El documento analiza el surgimiento de la era posmoderna y el narcisismo como una mutación antropológica resultado del agotamiento de las certezas y la desvinculación del individuo de lo social e institucional. La exacerbación del mundo de las apariencias tras la ruptura de las certezas lleva al sujeto a negarse a sí mismo y refugiarse en lo privado, desinteresándose de lo cotidiano y las instituciones.