2. La escuela cirenaica fue una escuela
filosófica fundada por Aristipo de Cirene,
discípulo de Sócrates, en el siglo V a. C.,
emparentada con las escuelas megárica y
cínica; su doctrina fue bautizada
generalmente como Hedonismo, aunque
esta escuela se descompuso en diversas
ramas que llevaron a algunos a distinguir
entre cireneos (seguidores de Arístipo),
hegesíacos (seguidores de Hegesías),
anicerios (seguidores de Aníceris) y
teodorios (seguidores de Teodoro, el Ateo).
3. Los cirenaicos se ocuparon fundamentalmente de cuestiones
de ética. En su opinión, el bien se identifica con el placer,
aunque éste debe entenderse también como placer espiritual.
La felicidad humana, según Aristipo, consiste en librarse de toda
inquietud, siendo la vía para lograrlo la autarquía.
En teoría del conocimiento, los cirenaicos defendieron una
posición sensualista (la única fuente de conocimiento son los
sentidos) y subjetivista (no hay más conocimiento que el
conocimiento individual).
Los seguidores de Aristipo prolongaron las enseñanzas de su
maestro hasta el período helenístico. Filósofos como Teodoro, el
Ateo, Hegesias, Aníceris, Antípatro de Cirene y Parebates
representaron una tendencia filosófica más que una "escuela"
propiamente dicha. Cicerón y otros autores nos cuentan que las
lecciones dadas por Hegesias en Alejandría fueron causa de
tantos suicidios que Ptolomeo I tuvo que prohibir su continuidad.
4. Discípulo señalado de Sócrates y predecesor de Epicuro,
fue el fundador de la escuela de Cirene o cirenaica. Para
ella, el casi único criterio de verdad se halla en las
emociones internas. Y en cuanto al origen del
conocimiento, debe buscárselo en la sensación.
En lo que concierne al supremo fin del hombre debe ser
considerado como la felicidad, fundamentalmente
nucleada en torno del placer. Se le tuvo como hombre
materialmente pudiente, con riquezas y fortuna que le
posibilitaban el ejercicio de una vida acorde con el tenor
de su filosofía. No admitiendo criterios diferenciales que
no fueran los del placer, en lo que respecta al bien y al
mal, buscaba únicamente los goces. Los datos
biográficos presuntamente conservados estiman que en
su casa arraigó su doctrina hedonista. Su hija, Areta de
Cirene, formó al nieto de Arístipo, en el marco de la
filosofía hedonista.
5. Hegesias es contado entre los alumnos de la escuela
cirenaica. Este pensador no debió de sentirse muy
satisfecho con el hedonismo cirenaico, pues los
placeres de esta vida le parecían pocos y mucho
menores que los dolores, y además muy difíciles de
conseguir a causa de la oposición de la fortuna y el
azar. Por ello destacaba las ventajas y beneficios de
la muerte y se le tuvo como inductor del suicidio. Esto
último, por algunos casos que se dieron a causa de
estas ponzoñosas enseñanzas, alarmó al rey
Ptolomeo I, quien le prohibió hablar de estas
cuestiones, prohibió sus libros, cerró su escuela y le
expulsó de la Alejandría donde enseñaba, como
refiere Cicerón, en Tusc. I, §34)
6. En torno a las divinidades griegas, Teodoro
descreyó de ellas, lo que, según Plutarco, le
acarreó bastantes problemas cuando
estuvo en Atenas; eso le valió ser llamado
Teodoro, el Ateo. Un discípulo suyo,
Evémero, explicaba que los dioses habían
sido en realidad hombres célebres
venerados a causa de sus virtudes y
contribuciones al bien general, por lo cual
habían sido recordados como dioses, aún
siendo mortales. A esta doctrina que
intentaba racionalizar los mitos se la llamó
Evemerismo.
7.
8. Al igual que las escuelas cínica, megárica y platónica fue fundada por un alumno de Sócrates, llamado Aristipo de
Cirene.
Su principal fundamento es la ética y se afirma que el bien es el placer espiritual, según Aristipo para conseguir la felicidad
hay que librarse de toda inquietud y así poder conseguir la autarquía.
Aristipo fundó esta escuela tras la muerte de su maestro, pero cobraba por enseñar su sabiduría, no como Sócrates.
Aristipo decía que no podía basarse en la Ciencia y en la razón como un ideal de vida, pero sí podía basarse en las
sensaciones, ya que son lo único seguro.
Siguiendo las sensaciones nos encontramos en busca del bien, este nos lleva al placer y el bien es el único medio para
poder juzgar y determinar los demás valores, pero para conseguir el placer es necesario ser prudente y sabio, pues si no se
tienen estas cualidades no nos podremos guiar hacia el placer y también hacer que algunos dolores causen placer.
Teniendo en cuenta los valores necesarios para conseguir el placer, Aristipo dice que no hay un mal peor que la
ignorancia y nos intenta explicar por qué las personas viven en sociedad si los placeres son individuales, argumentando
que los hombres viven en sociedad porque les produce placer relacionarse con el prójimo.
La Escuela Cirenaica se fundó en la ciudad de Cirene y se desarrolló entre los años 400 y 300 a.C. La escuela no sólo tiene
como bases las ideas de Sócrates, también tiene las del sofista Protágoras. De Sócrates heredaron la idea de que el
placer es el mayor bien, y de Protágoras que todo conocimiento es relativo. Los cirenaicos dictan que el hombre bueno es
el que busca el mayor placer y al mismo tiempo el mínimo dolor. Pero la cuestión que se plantea es qué es lo que los
cirenaicos piensan que es el placer, los primeros cirenaicos dividían los placeres en una jerarquía en la que los placeres
corporales se subordinaban a la naturaleza superior de los hombres. Otros cirenaicos mas tardíos afirmaron que el placer
es simplemente un estado sin sufrimiento y otros más posteriores lo simplificaron aun más y lo reemplazaron por un estado
de "jovialidad e indiferencia".