Los ciclos biogeoquímicos del carbono, nitrógeno, fósforo y otros elementos esenciales permiten la circulación y reciclaje continuo de estos elementos entre los seres vivos y el medio ambiente a través de procesos como la fotosíntesis, la respiración, la descomposición, la fijación bacteriana y la meteorización de rocas, haciendo que estos elementos estén disponibles una y otra vez para los organismos.