Federico Nietzsche, filósofo del siglo XIX, rechazó la moral tradicional occidental y propuso una ética basada en la voluntad de poder. Negó la existencia del sujeto, Dios y la sustancia, y en su lugar promovió la afirmación de uno mismo a través de la autoafirmación constante y la superación de los débiles. Su doctrina del superhombre propuso que el hombre debe evolucionar más allá de su estado actual y crear nuevos valores sin limitaciones morales.