El documento ofrece consejos para comunicarse ante una audiencia. Recomienda adquirir seguridad en uno mismo a través de la preparación, pero también mostrar sencillez y no subestimar al público. Además, aconseja encajar la propia identidad y tener en cuenta aspectos como el porte, las virtudes personales y el lenguaje corporal. Finalmente, analiza las ventajas e inconvenientes de ser el primero o el último orador en una presentación.
Cómo comunicarse ante una audiencia de forma efectiva (máx
1. ¿Cómo comunicarse ante una Audiencia
LuisAlejandroVázquez Garcés |Taller de Liderazgo
Unidad 2
2. Adquirir la actitud es más favorable
para enfrentarse al auditorio, no es
posible si no te sientes bien
preparado. Si has desarrollado las
actividades de preparación a
conciencia y sabes que lo que le
contarás al público es interesante
Ya tienes el primer paso para acercarte al concepto fundamental: la
seguridad en ti mismo. Es una actitud que muchas personas utilizan
frecuentemente; en estos casos, los nervios se controlan y uno cree
que puede llevar a cabo cualquier actividad con éxito.
3. Ten en cuenta que los extremos sólo gustan a una
minoría y que mostrar un exceso de seguridad
puede dañar tu imagen. Se trata de que estés
tranquilo, no de que resultes pedante. Para
equilibrar la balanza concéntrate en el concepto de
sencillez. Acepta tus limitaciones y afróntalas, pero
no las anules del todo; no es preciso que te
convenzas de que eres ‘el mejor’ ni de que el
mundo gira a tu alrededor.
La sencillez también te ayudará a no subestimar al auditorio y a hablar con
dignidad. Nunca olvides que las personas que te escuchan y que te están
prestando atención, no tienen porqué soportar tus aires de grandeza.
4. Una vez tengas controladas estas dos
premisas, seguridad y sencillez, intenta
encajar en ellas tu propia identidad. No
reprimas tu talante natural; se trata de
que te comuniques, de que expreses y
transmitas tus conocimientos, nadie
espera que representes ningún papel.
5. 1) El sentido del humor y la sonrisa. Estas
armas deben ser utilizadas con moderación
puesto que puede parecer un tanto ridículo
un ponente que no deje de sonreír.
2) Que el ponente tenga un aspecto aseado
y respetable (esto no quiere decir que tenga que
ir vestido obligatoriamente con traje y corbata,
sino, simplemente, que su atuendo se
corresponda con la ocasión).
6. 3) Que se muestre afable, simpático y tolerante; pero, ojo, afable y
simpático no quiere decir lo mismo que dicharachero o impertinente.
4) La gracia innata y la elegancia. Nos guste o no reconocerlo, es cierto
que la gracia innata es un factor que se suele valorar positivamente
5) La relación que mantiene con su interlocutor. Sobre todo en el
momento de ‘ruegos y preguntas’ en el que se pretende generar el
debate, el ponente tiene que mantener una actitud tolerante y respetar
los turnos de palabra.
.
7. Es importante tu aspecto.
El porte.
Resaltar tus virtudes.
El ensayo.
Observa al auditorio.
El lenguaje corporal.
El sentido del humor.
Actitud cercana al oyente.
8. Ser el primero
Ventajas Inconvenientes
El público está fresco, con ganas de escuchar Si a la presentación del primer orador le siguen
actuaciones muy brillantes de otros conferenciantes,
es posible que su intervención quede .pacada-
Todos los temas están por estrenar. El primer orador
podrá realizar la presentación sin tener que alterar su
contenido. Tendrá la posibilidad además de abrir los
temas claves y en ocasiones situarse como ‘guía’ del
encuentro.
9. Ser el último
Ventajas Inconvenientes
Se considera el orador más importante. Si la organización
del evento es eficaz, habrá puesto en último lugar a un
orador muy preciado, para que la gente se quede hasta el
final.
La audiencia está cansada de escuchar y es posible que
muchas de las personas estén haciendo planes
mentalmente para después.
Es muy posible que los demás oradores ya hayan tocado los
temas que el último orador quería tocar, así que no le
queda más remedio que hacer una recapitulación.
10. Leer
Leer bien en público no es nada fácil si tenemos que tener en cuenta que nuestro objetivo no es que el público se adormile.
Nuestros objetivos Los problemas que plantea
Tenemos que mirar constantemente a los
espectadores (incluso a veces a los de la última fila)
Si tenemos que ir levantando la mirada es muy posible que perdamos de vista el
punto de lectura.
Tendríamos que modular la voz y leer con
naturalidad.
Leer con naturalidad sólo es posible si ensayamos. Caer en la sobreactuación o en
la monotonía es muy fácil.
Reaccionar ante imprevistos no suele ser fácil: si estamos leyendo y alguna cosa
nos interrumpe, tendríamos que ser capaces de enganchar el hilo de la
presentación de una forma espontánea.
Al preparar un discurso escrito tendemos a utilizar expresiones demasiado
formales que luego, al leerlas, resultan encorsetadas.
11. Hablar
Hablar a los espectadores es siempre lo más recomendable, aunque es peligroso. Sólo si somos oradores expertos podremos
desarrollar la presentación sin ningún tipo de papel escrito.
Nuestros objetivos Los problemas que plantea
Hablar con naturalidad. Si no tenemos un apoyo textual, podemos bloquearnos, ponernos nerviosos y hablar
tartamudeando, omitir partes importantes del discurso, utilizar muletillas...
Si nos hemos aprendido un discurso de memoria (previamente escrito) podemos caer en
el error de leer mentalmente y presentarnos ante los espectadores como una máquina
que habla.
Ofrecer un discurso ordenado y fluido Es conveniente que sólo queramos transmitir pocas ideas y procurar que queden bien
claras.Tratar ordenadamente muchos conceptos es muy difícil sin ningún apoyo textual.