La ciudadanía digital tiene dos perspectivas: ampliar la democracia a través de las redes digitales y las normas para el uso adecuado de la tecnología. Ser un ciudadano digital significa hacer un uso eficiente de Internet, generar conocimiento en temas tecnológicos en la comunidad, y participar en la creación de una cultura de apropiación tecnológica. Los beneficios incluyen mayor confianza en el uso de Internet, conocimientos para usar servicios en línea, y mayores oportunidades laborales debido a las competencias digital