurarnos de ofrecer a Yahweh LO QUE ÉL PIDE, NO LO QUE QUEREMOS.
El Propósito De La Consagración
Ya que el significado de la consagración es llegar a ser un sacrificio, lo que se ofrece es completamente para
Elohim. Él propósito de la consagración, por lo tanto, es que seamos utilizados por Elohim, que trabajemos para
Él. Pero, para poder trabajar para Elohim, primero debemos permitir que Elohim opere en nosotros.
La ofrenda de los sacrificios mencionada en el Tanaj también arroja luz sobre este asunto. Cuando los carneros y
los chivos eran inmolados y ofrecidos a Elohim en holocausto, primero era necesario que Elohim realizara una
obra completa en ellos; es decir, debían ser completamente consumidos por el fuego para hacerlos agradables y
aceptables para Elohim. Así también, nuestras obras deberán pasar por fuego y ser probadas:
...la obra de cada uno será evidente, porque el día la descubrirá. Porque por el fuego se revelará; y a la
obra de cada uno, sea la que sea, el fuego la probará. Qorintiyim Alef 3:13
Si los sacrificios no eran consumidos por el fuego, estarían crudos y malolientes y jamás podrían llegar a ser
aceptables ni agradables para Elohim. Hoy ocurre lo mismo con nuestra consagración. Ya nos hemos ofrecido a
Elohim; sin embargo, si primero no permitimos que Elohim haga Su obra en nosotros, sino que salimos
directamente a trabajar para Él y servirle, como tantos pretenden en su entusiasmo almático, tal trabajo y
servicio estarán "crudos", sin preparación y malolientes; jamás serán aceptados por Elohim y, mucho menos,
podrán satisfacerle.
SI QUEREMOS TOCAR LAS COSAS ESPIRITUALES, DEBEMOS PRIMERO PERMITIR QUE ELOHIM OBRE EN NOSOTROS A
FIN DE QUE SEAMOS QUEBRANTADOS, SUBYUGADOS Y DISCIPLINADOS POR ÉL. Debemos ser severos con nosotros
mismos y preguntarnos si nuestra consagración tiene como fin obrar para Elohim directamente o permitir que Él
obre en nosotros primero. En consecuencia, después de nuestra consagración no debemos estar ansiosos por
realizar algo para el Adón, sino que debemos permanecer en el altar y dejar que Elohim obre en nosotros y nos
consuma. Como resultado de Su acción consumidora, llegaremos a ser capaces de trabajar para el Adón. Esta
consagración, este servicio, habrá madurado y estará en resurrección; será aceptable para Elohim y le satisfará.
En conclusión, el objetivo de la consagración es permitir que Elohim obre en nosotros con el fin de que obremos
para Él. Que todos nosotros, por la gracia del Adón, prosigamos y, juntos, sigamos adelante.
8. 4
Terminar Con El Pasado
Ser Nuevas Criaturas
De modo que si alguno está en el Mashíaj, es una nueva criatura; las cosas viejas pasaron; ahora todo se
ha hecho nuevo. Qorintiyim Bet 5:17
Pues, por la inmersión quedamos sepultados con él en la muerte, para que así como al Mashíaj lo
resucitó de entre los muertos el poder del Padre, así también nosotros iniciemos una vida nueva.
Romaniyim 6:4
Después de ser salvo, uno debe poner fin a su vieja manera de vivir y a sus viejas costumbres. Antes de ser salva,
una persona es pecadora por naturaleza y vive en pecado; es también una persona de la vieja creación y se
comporta como tal. Pero ahora, después de haber sido salva, ha llegado a ser una persona de la nueva creación,
cuya vida es la vida de la nueva creación; como tal, deberá tener un nuevo comienzo y, espontáneamente, llevar
una nueva vida.
En el Tanaj, una vez que los hijos de Yisrael fueron salvos mediante Pésaj, dejaron inmediatamente Mitzrayim,
abandonando la manera de vivir egipcia y poniendo fin a todo lo relacionado con ella. Desde aquel día, la vida
que llevaron era nueva, la manera en que se condujeron era nueva, y todo lo que hicieron era nuevo. ASÍ por lo
tanto, ELLOS LE PUSIERON FIN A SUS VIEJAS COSTUMBRES Y A SU VIEJA MANERA DE VIVIR. Esto tipifica
claramente lo que significa terminar con el pasado.
Aunque en las Escrituras no encontramos enseñanzas que directa y específicamente se ocupen de este tema, sí
vemos las cosas que Yahweh hizo con los antiguos yisraelitas, y sabemos bien que
Estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros... Qorintiyim Alef 10:6
En primer lugar, terminar con nuestro pasado no es un requisito que debamos cumplir para ser salvos, por
cuanto la salvación provista por Elohim es perfecta y completa. No importa cuán graves o devastadores hayan
sido nuestros pecados, todos ellos han sido cubiertos por la sangre preciosa del Adón. Esta salvación no requiere
que nosotros le añadamos algo o hagamos algo al respecto para obtener el perdón de Elohim. El perdón que
Elohim nos da, está basado en la preciosa sangre del Adón Yahshua y es el resultado de nuestro arrepentimiento
y fe.
Pero si disfrutamos de la salvación divina, la vida de Elohim hará que nuestras inclinaciones y preferencias e
incluso nuestros sentimientos con respecto al mundo, sean cambiados. Incluso nuestras preferencias con
respecto a la manera de satisfacer nuestras necesidades diarias, tales como comer y vestir, cambiarán.
Por lo tanto, espontáneamente le damos fin a nuestra vieja manera de vivir, o sea, damos fin a aquellas
costumbres que veníamos arrastrando hasta el presente y no permitimos que éstas persistan. Esto viene a ser
fruto del deleite de nuestra salvación. Por lo tanto, si nosotros, los que hemos sido salvos, deseamos tener una
vida creyente mejor, andar apropiadamente en el camino del Adón y dar testimonio de Él, es necesario que
pongamos fin a nuestro pasado.
En segundo lugar, darle fin al pasado no responde a las exigencias de normas externas, sino al mover interno del
Ruaj. Las religiones del mundo se basan en sus numerosos códigos religiosos, y sus seguidores viven y se
conducen en conformidad con esas normas. Pero la salvación que el Adón nos brinda no es así. La salvación del
Adón, por medio de la regeneración del Ruaj haKodesh, nos da una vida nueva.
Debido a que tenemos una vida nueva, la vida divina, ahora podemos vivir y conducirnos en la presencia de
Elohim al basarnos en el sentir de la vida divina y en la operación del Ruaj en nosotros. Por lo tanto, terminamos
con nuestro pasado teniendo como base el mover del Ruaj. Así, el Ruaj opera en una persona regenerada y le
comunica el sentir de que tiene que poner fin a ciertos asuntos de su pasado, ya que éstos son incompatibles con
la vida nueva de uno que ha creído en Mashiaj. Todavía más, terminar con el pasado no constituye un precepto
de la asamblea de creyentes, PERO SI NO LO HACEMOS, SEGUIREMOS CARGANDO CON LAS COSTUMBRES DEL
VIEJO HOMBRE Y NUNCA SOMETEREMOS NUESTRA ALMA. La vida que hemos obtenido es santa, y para que el Ruaj
se mueva y opere en nuestro ser, necesitamos devolver al alma a su justo lugar. Por lo tanto, el Ruaj, sin duda
alguna, exigirá que nosotros, poseedores de la vida kadosh, eliminemos todo ídolo y todo lo relacionado con
ídolos, que nos deshagamos de todo lo demoníaco e inmundo, que devolvamos lo que debemos, y que demos fin
a nuestra vieja manera de vivir.
9. 5
Así por lo tanto, nuestra responsabilidad consiste en dejarnos conducir por el Ruaj y permitir que Él se mueva
libremente en nuestro ser.
Quitar Los Ídolos
...y cómo (ustedes) se convirtieron de los ídolos a Yahweh, para servirle al Elohim vivo y verdadero...
Tesaloniyim Alef 1:9
Asimismo, un buen número de los que habían practicado la magia trajeron sus libros y los quemaron
delante de todos. Calcularon su valor y hallaron que era de 50,000 monedas de plata. MaAseh 19:19
Debemos tener siempre presente que Elohim prohíbe que el hombre se haga imágenes. No debemos pensar que
algo hecho por el hombre pueda tener vida, porque en el momento que tengamos tal pensamiento, ese objeto se
convertirá en un ídolo para nosotros. Los ídolos no significan nada, pero si creemos que poseen vida, caeremos
en el error. Por eso Elohim prohíbe adorar tales cosas. Elohim prohíbe incluso la más leve inclinación de nuestro
corazón hacia tales cosas. Uno de los diez mandamientos prohíbe hacerse ídolos (Devarim 5:8).
En Devarim 12:30 dice:
¡Cuídate de ser seducido por sus costumbres después que hayan sido eliminadas delante de ti! No
preguntes por sus deidades, diciendo: “¿Cómo adoraban esas naciones a sus deidades? Yo también voy a
seguir esas prácticas”.
Esto nos muestra que no debemos ni siquiera averiguar de qué manera los gentiles adoran a sus dioses. A los
curiosos les gusta estudiar la manera en que las naciones adoran y sirven a sus dioses. Pero Elohim nos prohíbe
hacer tal cosa, porque si lo hacemos, terminaremos adorando ídolos. Por lo tanto, también nos está prohibido
ser aquellas personas que sienten curiosidad al respecto.
¿Qué acuerdo puede haber entre el templo de Yahweh y los ídolos? Qorintiyim Bet 6:16
El significado de este pasuk es bastante obvio. Los creyentes no deben visitar los templos, ni acompañar a otros,
ni siquiera visitarlos como "un paseo cultural". Esto es porque Qorintiyim Bet 6:16 establece claramente que
nosotros somos el templo del Elohim viviente y que no hay acuerdo posible entre el templo del Elohim viviente y
los ídolos. Yohanan dice: "Hijitos, guardaos de los ídolos", lo cual significa que nos mantengamos lejos de ellos.
Muchos serán los dolores de los que se van tras otros (elohim). Yo no tomaré parte en sus libaciones de
sangre, ni pronunciaré sus nombres con mis labios. Mizmor 16:4
Debemos ser muy cuidadosos y evitar nombrar los ídolos aun en el púlpito, a menos que necesitemos dar un
ejemplo. No debemos ser supersticiosos, ni tener temor a la desgracia que nos pueda sobrevenir, ni tampoco
considerar tabú ciertas palabras o asociación de ideas, pero no podemos usarlos en nuestra conversación
cotidiana. Por ejemplo, en nuestros idiomas existen exclamaciones o frases de uso común que son casi
mecánicas, como "¡Por el amor de Dios!", o "Gracias a Dios", "Ojalá" (que viene del árabe y significa "Alá lo
quiera") que debemos esforzarnos por eliminar.
Muchos creyentes todavía prestan atención a la adivinación de la fortuna, a la lectura de rasgos faciales y la
predicción del futuro. Todo lo que tenga que ver con la adivinación y el horóscopo está prohibido. Debemos
poner fin a todo aquello que esté en la esfera de la idolatría. Debemos deshacer completamente todo vínculo
que tengamos con los ídolos.
El creyente debe renunciar a sus ídolos desde el momento en que es salvo. Ya no debe mencionar los nombres de
los ídolos ni debe involucrarse en actividades de adivinación, ni visitar templo alguno. No debemos adorar
ninguna imagen, porque hasta el pensamiento de hacerlo nos está prohibido. Tampoco debemos indagar acerca
de la manera en que las religiones adoran a sus ídolos. Todas estas cosas pertenecen al pasado y debemos
desecharlas. Todo objeto relacionado con este tipo de cosas debe ser destruido, ni siquiera debemos tratar de
venderlo. Tales cosas tienen que ser destruidas, exterminadas y extirpadas por completo. Espero que ninguno de
los nuevos creyentes tome este asunto a la ligera. Por el contrario, deben ser muy cuidadosos al respecto, ya
que Elohim es extremadamente celoso en cuanto a los ídolos.
Si ustedes no toman la determinación de poner fin a los ídolos ahora, les será muy difícil comprender todos los
ídolos que nos rodean en la actualidad. Nosotros estamos "donde tiene el trono haSatán", rodeados de ídolos por
todas partes, Y LA MAYORÍA DE ELLOS NO LOS RECONOCEMOS. Indudablemente, no debemos adorar ningún ídolo
de barro ni de madera, pero aun si tuviese vida, tampoco debemos adorarlo.
10. 6
Recordemos que debemos rechazarlos a todos, y eso incluye las imágenes de "Jesús" y de "María". La Iglesia
Católica enseña heréticamente que físicamente el hombre debe adorar imágenes visibles para ser "ayudado" a
adorar, con su ruaj, al Elohim invisible. No debemos seguir tal enseñanza. Debemos adorar a Elohim en ruaj y
deshacernos de las imágenes.
Debemos ser exhaustivos al darle fin a este asunto de manera definitiva y completa. De otro modo, seremos
engañados y seguiremos el camino equivocado. Nosotros no servimos en la carne sino en el ruaj. Elohim busca
personas que le sirvan en ruaj, no en la carne. Elohim es ruaj, no una imagen. Si todos los hermanos y hermanas
prestan atención a esto, no caerán en las manos del catolicismo romano en el futuro. Un día el anticristo vendrá
y el poder que ejercerá el catolicismo romano será enorme.
Las Escrituras nos enseñan que lo primero que debemos hacer para poner fin al pasado es desechar y repudiar
todos los ídolos, y esperar la venida del Hijo de Elohim. No debemos ni siquiera guardar retratos de Yahshua, ya
que esos retratos en realidad no son Él y carecen del menor valor. En los museos de Roma hay más de dos mil
diferentes imágenes del Adón Yahshua, y todas ellas reflejan la imaginación de los artistas. En algunos países
hay artistas que buscan personas que, según su opinión, se conforman a la idea que ellos tienen de Yahshua.
Estos artistas contratan a estas personas para que posen para ellos con el fin de dibujar retratos de Yahshua.
Esto es una blasfemia. Nuestro Elohim es un Elohim celoso y no tolera tal cosa entre nosotros. No debemos
tolerar entre nosotros ninguna clase de superstición. Hay quienes les gusta decir: "Hoy no es un buen día, son
malos presagios". Tales comentarios proceden directamente del infierno. Los hijos de Elohim deben extirpar
tales pensamientos por completo desde el primer día de su vida creyente y deben eliminarlos por completo. No
debemos tolerar entre nosotros nada que tenga el sabor de la idolatría.
El caso de los tesalonicenses es un ejemplo de terminar con el pasado. Volverse de los ídolos a Elohim, es
volverse no sólo de los dioses falsos que incluyen a los demonios que se esconden tras ellos, sino también de
todas las cosas que reemplazan a Elohim. Después de que un hombre es salvo, ya sea cuando está por bautizarse
o habiéndose bautizado, deberá eliminar toda relación que, en su vida diaria, haya tenido con los ídolos o con
cualquier cosa vinculada a ellos. Si le resulta difícil hacer esto, él podría buscar a unos cuantos hermanos para
que oren con él a fin de obtener las fuerzas y valentía necesarias, y de esta manera, ser ayudado a realizar lo
que se ha propuesto.
No obstante, esto debe ser hecho por él mismo y del modo más exhaustivo posible; de hecho, cuanto más
exhaustivamente se haga, mejor.
Hay ciertos objetos vinculados al estudio de rasgos faciales, a la adivinanza, al horóscopo y la adivinación. Ya
que dichos objetos tienen que ver con ídolos, todos ellos deberán ser desechados.
Es indebido que un creyente conserve ídolos u otros objetos supersticiosos en su casa. Tenemos que deshacernos
de todo lo relacionado con los ídolos. No sólo debemos deshacernos de los íconos paganos, sino que también
debemos despojarnos de los cuadros y estatuas de Yahshua. En realidad, estos cuadros representan
supersticiones porque son utilizados como símbolo de adoración, y a los ojos de Elohim son blasfemos; por lo
tanto, deben ser eliminados.
Debemos valernos de nuestro ruaj para adorar a Elohim, quien es Ruaj (Yonah 4:24) y nunca inclinarnos delante
de ninguna imagen, lo cual es rendir culto a una imagen visible.
Destruir Las Cosas Demoníacas E Inmundas
Lo que sucedió con los creyentes de Éfeso constituye otro ejemplo de terminar con el pasado. MaAseh 19:19 nos
dice que los creyentes Efesiyim que solían practicar la magia trajeron sus libros y los quemaron. Basados en
esto, nosotros hemos adoptado la práctica de incinerar todo objeto inmundo y demoníaco, todo aquello que sea
impropio, como por ejemplo: las velas e inciensos que se usan para adorar ídolos, los adornos y vestimentas con
imágenes de dragones, libros que las religiones paganas consideren como sagrados, libros y amuletos que tengan
que ver con la adivinación y las tablas que se usan para practicar la adoración de los antepasados; además, todo
aquello que sirva para juegos de azar, todo lo que se usa para embriagarse con bebidas alcohólicas, pipas para
fumar, libros obscenos y fotografías pornográficas. Las ropas indecentes también pertenecen a esta categoría.
Todas estas cosas son demoníacas e indecentes. Todos nosotros debemos ser conducidos por el Ruaj haKodesh a
arrancar tales objetos de nuestras vidas y de nuestros hogares.
En breve, todo lo que tenga que ver con ídolos y cualquier objeto demoníaco e inmundo, independientemente
del valor monetario que tenga, arderá en el fuego. Las Escrituras dice específicamente que los objetos
quemados por los Efesiyim equivalían a cincuenta mil piezas de plata. Esto nos demuestra que cuando los
11. 7
Efesiyim destruyeron las cosas demoníacas e inmundas, ellos quemaron numerosos objetos de valor. Por lo
tanto, al destruir objetos demoníacos e inmundos, no debemos tener en cuenta el costo o pérdida que eso
signifique en términos monetarios, sino la liberación que tal acción nos proporciona.
Separarnos Del Mundo
Así que trajeron de nuevo a Mosheh y a Aharón delante del Faraón y él les dijo: "¡Vayan y adoren a
Yahweh su Elohim! ¿Quiénes son los que van a ir?" Mosheh contestó: "Iremos todos, jóvenes y viejos:
iremos con nuestros hijos e hijas, nuestros rebaños y manadas; porque tenemos que observar la
festividad de Yahweh". Pero él les dijo: "¡Que Yahweh esté contigo si yo tengo intenciones de dejar ir a
los niños contigo! Claramente, tienes malas intenciones. ¡No! Vayan ustedes los hombres y adoren a
Yahweh, ya que eso es lo que ustedes quieren". Y los expulsaron de la presencia del Faraón (...)
Entonces Yahweh le dijo a Mosheh: "Extiende tu mano hacia el cielo para que haya oscuridad sobre la
tierra de Mitsráyim, una oscuridad que se pueda palpar". Mosheh extendió su brazo hacia el cielo y una
oscuridad densa descendió sobre toda la tierra de Mitsráyim por tres días. La gente no se podía ver unos
a otros, y por tres días nadie se pudo levantar de donde estaba, pero todos los yisraelitas disfrutaban
de luz en sus Tabernáculos. El Faraón entonces convocó a Mosheh y dijo: "¡Vayan y adoren a Yahweh!
Sólo sus rebaños y sus manadas deberán dejar atrás; aun sus niños pueden ir con ustedes". Pero Mosheh
dijo: "Usted debe proveernos sacrificios y ofrendas quemadas para ofrecer a Yahweh nuestro Elohim;
nuestros animales irán también con nosotros –ni una pezuña se quedará atrás; porque de ellos tenemos
que escoger para la adoración a Yahweh nuestro Elohim; y no sabremos con qué vamos a adorar a
Yahweh hasta que lleguemos allá". Shemot 10:8-11,21-26
Por eso, ¡Salgan de en medio de ellos, y apártense! dice Yahweh. No toquen lo inmundo, y yo los
recibiré... Qorintiyim Bet 6:17
En las Escrituras hay muchos mandamientos con respecto a nuestra separación del mundo. El Tanaj da
numerosos ejemplos y enseñanzas al respecto. Por ejemplo: Mitzrayim, Ur de los caldeos, Babilonia y Sodoma
tipifican al mundo en sus diferentes aspectos. Mitzrayim representa el gozo del mundo; Ur de los caldeos
representa las religiones del mundo; Bavel, la rebelión del mundo; y Sodoma, los pecados del mundo. Debemos
salir de Mitzrayim y también salir de Ur de los caldeos, tal como lo hizo Avraham. Lot se fue a Sodoma, y el
pueblo de Yisrael estuvo cautivo en Babilonia. Todos nosotros también debemos salir de esos lugares. Las
Escrituras se valen de cuatro lugares diferentes para representar el mundo y mostrarnos cómo el pueblo de
Elohim sale de estos distintos aspectos del mundo.
Elohim salvó a los yisraelitas mediante el Cordero de Pésaj. Cuando el mensajero de Elohim salió a dar muerte a
todo primogénito de la tierra de Mitzrayim, el malaj de la muerte pasó de largo ante las puertas untadas con la
sangre. En la casa cuya puerta no hubiera sangre, moriría el primogénito. Esto no tenía nada que ver con que si
la puerta era buena o mala, si el dintel y los postes eran especiales, si era una buena familia la que vivía en esa
casa, o si el primogénito honraba a sus padres. Lo único que contaba era que la sangre estuviera allí. MORIR O
NO MORIR NO DEPENDE DEL NIVEL SOCIAL DE LA FAMILIA NI DEL COMPORTAMIENTO DE UNO, SINO DE LA SANGRE.
El factor básico de la salvación es la sangre, lo cual no tiene nada que ver con nosotros mismos.
Ya que somos salvos por gracia y fuimos redimidos por la sangre del Cordero, no debemos olvidar que en cuanto
la sangre nos redime, debemos prepararnos y salir. Una vez que somos redimidos por la sangre, no debemos
pensar en comprar casas y seguir viviendo en Mitzrayim. No, todos debemos salir esa misma noche. Antes de la
medianoche, los yisraelitas sacrificaron el cordero y rociaron la sangre con hisopo; después comieron
apresuradamente, con sus lomos ceñidos y los bordones en sus manos, porque tenían que salir inmediatamente.
EL PRIMER RESULTADO DE LA REDENCIÓN ES NUESTRA SEPARACIÓN DEL MUNDO, LA CUAL CONSISTE EN
ABANDONAR EL MUNDO AL SALIR DE ALLÍ. ELOHIM JAMÁS REDIME A UNA PERSONA PARA DEJARLA EN EL MISMO
ESTADO Y PARA QUE SIGA VIVIENDO EN EL MUNDO. Y ESTO ES MÁS LITERAL DE LO QUE GENERALMENTE
PENSAMOS.
Tan pronto somos redimidos por la sangre, nos convertimos en extranjeros y peregrinos en esta tierra. Así que
debemos salir de Mitzrayim y separarnos del mundo inmediatamente. No debemos seguir morando allí.
Una hermana, mientras enseñaba en la reunión de niños la historia de Lázaro y el rico, les preguntó: "¿Desean
ser el rico o ser Lázaro? Acuérdense que el rico disfruta en esta era, pero sufrirá en la próxima, mientras que
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Lázaro sufre hoy, pero disfrutará en la era venidera. ¿Cuál de estos dos quisieran ser?". Una niña de ocho años le
respondió: "Mientras yo esté viva, quiero ser el rico, pero cuando muera, quiero ser Lázaro". MUCHAS PERSONAS
SON ASÍ, CUANDO NECESITAN LA SALVACIÓN, CONFÍAN EN LA SANGRE DEL CORDERO, PERO DESPUÉS DE QUE SON
SALVOS POR LA SANGRE, SE ESTABLECEN FIRMEMENTE EN MITZRAYIM, ESPERANDO OBTENER EL BENEFICIO DE LOS
DOS LADOS.
Recuerden que la redención que la sangre efectúa nos salva del dominador de este mundo. Cuando la sangre nos
redime, nos convertimos inmediatamente en extranjeros y peregrinos en esta tierra. ESTO NO QUIERE DECIR QUE
YA NO VIVAMOS EN EL MUNDO, SINO QUE FUIMOS SEPARADOS DEL MUNDO. Así que, cuando se aplica la
redención, el resultado es este: somos separados del mundo. Tan pronto somos redimidos, el curso de nuestra
vida cambia y tenemos que dejar el mundo. La sangre separa a los vivos de los muertos y, también separa a los
hijos de Elohim de la gente del mundo. Una vez redimidos, ya no podemos permanecer en el mundo.
Salir del mundo es mucho más que lo que suponemos, mucho más que dejar de lado viejas costumbres: se trata
de DEJARLO TODO DE LADO, y eso incluye todos los ámbitos de nuestra vida: salud, trabajo, edificación,
servicio, educación, alimentación, gobierno, cultura... Ahora somos nuevas criaturas, y todas las cosas del
mundo ya no sirven para nuestra edificación, debemos hacerlas a un lado como lo que son: basura. Sin duda en
el primer momento puede parecernos sorprendente afirmar que debemos dejar de lado esas cosas, y sin
embargo no es de eso de que se trata, sino de que NO PODEMOS SEGUIR FABRICANDO LADRILLOS PARA FARAÓN,
NO PODEMOS SEGUIR TRABAJANDO PARA EL SISTEMA. No hemos sido llamados a dejar el mundo, sino a
separarnos de él, y debemos redescubrir la forma de trabajar para Yahweh dentro del mundo, no simplemente
"ganarnos la vida" o "hacernos un futuro".
Las Muchas Frustraciones Que Pone El Faraón
Aquel mismo día el Faraón les ordenó a los capataces y supervisores del pueblo, y dijo: “No le provean más al
pueblo la paja para hacer ladrillos como antes; que vayan ellos mismos a recoger la paja. Pero impónganles la
misma cuota de ladrillos que han estado haciendo hasta ahora; no se la reduzcan, que son unos flojos; por eso es
que claman: „¡Déjennos ir a sacrificarle a nuestro Elohim!‟ Que les den trabajo más pesado a los hombres; que
se ocupen en eso y no presten atención a promesas engañosas”. Shemot 5:6-9
La historia del éxodo de los hijos de Yisrael, la salida de Mitzrayim, nos muestra cuán difícil fue para ellos salir
de allí. Mitzrayim trató de retenerlos una y otra vez. Cuando por primera vez ellos intentaron salir, Faraón sólo
permitió que salieran los varones, mientras que los niños y los ancianos tenían que permanecer en Mitzrayim. Él
sabía que haciendo esto, los fuertes no podían ir muy lejos y que con el tiempo regresarían. La estrategia de
haSatán es evitar que nos separemos totalmente de Mitzrayim. Por eso Moshe, desde un principio, rehusó las
tácticas retardatorias que el Faraón quería ocasionar. SI DEJAMOS EN MITZRAYIM ALGUNA POSESIÓN O PERSONA,
NO PODREMOS IR MUY LEJOS, PORQUE ESO NOS HARÁ REGRESAR.
Recuerden lo que Faraón le dijo la primera vez a Moshe: "Vayan y sacrifiquen a su Elohim dentro del país"
(Shemot 8:25). Después le dijo que no fueran muy lejos; y en la tercera ocasión, Faraón dijo a Moshe que sólo
los varones podían irse; y por último, dijo que todo el pueblo podía salir, pero que el ganado y las ovejas tenían
que quedarse atrás. LO QUE DESEABA EL FARAÓN ERA PERSUADIRLOS A QUE SIRVIESEN A ELOHIM ALLÍ EN
MITZRAYIM. Esta era su premisa básica. El faraón estaba dispuesto a permitir que ellos fueran hijos de Elohim,
siempre y cuando permanecieran en Mitzrayim, porque sabía que si una persona servía a Elohim allí, no le sería
fácil tener un testimonio adecuado y, al final, tendría que servir al Faraón. Aunque deseara ser un siervo de
Elohim, terminaría siendo siervo de haSatán.
SI USTED INTENTA SERVIR A ELOHIM EN EL MUNDO, TERMINARÁ SIENDO ESCLAVO DE HASATÁN, PRODUCIENDO
LADRILLOS PARA ÉL. ÉL NO LE SOLTARÁ, Y SI LO HICIERA, NO LE DEJARÁ IRSE MUY LEJOS y sólo permitirá que los
varones vayan, pero el resto tendrá que quedarse. HaSatán conoce muy bien MattiYah 6:21: "Porque donde esté
tu tesoro, allí estará también tu corazón", y conoce que una persona y su tesoro van juntos. HaSatán sabía que si
Faraón retenía el ganado y las ovejas, el pueblo no podría ir muy lejos y, a la postre, iría en pos de su ganado y
sus ovejas. Pero Elohim quería que el ganado y las ovejas fueran en pos de sus dueños.
Desde el momento en que una persona es salva, debe ir al desierto y llevar consigo a los suyos y todos sus
tesoros. Si no lo hace, regresará a Mitzrayim y no podrá separarse del mundo. Elohim manda que quienes le
sirven se separen del mundo.
Nuestra Senda: El Desierto
Si anhelamos tener un testimonio apropiado, no basta con confesar con nuestra boca: "Creo en el Adón Yahshua",
sino que también tenemos que salir del mundo y separarnos del mismo. Esto nos llevará un paso más adelante.
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No podemos ser creyentes mudos; sin embargo, tampoco basta con solamente abrir la boca para confesar
nuestra fe. Tenemos que separarnos del mundo y poner fin a nuestras antiguas amistades, nuestros vínculos
sociales y toda otra relación que tengamos con el mundo. Debemos valorar la posición que ahora tenemos en el
Adón y abandonar la posición que teníamos en el pasado. No sólo nosotros debemos salir de Mitzrayim, sino
también nuestras posesiones. Aunque otros digan que somos insensatos, no debemos escucharlos; debemos salir
de Mitzrayim hoy mismo. Desde el momento en que nos hicimos creyentes, Mitzrayim ha dejado de ser nuestra
senda. Ahora nuestra senda es el desierto.
Esto es relativamente fácil a muchos en cuestiones más o menos "visibles". Sin embargo, todos tropiezan en
asuntos más profundos, porque como hemos nacido dentro del mundo, creemos que muchas cosas que hacemos
"están bien". Por ejemplo, estamos convencidos de que debemos enviar a nuestros hijos a la escuela y la
universidad "para que se forjen un futuro". Sin embargo, la educación que reciben en el sistema educativo no es
sino ADOCTRINAMIENTO MENTAL PARA AMOLDARSE AL MUNDO Y SERVIR A HASATÁN. Las Escrituras nos dicen
claramente:
Instruye al niño en el camino que debe andar; y cuando viejo, no se apartará de él. Mishlei 22:6
Esta orden es para LOS PADRES, no para maestros o educadores desconocidos, que les inculcan filosofías
mundanas hábilmente mezcladas con "conocimientos útiles". ¿CÓMO CONSEGUIREMOS APARTARNOS DEL MUNDO
CUANDO PERMITIMOS QUE NUESTROS NIÑOS PERMANEZCAN ALLÁ PRISIONEROS DE FARAÓN? Ellos seguirán siendo
conformados a la moda de Mitzrayim, y nosotros no tardaremos en regresar por ellos y seguir sus costumbres
nuevamente.
Desde que comprendemos que la educación como la conocemos es una invención de apenas un par de siglos y
que su única finalidad no es capacitar a los niños para su crecimiento personal sino amoldarlos para ser útiles al
sistema satánico, no debemos continuar creyendo que el sistema educativo es algo bueno para nuestros hijos,
mucho menos que Yahweh lo respalda.
Y una vez que comprendemos a respecto de este punto de la educación, seremos capaces de PROFUNDIZAR Y
MIRAR TODOS LOS ÁMBITOS DE NUESTRAS VIDAS: TRABAJO, CULTURA, ENTRETENIMIENTO, VIDA SOCIAL,
EDIFICACIÓN, etc. Cuando hagamos esto, nos sorprenderemos de comprender que TODO LO QUE CREÍAMOS QUE
HACÍAMOS "BIEN" NUNCA ESTUVO RESPALDADO POR EL ETERNO, porque las cosas del mundo se oponen a Él.
Los creyentes formamos parte del mundo en un sentido físico, vivimos en él, PERO SOMOS PEREGRINOS Y
EXTRANJEROS. Como tales, debemos ocuparnos de mantener nuestra propia "cultura", nuestro modo de vida, que
poco y nada tiene a ver con el mundo.
La Diferencia Que Hay Entre El Pecado Y El Mundo
No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no
está en él; porque todo lo que hay en el mundo –los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la
arrogancia de la vida– no proviene del Padre sino del mundo. Y el mundo está pasando, y sus deseos,
pero el que hace la voluntad de Elohim permanece para siempre. Yahanan Alef 2:15-17
Inmediatamente después de nuestra consagración, lo primero que debemos hacer es tomar las medidas
respectivas en relación con nuestros pecados y luego, debemos separarnos del mundo.
Ya que ambos contaminan nuestras vidas y son abominables para Elohim, ambos deben ser eliminados y
purgados. Sin embargo, la contaminación producida por cada uno de estos aspectos es diferente. La
contaminación del pecado es feroz, grotesca y repugnante, mientras que la contaminación del mundo es más
civilizada y refinada, frecuentemente hermosa a los ojos de los hombres.
Además, el daño que causan el pecado y el mundo en el hombre difieren enormemente: el pecado contamina al
hombre, mientras que el mundo no sólo lo contamina, sino que también lo posee. Es mucho más grave ser
poseído por el mundo que ser contaminado por el pecado. Por un lado, haSatán corrompe al hombre utilizando
el pecado, y por otro, posee al hombre por medio del mundo, y por lo tanto, hace que el hombre se aparte de la
presencia de Elohim y se pierda. Un estudio de Bereshit aclarará esta diferencia. Aunque Adán fue corrompido
por el pecado, él no dejó la presencia de Elohim. No fue hasta Bereshit 4, cuando el hombre inventó la
civilización y formó el sistema mundano, que el hombre fue usurpado y ganado por haSatán mediante el mundo.
Por lo tanto, el hombre dejó de pertenecer a Elohim.
Si bien Avraham mintió repetidas veces al afirmar que su esposa era su hermana, este fracaso no era sino un
pecado que simplemente lo contaminaba, pero que no lo usurpaba. Así, él aún podía ser uno que servía al Adón y
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que oraba por otros en tierra pagana (véase Bereshit 12 y 20). Sin embargo, Demas, un colaborador de Shaúl, fue
privado de su utilidad delante de Elohim porque amaba el mundo y fue usurpado por él:
...porque Demas me ha desamparado, por haber amado el mundo presente, y se fue a Tesalónica.
Timotio Bet 4:10
Generalmente, la gente sólo percibe el daño que el pecado causa, PERO NUNCA VEN EL ERROR DE SER
CONFORMADOS A LAS COSTUMBRES DEL MUNDO, y eso es porque nacemos dentro de este sistema y creemos que
las cosas "han sido así siempre" y que por ser costumbres de todos, "están bien".
El pecado va en contra de la moral, pero el mundo no se opone a la moral: se opone a Yahweh mismo. Al hombre
se le ha privado del concepto de Elohim; y sólo tiene un concepto de moral. Por esta razón, él tiene cierto
conocimiento en cuanto al pecado, el cual va en contra de la moral, y está consciente de cómo lo contamina a
él. PERO CON RESPECTO AL MUNDO, EL CUAL ESTÁ EN OPOSICIÓN A ELOHIM, EL HOMBRE NO TIENE
CONOCIMIENTO ALGUNO DE ÉSTE, NI TAMPOCO ESTÁ CONSCIENTE DE SU USURPACIÓN. Por ejemplo, un borracho
—uno que es licencioso, desenfrenado y lujurioso y no teme a Elohim ni al hombre— es considerado inmoral y es
condenado por los hombres. Pero si alguien, que es completamente indiferente a las cosas de Elohim y poco
dispuesto a que Elohim lo gane, está diariamente ocupado con la poesía y la declamación, y sumergido en la
literatura, los hombres le alabarán sin tener ninguna percepción de que la literatura lo ha usurpado. El mundo lo
ha devorado tanto como al borracho, y ambos están igualmente de distantes de Elohim. Esto se debe al hecho de
que los hombres no conocen a Elohim y no tienen noción alguna de Él, y por lo tanto, ignoran que haSatán
usurpa al hombre por medio del mundo.
Cuando veamos las diferencias que hay entre el pecado y el mundo, percibiremos que el daño causado por el
mundo es mayor, su efecto nocivo es más grave y su oposición a Elohim es más hostil que la del pecado. Ya que
el mundo está directamente opuesto a Elohim mismo, se ha convertido en el enemigo de Elohim. Él pecado es
contrario a la ley de Elohim y a Su proceder, es decir, a Su justicia, mientras que el mundo es contrario a Elohim
mismo y a Su naturaleza divina, es decir, a Su santidad.
El pecado se opone a la ley de Elohim, y el mundo se opone a Elohim mismo. Por esta razón, las Escrituras
declaran que la amistad con el mundo es enemistad con Elohim:
Gente adúltera, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Elohim? Por lo tanto,
cualquiera que quiere ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Elohim. Yaakov 4:4
EL PECADO ES EL PASO INICIAL, RUDIMENTARIO Y SUPERFICIAL EN LA CAÍDA DEL HOMBRE, PERO EL MUNDO ES EL
PASO FINAL, GRAVE Y TRASCENDENTE DE LA CAÍDA. MUCHOS SÓLO LE DAN IMPORTANCIA A LA VICTORIA SOBRE EL
PECADO, PERO LAS ESCRITURAS LE DA AÚN MÁS IMPORTANCIA AL HECHO DE VENCER EL MUNDO:
Porque todo lo que ha nacido de Elohim vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo:
nuestra emunah. Yahanan Alef 5:4
Si deseamos crecer en vida y que el Adón nos posea completamente, tenemos que hacer todo lo posible por
separarnos del mundo que nos esclaviza.
Aquello De Lo Cual Debemos Separarnos
No se amolden a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento, de modo que
puedan discernir cuál sea la voluntad de Elohim, lo bueno, lo agradable y lo íntegro. Romaniyim 12:2
En términos de nuestra vida diaria, el mundo lo constituyen aquellas personas, actividades y cosas que usurpan
el lugar que Elohim debería ocupar en nuestro ser. Por lo tanto, todo eso debe ser objeto de las medidas que
tomemos con respecto al mundo.
¿Cómo distinguiremos aquello que nos usurpa? y ¿con qué regla las mediremos? En primer lugar, tenemos que ver
si estas cosas son superfluas. Podemos afirmar que cualquier cosa superflua ocupa el lugar que le corresponde a
Elohim y nos posee; así por lo tanto, eso es algo que debemos llevar al Adón. Por ejemplo, el vestido con el cual
satisfacemos nuestra necesidad de abrigo no llega a ser algo mundano, pero si uno le dedica excesiva atención al
atavío y a los adornos, o si malgasta el dinero a fin de estar a la moda, entonces esta persona habrá ido más allá
del ámbito de sus necesidades diarias.
En consecuencia, estos excesos han hecho que estas cosas conformen el mundo de esta persona.
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¿Cuál es la norma que debe regular nuestras necesidades diarias con relación a personas, actividades y cosas? En
las Escrituras no se menciona ninguna norma específica que gobierne estos asuntos. Elohim ha determinado que
nazcamos en diferentes familias, que seamos educados de diversas maneras, que tengamos diferentes
profesiones y que nos desenvolvamos en diferentes estratos sociales. Él Adón en Su soberanía ha permitido que
haya esta diversidad en cuanto a los niveles y maneras de vida. Por lo tanto, nuestro nivel de vida deberá ser
determinado por cada uno de nosotros en oración e inquiriendo por los pensamientos de Elohim al respecto. No
podemos comparar nuestro nivel de vida con el de los demás, ni tampoco exigir que ellos estén de acuerdo con
nuestro punto de vista y modo de pensar.
Desde el punto de vista divino, sí existe una norma absoluta con respecto de la cual podemos medir todos estos
aspectos del mundo. Esta norma es Elohim mismo. Así como medimos el pecado conforme a la ley de Elohim,
debemos medir nuestra relación con el mundo según la persona misma de Elohim. TODO LO QUE NO ES PROPIO
DE ELOHIM Y TODO CUANTO SEA INCOMPATIBLE CON ÉL, ASÍ COMO TODO LO QUE NO ALCANZA EL NIVEL FIJADO
POR ELOHIM COMO ACEPTABLE, ES MUNDANO Y PROFANO.
El Fundamento En Base Al Cual Nos Separamos Del Mundo
La base para hacer frente al mundo es la misma que para hacer frente al pecado. Debemos separarnos del
mundo basados en el sentir interno nacido de la comunión. Pero aparte de esto, hay dos factores que influyen
decisivamente en nuestro sentir con respecto al mundo: nuestro amor a Elohim y nuestro crecimiento espiritual
en la vida divina.
Primero, cuando nuestro amor por Elohim hace que estemos ante Él, quien es la luz, su Ruaj haKodesh pone en
evidencia el mundo en nosotros. Siempre que esta luz aparece, provoca que nos separemos del mundo.
Segundo, nuestro sentir interior hacia el mundo también depende de nuestro crecimiento espiritual. Cuanto más
avancemos en la vida espiritual y en el conocimiento de Elohim, discerniremos el mundo con mayor profundidad.
Si queremos separarnos del mundo, debemos orientar nuestros esfuerzos hacia un único objetivo: CERRAR
NUESTRA MENTE AL MUNDO. Por supuesto, es muy difícil cerrar nuestra mente a los pensamientos pecaminosos,
porque el pecado vive dentro de nosotros, pero es mucho más difícil hacerlo cuando la tentación nos rodea
constantemente. Las Escrituras declaran que el pecado mora en nosotros, pero nunca menciona que el mundo
vive en nosotros. Ya que el mundo es algo externo, es más fácil rehusarse a pensar en él si modificamos nuestras
vidas y las conformamos a Elohim y no al mundo, y si nos rodeamos de hermanos y hermanas que hacen lo
mismo. Cuando nos esforzamos por separarnos del mundo, debemos ser decididos y violentos para echar fuera
cualquier pensamiento del mundo. No sólo debemos cerrar la puerta, sino también levantar rejas, e incluso
muros, alrededor de nosotros. De esta manera, podremos resolver cabalmente el problema del mundo.
Actividades Que El Mundo Considera Impropias Para Un Creyente
El hombre fue hecho para cargar la imagen y semejanza del Creador, y eso es lo que el mundo ve a través de los
creyentes. Debemos evitar toda actividad que el mundo considere inapropiada para los creyentes. Como mínimo,
nuestra vida debe conformarse a la norma establecida por aquellos que pertenecen al mundo. El mundo en
general ha establecido para los creyentes reglas y normas, y si no las cumplimos, los decepcionaremos. No
debemos dar pie a las críticas de los gentiles ni a comentarios tales como: "¿Los creyentes hacen estas cosas?".
En el momento en que los gentiles les reconvienen de ese modo, habremos fracasado.
Los gentiles van a donde quieren, y si uno les dice que no es correcto, ellos discutirán argumentando lo
contrario, pero si ustedes van a esos mismos lugares, el comentario será: "¿Así que ustedes también van a esos
sitios?". Ciertas actividades son pecaminosas y cuando los gentiles las practican, ellos no dicen nada, pero
cuando usted participa de ellas, lo promulgan por doquier. Por lo tanto, debemos abstenernos de todo lo que los
gentiles consideren impropio. Este es uno de los requisitos mínimos. Cuando los incrédulos digan: "Los creyentes
no deberían hacer esto", debemos apartarnos inmediatamente de eso.
Algunos jóvenes han sido salvos, pero sus padres no. Algunas veces estos jóvenes les piden algo a sus padres,
quienes les responden diciendo: "¿Así que ustedes los creyentes también desean esas cosas?". SI HAY ALGO DE LO
CUAL UN CREYENTE DEBERÍA SENTIRSE AVERGONZADO ES DE SER CORREGIDO POR UN GENTIL. Avraham mintió, y
fue reprendido por Avimélej. Las Escrituras considera esta clase de hechos como los más deshonrosos. Debemos
apartarnos y separarnos de todo aquello que los mundanos, los egipcios, juzgan que sea impropio.
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1. Lo Que Es Incompatible Con El Propio Adón
Debemos eliminar de nuestras vidas todo aquello que sea incompatible con el Adón. Ya que el Adón sufrió
humillaciones en esta tierra, nosotros no deberíamos buscar ninguna gloria terrenal. Tenemos que pasar por las
mismas experiencias por las que pasó Yahshua. Debemos eliminar de nuestras vidas todo lo que sea incompatible
con Mashíaj.
El Adón dijo que el discípulo no está sobre su maestro, ni el esclavo sobre su señor. Si el mundo trató a nuestro
Adón de cierta manera, no debemos esperar que se nos trate de otra. Si nuestro Adón recibió cierto trato, no
debemos entonces esperar que se nos trate de una manera distinta. Si no recibimos el mismo trato que nuestro
Adón recibió, si el mundo nos aplaude y nos admira, hay algo en nosotros que no está bien y, con toda certeza,
hay algo en nuestra relación con Mashíaj que no está bien.
Para seguir a Yahshua ha Mashiaj, debemos estar dispuestos a ser humillados, sin esperar gloria alguna. Seguir a
Yahshua significa cargar nuestro madero y negar nuestro yo.
Entonces llamó a la gente, juntamente con sus discípulos, y les dijo: “Si alguno quiere venir conmigo,
niéguese a sí mismo, tome su madero y sígame. Mordejai 8:34
A aquellos que fueron los primeros en seguir al Adón, Él inmediatamente les dijo que tenían que cargar el
madero si deseaban seguirle. Según el propio Adón, NEGARSE A SÍ MISMO Y CARGAR EL MADERO es la entrada
principal. Este es el camino que hemos tomado, y podremos seguir al Adón únicamente si lo hacemos andando
por Él. Nuestra relación con el mundo debe ser la misma y debe ser compatible con la relación que tiene el Adón
con el mundo. No podemos tomar un camino diferente.
Pero lejos esté de mí el gloriarme sino en el madero de nuestro Adón Yahshúa el Mashíaj, por medio de
quien el mundo quedó ejecutado para mí y yo para el mundo. GalutYah 6:14
Aquí se nos muestra que el madero eliminó toda relación que un creyente pueda tener con el mundo.
Los nuevos creyentes deben ser dirigidos por el Adón para que se percaten de que su condición debe ser igual a
la del Adón. Ciertas personas hacen demasiadas preguntas, al preguntar por ejemplo: "Si hago esto, ¿estaré en el
mundo? ¿Nos es permitido hacer esto o aquello?". No podemos decirles a las personas lo que tienen que hacer,
cosa por cosa. Lo único que podemos asegurarles, como principio general, es que el mundo está en contra del
madero y también está en contra de nuestro Adón. Si nuestro corazón está abierto y es dócil ante Elohim,
cuando nos acerquemos a Él, espontáneamente la diferencia entre el mundo y el madero nos resultará obvia.
En cuanto nos acercamos al Adón, sabremos con exactitud lo qué es y lo que no es el mundo. En realidad, lo
único que tenemos que preguntarnos es: "¿En qué consiste exactamente mi relación con este asunto? Y ¿qué
clase de relación tenía el Adón Yahshua con este asunto cuando Él vivía en la tierra?". Siempre y cuando nuestra
relación con el mundo sea la misma que el Adón tuvo mientras estuvo en la tierra, estaremos bien. Si nuestra
posición es diferente a la del Adón Yahshua, algo está mal, hemos errado.
2. Todo Lo Que Apaga Nuestra Vida Espiritual
Es difícil enumerar cada cosa de lo que es el mundo, porque nunca terminaríamos, pero hay un principio básico:
todo aquello que apague la vida espiritual es el mundo. El mundo es todo aquello que elimina nuestro celo por la
oración, nos roba el interés por leer la Palabra de Elohim y nos impide testificar y proclamar nuestra fe delante
de los hombres. Todo lo que nos impide acercarnos al Adón y confesar que creemos en Él es el mundo. El mundo
es aquel ambiente que ahoga y seca a una persona; es cualquier cosa que disuade al hombre de amar y de
anhelar a Yahweh con todo el corazón. Aquí vemos un principio muy amplio: el mundo es todo lo que hace
deteriorar nuestra condición espiritual a los ojos del Adón. Debemos rechazar todo lo que apague nuestra vida
espiritual.
Algunas personas dicen: "Si esto no tiene nada de pecaminoso, ¿todavía podría ser considerado mundano?". Son
muchas las cosas que pueden "parecernos" buenas, pero después de que hemos participado de ellas una o dos
veces, apagan el fuego espiritual que tenemos por dentro. Tales cosas debilitan nuestra conciencia delante de
Elohim. Después que hemos participado de tales cosas, nuestra lectura de las Escrituras se hace insípida. Aunque
tengamos tiempo para leer las Escrituras, no deseamos hacerlo. Después de participar en tales cosas nos
sentimos vacíos y carecemos de testimonio ante los hombres. Quizás tales cosas no constituyan pecado, pero
pueden apagar nuestra vida espiritual. Todo aquello que apague nuestra vida espiritual es el mundo, y debemos
rechazarlo completamente.
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3. Todo Lo Que Dé La Impresión De Que No Somos Creyentes
Hay que abordar otro asunto más: cómo nos relacionamos con los demás. Toda actividad o relación social que
haga que escondamos nuestra lámpara debajo del almud pertenece al mundo. Muchas amistades, actividades y
contactos con la gente mundana nos obligan a esconder nuestra luz. Por estar envueltos en todo esto, no
podemos llevar erguida la cabeza para testificar que somos creyentes. Si usted se envuelve en ciertas
conversaciones y, por cortesía, las escucha y se ríe con los incrédulos, sentirá que algo se ha apagado por
dentro, aunque por fuera se sonría. Internamente sabe que eso es el mundo, pero por fuera, se siente obligado a
ir tras el mismo. Sabe que es pecado, pero no lo denuncia. Debemos huir de esta clase de ambiente social.
Muchos hijos de Elohim son gradualmente absorbidos por el mundo a causa de las diferentes actividades y
contactos sociales en que se involucran indiscriminadamente.
Todo creyente debe saber desde un principio cuál es su posición y también tiene que tomar las decisiones
respectivas. No queremos ser antisociales a propósito. Pero cuando estamos con la gente de este mundo,
debemos mantener nuestra posición creyente. Nadie debe insultar la postura que hemos tomado como
creyentes, al contrario, tienen que respetarla y verla. Cuando yo tomo esta postura, debo conservarla, aunque
otros me critiquen.
Si queremos separarnos del mundo, debemos dejar claro que somos creyentes, siempre cuidando la manera en
que hablamos. Si no podemos mantener esta postura delante de los demás, sería bueno que nos alejáramos de
allí. En Mizmor 1:1 se nos dice que no debemos estar en camino de pecadores, ni sentarnos en silla de
escarnecedores. Si andamos por camino de pecadores, terminaremos en el mismo lugar donde ellos están; y si
nos sentamos en la silla de los escarnecedores, o los que se burlan, tarde o temprano, seremos iguales que ellos.
El pecado y el escarnio son contagiosos, así que debemos aprender a huir de estos como se huye de los gérmenes
infecciosos.
4. Acciones Que Los Creyentes Débiles Desaprueban
El mundo también lo constituyen las acciones que hacen tropezar a una conciencia débil. Los hijos de Elohim
deben alejarse de ellas. Ya hablamos de las acciones que el mundo considera impropias. Examinemos ahora lo
que las personas que recién empiezan en la vida creyente piensan que no se debe hacer.
Si un incrédulo considera que no debemos hacer algo, debemos evitarlo (si es algo de menor importancia, por
supuesto), de lo contrario perderemos nuestro testimonio. De igual manera, debemos evitar realizar cualquier
actividad que un creyente no apruebe en su presencia, aunque éste sea el más joven y débil de todos. Así por lo
tanto, no son las palabras de un creyente fuerte, sino las palabras de un creyente débil las que determinan lo
que debemos o no debemos hacer. Tal vez lo que él afirme que es incorrecto o indebido, no lo sea; sin embargo,
no debemos ser tropiezo para los débiles. Si ellos piensan que vamos por el camino equivocado, los haremos
tropezar. Shaúl dijo: "Todas las cosas me son lícitas, mas no todas son provechosas" (Qorintiyim Alef 6:12). Todas
las cosas son lícitas, pero algunos las consideran mundanas, por lo tanto, no debemos hacerlas por el bien de
ellos.
Shaúl usó como ejemplo: comer carne. Él dijo que si comer carne era ocasión de tropiezo para algún hermano,
el jamás la comería. Esto no es fácil de hacer porque, ¿quién puede abstenerse de comer carne para siempre?
Por supuesto, Shaúl no está sugiriendo que dejemos de comer carne. En Timotio Alef, él claramente establece
que no estaba bien abstenerse de comer carne; sin embargo, nos muestra que estaba dispuesto a ser
extremadamente cuidadoso. A él no le molestaba comer carne o no comerla, y sabía perfectamente lo que
estaba haciendo, pero no aquellos que le seguían a él. Nosotros sabemos hasta donde podemos llegar, pero
aquellos que nos siguen no lo saben. ¿Qué pasaría si ellos avanzaran? No hay nada malo si comemos carne, pero,
después de un tiempo, aquellos que nos siguen tal vez vayan al templo, no sólo a comer lo sacrificado a los
ídolos, sino a adorarlos. Muchas cosas no están directamente relacionadas con el mundo, pero debemos ser
extremadamente cuidadosos al tocarlas, porque puede ser que para los demás sean mundanas.