Las primeras civilizaciones importantes surgieron en las regiones fértiles de Mesopotamia y Egipto, junto a los ríos Tigris, Éufrates y Nilo. Ambas civilizaciones desarrollaron avanzadas matemáticas, astronomía y escritura, y construyeron imponentes obras arquitectónicas como las pirámides y los zigurats. Si bien tuvieron características culturales propias, compartieron la organización en ciudades-estado que con el tiempo dieron paso a grandes imperios.