La corrosión seca ocurre cuando un metal es atacado por un gas a alta temperatura. Factores como la temperatura, presión del gas, pureza y estado de la superficie del metal afectan la velocidad de corrosión. Existen varios tipos de corrosión seca como la adsorción y formación de películas delgadas o gruesas. La corrosión puede controlarse mediante modificaciones al diseño, materiales o uso de protecciones como recubrimientos.