Los esfuerzos para reducir la deserción escolar han dado resultados limitados debido a la falta de coordinación entre las instituciones educativas. La nueva reforma educativa basada en competencias representa un enfoque prometedor al enfocarse en que los estudiantes construyan su propio conocimiento a través de la solución de problemas. Sin embargo, se necesitan más recursos para capacitar a los maestros y mejorar la infraestructura educativa a fin de implementar con éxito esta reforma.