Thomas Marshall dividió la ciudadanía en tres dimensiones: la ciudadanía civil, que incluye derechos como la libertad y la igualdad ante la ley; la ciudadanía política, que comprende derechos como el sufragio y ocupar cargos de gobierno; y la ciudadanía social, que reconoce el derecho a condiciones de vida dignas como trabajo, educación, vivienda y salud.