Un TPV permite a las empresas aceptar pagos con tarjeta de crédito o débito, optimizando la gestión comercial. Incluye software para crear inventarios y tickets de venta, y generar informes que mejoran la toma de decisiones. Las principales ventajas de un TPV son que su uso es sencillo, permite una gestión más cómoda y control del negocio en tiempo real, y dedicar más tiempo a los clientes para mejorar su satisfacción.