Las mujeres Colombianas se han venido repensando su papel en la sociedad y ademas de verse de maneras distintas a través de la ciencia y la tecnología, como hacedoras de ella.
Caja de herramientas de inteligencia artificial para la academia y la investi...
Cientificas colombianas
1. Adriana Ocampo Uría.
Nacida en Barranquilla, Colombia, de padre colombiano y madre argentina, y criada
en Buenos Aires, no es una mujer común y corriente, ella vive en la luna, mirando
para el cielo, para las estrellas y hasta hurgando toda clase de órbitas y de sistemas
solares, porque su profesión le exige ese nivel de apasionamiento y de estudio. Su
nombre es Adriana Ocampo, nada desconocido para el mundo científico, en el que
se le compara con Marie Curie (premio Nobel de física y química), por su tenacidad
y por la importancia que han tenido sus grandes hazañas al espacio, como la
Voyager, Viking, Mars Observer y Express.
Aunque especialmente por la Misión Juno, enviada en agosto del 2011 hacia Júpiter
en el cohete Atlas V551, la nave robot más rápida que ha construido el hombre,
impulsada por tres paneles solares fotovoltaicos, que solo demora 18 horas en
cruzar la órbita de la luna, y que recorrerá 2.800 millones de kilómetros y avanzará
a 270 mil kilómetros por hora, con el fin de llegar a este planeta, en el 2016.
Ella es la cabeza de toda esta operación, junto con un equipo de 200 personas. Y
es una de las más destacadas científicas colombianas, que desde hace más de 30
años trabaja en la Nasa, y que se desempeña como la administradora del programa
de ciencia, en la sede del Directorio de Misiones Científicas, en la que lidera a cada
una de las misiones espaciales. (Mujeres internautas, activas en el mundo de la
tecnología).
Estudió ingeniería aeroespacial en la California State University, de Los Ángeles, en
donde luego haría un posgrado en geología planetaria, después de ver unas
imágenes de Marte que, según ella, tenían mucho parecido con los desiertos
terrestres. "Se me abrió un apetito muy fuerte por el tema de la geología de otros
planetas", sostiene.
Adriana ha sido una ficha clave para las investigaciones de la Nasa y una de las
mujeres más destacadas de la ciencia mundial. Su trabajo dedicado la ha llevado a
recibir un gran número de premios, como el de la 'Mujer del Año de las Ciencias' en
1992, en los Estados Unidos; al igual que a aparecer en revistas tan influyentes,
como Discovery, que la califica como una de las personas más importantes de la
tecnología y de la astronomía, y de ser protagonista de libros como el de
'Interacciones Científicas' o el de 'Mujeres de Esperanzas Latinas'. ¿Cómo nació
ese gusto por el espacio?
2. "Desde muy pequeña, en mi natal Barranquilla, el espacio fue algo que capturó toda
mi imaginación. Sentía una enorme curiosidad por saber por qué aquellos puntitos,
que parecían moverse en el firmamento, brillaban unos más que otros. Me subía
insistentemente a la terraza de mi casa, y los observaba con mucho detenimiento.
Sin duda, ese era un llamado que las estrellas me hacían, y que tuve la fortuna de
obedecer. "Este era un estudio poco conocido y explorado en Colombia, pero mis
padres fueron grandes cómplices de este sueño, y su apoyo y confianza me llevaron
a 'las grandes ligas'. Mi papá, oriundo de Popayán, haciéndome cuarto en esta
locura, me ayudó a construir un telescopio, que me acompañaba por doquier, hasta
cuando nos fuimos a vivir a los Estados Unidos. Allí, al momento de bajarme del
avión, lo único en que pensé fue 'este es mi camino a la Nasa'".
¿Cómo llegó a la Nasa?
"Cursaba secundaria, pero me enteré de que la Nasa le daba la oportunidad a
jóvenes de trabajar en sus laboratorios en la época de verano, con el objetivo de
incentivarlos a estudiar carreras relacionadas con la ciencia y tecnología. Así que
me postulé y pasé, pese a no saber nada de inglés.
"Inicié en el Jet Propulsion Laboratory (JPL), que es la posición más baja, pero yo
me sentía como en el 'Disneylandia' de la ciencia. Allí me dejaron seguir laborando
tiempo parcial. Luego, después de graduarme de mis estudios escolares, inicié en
la universidad ingeniería aeroespacial, cuya preparación pagaba con el sueldo que
devengaba en la Nasa. Esta experiencia me permitió subir a la División del
Programa a Marte y al de Tierra Sólida y Natural. Y de aquí siguieron otras
posiciones".
¿Las latinas hoy demuestran interés por estos temas?
"Bastante, especialmente en Colombia, desde donde han llegado varias interesadas
en pertenecer a la Nasa. Pienso que la juventud reclama este tipo de oportunidades
en todos los países de la región. Justamente en febrero me sorprendió que un grupo
de alumnas de un colegio, en nuestro país, crearon un cohete de casi dos metros,
con una pequeña carga química y de reducida cámara. Este tipo de experimentos
ameritan grandes empujones.
"Ante esto, siento la necesidad de ayudar a jóvenes inquietas por estas materias,
para que puedan penetrar al mundo de la ciencia. Es así como crearé la primera
agencia espacial colombiana. Este es un sueño que aterrizaré muy pronto".
Según cifras de la Nasa, de los 18.544 empleados que hacen parte de sus 11
centros, 6539 son mujeres, de las que 417 son hispanas.
¿Las mujeres son vitales para las investigaciones?
"Completamente. Por eso, la Nasa hoy emprende programas para invitarlas a que
encaminen sus carreras hacia las ramas de ingeniería, matemáticas y tecnología.
Así mismo, en las misiones que emprendemos tenemos la obligación de destinar el
10 por ciento de los recursos para apoyar a los jóvenes en la educación en estos
campos".
¿Cuáles son sus planes futuros en la Agencia?
"Seguir trabajando con la misma responsabilidad de siempre en la conquista del
espacio, con mis ojos siempre bien puestos en la realidad 'astronómica'".
Otros datos
3. La Nasa quiere más mujeres en la ciencia, y es por eso que busca animar a las
jóvenes bachilleres a que encaminen sus carreras hacia las ramas de ingeniería,
matemáticas y tecnología. Por eso ha creado una nueva página web, en la que se
pueden ver videos de algunas de las científicas que hoy engrosan sus equipos de
investigación, su formación y la manera en que comenzaron a trabajar para la
agencia espacial. Y una de ellas es Adriana Ocampo Uría, líder de la Misión Juno,
que busca explorar al mayor planeta del Sistema Solar (Júpiter), y cuyo costo
sobrepasa los mil millones de dólares.
Tomado de:
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-11303261
Gloria García
Docente e investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, ha entendido la
importancia de llevar el mundo de los números de manera agradable y amena a
los jóvenes. En sus investigaciones ha concluido que las verdaderas dificultades
para el aprendizaje de las matemáticas radican en los métodos que se utilicen
para enseñarlas.
A raíz de sus propias experiencias, la licenciada en matemáticas Gloria García,
docente e investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, ha entendido la
importancia de llevar el mundo de los números de manera agradable y amena a
los jóvenes. En sus investigaciones ha concluido que las verdaderas dificultades
para el aprendizaje de las matemáticas radican en los métodos que se utilicen
para enseñarlas.
Gloria García, licenciada en matemáticas de la Universidad Nacional de Colombia,
se considera como una de las primeras desplazadas del país. Nació en Bolívar,
Valle del Cauca, pero a los pocos años su familia, de la cual es la cuarta de cinco
hermanos, se vio en la obligación de salir de la zona debido a que su padre era de
tendencia Liberal y la región tenía un claro arraigo político hacia las ideas
conservadoras.
Corrían los años 50, época en la que se recrudeció la violencia bipartidista en
Colombia y al igual que ella, miles de colombianos se vieron forzados a dejar sus
casas. Su familia tomó rumbo a Bogotá para comenzar de nuevo sus vidas, "lo
cual no fue nada fácil, ya que atrás quedó todo el trabajo y el sacrificio y la ciudad
se mostraba impasible frente a lo que ocurría".
4. Luego de dejar el miedo atrás, se establecieron en la capital, donde nació su
quinta hermana. Esto hizo de Gloria García una persona independiente y con otros
intereses. Más que jugar a cosas de niña, pasaba sus días en la calle subida en
los árboles, corriendo riesgos innecesarios pero que a larga fueron determinantes
en su modo de ver las cosas. Hizo sus estudios de bachillerato en el Colegio La
Enseñanza y siempre mostró gran disposición para desarrollar su capacidad de
comprender los números y de hacer de manera sencilla problemas y ejercicios.
"Las matemáticas no son difíciles, pero necesitan de horas de dedicación para su
estudio", dice García. Fue así como varias de sus amigas, quienes ya cursaban
estudios superiores, terminaron por convencerla de ingresar a la Universidad
Nacional.
Tomado de: http://cienciagora.com.co/galeria_de_cientificos/matematicas-y-
ciencias-naturales-152/gloria-garcia/52/page-0.html
María Cristina Ferro
Es una eminente entomóloga del Instituto Nacional de Salud, especialista en los
mosquitos que transmiten la leishmaniasis y otras patologías endémicas de las
zonas tropicales. Su satisfacción profesional más grande ha sido encontrar en
Colombia una nueva especie, bautizada en su honor como Lutzomyia Ferroae,
como aporte a la parasitología y la medicina tropical.
Mosquitos (Diptera: Culicidae) en el caserío de Chingalé, Santander, donde se
registró un caso humano de encefalitis equina venezolana
María Cristina Ferro, Victor Alberto Olano, Martha Ahumada, Scott Weaver
Resumen
Introducción. El foco enzoótico del subtipo ID del virus de la encefalitis equina
venezolana en la región del Magdalena Medio produce esporádicamente casos en
humanos. El registro de un caso en una niña de tres años en el caserío de
Chingalé, municipio de Puerto Wilches, Santander, motivó este estudio.
Objetivo. Evaluar el caserío de Chingalé como probable sitio de infección.
Materiales y métodos. En junio de 2005 se recolectaron mosquitos con trampas de
luz CDC dentro y fuera de las casas; también se colocaron trampas Trinidad y
hámster centinela alrededor de las viviendas.
5. Resultados. En 107 muestreos se recolectaron 14.423 mosquitos distribuidos en
35 especies. La abundancia relativa de los posibles vectores del subtipo ID del
virus de la encefalitis equina venezolana encontrados, Culex (Melanoconion)
pedroi y Cx. (Mel) ocossa, en general, fue baja (<4%). Estas dos especies fueron
más frecuentes en el exterior de las viviendas que en los dormitorios: Cx. ocossa
en las trampas CDC y Cx. pedroi en las Trinidad. C. ocossa fue más frecuente en
las viviendas. Además, este estudio detectó Psorophora confinis, considerado
posible vector de subtipos epidemo/epizoóticos y una alta frecuencia de Mansonia
indubitans en las viviendas. Los hámster expuestos no se infectaron.
Conclusiones. La niña pudo infectarse en su casa o cerca de ella, aunque el ciclo
epidemiológico del virus no tiene lugar en el casco urbano de Chingalé.
Posiblemente ocurre en un lugar cercano y Culex (Melanoconion) infectados llevan
el virus al caserío, en donde algunos mosquitos incursionaron a alimentarse.
Palabras clave
Virus de la encefalitis equina venezolana; encefalitis por arbovirus; Culex;
Colombia
Tomado de: http://www.revistabiomedica.org/index.php/biomedica/article/view/94
Dolly Montoya
Es la fundadora del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional de
Colombia y directora del Grupo de Bioprocesos y Bioprospección de esa
institución, su prioridad siempre ha sido traducir el conocimiento científico en
desarrollos tecnológicos útiles para los colombianos.
Los países que entendieron que el conocimiento redunda en beneficios
económicos, hoy están en la cúspide de la pirámide del desarrollo industrial. Ante
esa evidencia, Dolly Montoya trabaja desde hace 20 años para demostrarle a los
gobernantes colombianos que si la investigación básica es apoyada en el país, se
pueden obtener productos nacionales que reduzcan costos frente a problemas
agrícolas como el control de las plagas vegetales.
Su centro de operaciones ha sido, desde los años ochenta, el Instituto de
Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia (Ibun), que fundó con otros
colegas para construir e impulsar escuelas de pensamiento en diferentes áreas
científicas y que dirigió hasta el año 2004. Desde él ha explorado la biodiversidad
del país para producir microorganismos como el Clostridium, que hoy se emplea
6. para eliminar los residuos de las plantas extractoras de aceite de palma.
La filosofía que mueve a Dolly Montoya es tan sencilla como altruista. En su
opinión, el trabajo que realiza un docente en el laboratorio para saber más sobre
un tema constituye un conocimiento tácito y objeto de poder, en tanto le pertenece
sólo a él. Pero cuando éste es puesto al servicio de un grupo de investigación para
compartirse y transformarse, se convierte en un conocimiento explícito, más aún si
llega directamente a la comunidad. Su lucha ha sido, pues, dejar atrás el
conocimiento como un objeto de poder individual para movilizarlo hacia la
sociedad para generar riqueza y bienestar.
Algunas manifestaciones de esa mentalidad se expresan, entre otras, en las líneas
de investigación interdisciplinarias del Ibun, creadas para la producción de
biofertilizantes, biocontroladores de plagas, biopolímeros (plásticos) y
descontaminantes, además de iniciativas en formación básica y media,
bioinformática y bionegocios; en éstas participan químicos, farmacéuticos,
biólogos, ingenieros, microbiólogos, administradores y educadores de la
Universidad Nacional, academias internacionales y el sector privado.
Tomado de: http://cienciagora.com.co/galeria_de_cientificos/matematicas-y-
ciencias-naturales-152/dolly-montoya/42.html
Elena Stashenko.
Directora del Centro de Investigación en Biomoléculas y del Laboratorio de
Cromatografía de la Universidad Industrial de Santander, es especialista en
espectrometría de masas y análisis cromatográfico. Desde que se radicó en
Colombia no ha escatimado esfuerzos en dar lo mejor de ella al desarrollo
científico de nuestro país.
Cuando Elena Stashenko llegó a Colombia solo había dos espectrómetros de
masas y unos diez cromatógrafos, hoy ella es una de las grandes investigadoras
en este campo que ha crecido en el país.
Actualmente, en Colombia hay más de 500 espectrómetros de masa, incontables
cromatógrafos, también personal capacitado, por eso, ahora no es concebible que
una industria o un laboratorio no cuente con un cromatógrafo.
El crecimiento de la cromatografía se ha ramificado en diferentes campos del
saber desde el Instituto de Medicina legal, la Fiscalía General de la Nación, el
7. Centro de Alto Rendimiento (control al doping), entidades de control ambiental
como el Instituto Nacional de Vigilancia de Alimentos y Medicamentos (Invima) y
las universidades. Es una técnica transversal, poderosa que ha conquistado
grandes centros de investigación y laboratorios en Colombia.
Stashenko es especialista en espectrometría de masas y análisis cromatográfico,
también es la directora del Centro de Investigación en Biomoléculas y del
Laboratorio de Cromatografía de la Universidad Industrial de Santander (UIS),
considerado como uno de los mejores dotados del país.
No solo es un laboratorio de docencia en el que se capacitan estudiantes en esta
área, además brinda servicio analítico a varias industrias, como electrificadoras,
de alimentos y a Ecopetrol.
“Este un laboratorio producto de más de 25 años de esfuerzo, que empezó de
cero y fue creciendo hasta tener una apreciable cantidad de equipos de diferentes
sistemas de detección de espectrometría de masas, para tener la versatilidad de
aplicación en diferentes campos”, aseguró la química, quien es egresada de la
Universidad Druzhbi Narodov de Moscú (Rusia).
De esta manera, el laboratorio se inició como una plataforma de capacitación para
la gente en este campo. Entonces se abrió una Escuela Nacional de
Cromatografía, en la que personas de diferentes industrias, institutos y áreas se
han formado.
Para Stashenko “la cromatografía es una herramienta sofisticada, que nos permite
acercarnos a descubrir de que está formada la naturaleza”.
Ella recuerda que hizo estudios doctorales en instrumentación química, la cual
cuenta con herramientas que eventualmente pueden aplicarse a distintas áreas
del saber, que van desde el análisis ambiental, el análisis de productos naturales,
la química forense, el control al doping y otras aplicaciones.
La investigadora fue una de las invitadas principales a la Cátedra Huellas que
Inspiran, allí afirmó que muchos colombianos trabajan en prestigiosas
universidades o institutos de afuera y hacen muy buena ciencia, pero en cambio el
caso de ella es el inverso: una persona extranjera llega a un país totalmente
diferente y desconocido, empieza a hacer su carrera y a realizarse como
profesional en un lugar con bastantes dificultades, donde la ciencia no está en el
primer renglón de prioridades.
“Es un poco contar la ciencia como forma de vida, cómo puedes comenzar desde
cero un proceso de construcción. Por supuesto no podemos competir con países
de mayor trayectoria en este campo, pero me parece muy importante que el
colombiano conozca que se puede comenzar de cero y trazar su vida, hacer una
construcción desde mi experiencia”, explicó.
Stashenko creó la marca ‘Chicamocha Magic’, así están siendo comercializados
ambientadores repelentes de insectos, gel desinfectante para manos, aceite para
masajes y jabones líquidos hechos de Lippia origanoides, conocida comúnmente
como orégano de monte, palmarrosa, salvia, pronto alivio y citronela, algunas de
las especies aromáticas y medicinales de las que se extraen los aceites
esenciales, ingrediente principal de estos productos.
La química es la vicepresidenta del XV Congreso Latinoamericano de
Cromatografía que se celebrará en Cartagena del 29 de septiembre al 3 de
octubre del 2014.