La ansiedad afecta a los niños desde edades tempranas. Se manifiesta de formas diferentes a los adultos como problemas de sueño, alimentación o comportamiento. Es importante que los padres aprendan a reconocer los estados de ansiedad en los niños para regularlos adecuadamente y prevenir problemas a futuro. La desatención de la ansiedad infantil puede tener consecuencias a largo plazo.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección crónica que afecta a millones de niños y a menudo continúa en la edad adulta. El TDAH incluye una combinación de problemas persistentes, tales como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo.
Los niños con TDAH también pueden tener dificultades con la baja autoestima, las relaciones problemáticas y el bajo rendimiento escolar. Los síntomas a veces disminuyen con la edad. Sin embargo, algunas personas nunca superan por completo sus síntomas de TDAH.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección crónica que afecta a millones de niños y a menudo continúa en la edad adulta. El TDAH incluye una combinación de problemas persistentes, tales como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo.
Los niños con TDAH también pueden tener dificultades con la baja autoestima, las relaciones problemáticas y el bajo rendimiento escolar. Los síntomas a veces disminuyen con la edad. Sin embargo, algunas personas nunca superan por completo sus síntomas de TDAH.
Estrés: es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso. El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda.
Los tics son el trastorno del movimiento más frecuente en la infancia. Se presentan en múltiples formas y son, en general, benignos. Habitualmente son transitorios y desaparecen solos, sin precisar medicación. Sin embargo, en ocasiones, pueden cronificarse y llegar a interferir en la actividad habitual del niño, repercutiendo en su dinámica familiar y escolar.
Miedo o ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo del individuo concerniente a su separación de aquellas personas por las que siente apego
Presentación sobre los trastornos de ansiedad en niños y adolescentes basados en la guía clínica del hospital psiquiátrico infantil de México y el DMS-V
La comorbilidad en el TDAH es una condición es muy frecuente. Conviene diferenciar entre comorbilidad y rasgos o síntomas asociados, aunque también a veces la comorbilidad es una consecuencia del propio TDAH
Estrés: es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso. El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda.
Los tics son el trastorno del movimiento más frecuente en la infancia. Se presentan en múltiples formas y son, en general, benignos. Habitualmente son transitorios y desaparecen solos, sin precisar medicación. Sin embargo, en ocasiones, pueden cronificarse y llegar a interferir en la actividad habitual del niño, repercutiendo en su dinámica familiar y escolar.
Miedo o ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo del individuo concerniente a su separación de aquellas personas por las que siente apego
Presentación sobre los trastornos de ansiedad en niños y adolescentes basados en la guía clínica del hospital psiquiátrico infantil de México y el DMS-V
La comorbilidad en el TDAH es una condición es muy frecuente. Conviene diferenciar entre comorbilidad y rasgos o síntomas asociados, aunque también a veces la comorbilidad es una consecuencia del propio TDAH
2. Al igual que los adultos tenemos estados de
ansiedad, los niños desde edades tempranas
también los pueden padecer. Sus formas de
expresar la ansiedad que sienten son diferentes
a las de los adultos. Estos estados de ansiedad en
los niños son frecuentemente confundidos con
otros síntomas y de este modo pasan
desapercibidos o se les atribuye significados
equívocos.
3. Cuando nuestros sentidos
perciben una amenaza, nuestro
cuerpo responde alertando al
cerebro. La amígdala
desencadena una serie de
modificaciones en las hormonas
y sustancias químicas cerebrales
que dan lugar a una serie de
cambios que constituyen el
correlato físico de la ansiedad.
Uno de los cambios importantes
que tiene lugar es el aumento de
una sustancia llamada
cortisol, una cantidad excesiva
de cortisol dificulta la
organización del recuerdo de un
trauma o de una experiencia
estresante.
4. Estados de ansiedad aguda en la madre gestante:
el aumento de adrenalina y cortisol en la sangre de la madre
llega al bebé atravesando la placenta.
No tener las necesidades básicas cubiertas por los
cuidadores, lo que genera sentimientos de indefensión e
impotencia en los niños.
Separaciones de los cuidadores o ausencia de la figura de
apego, lo que da lugar a sentimientos de desprotección y
peligro.
Gestos o actitudes amenazantes por parte de otras
personas, lo que genera miedo, preocupación y temor a ser
atacado o castigado.
Actitudes por parte de otras personas adultas o profesores
que generen vergüenza social o sentimiento de inferioridad.
Falta de atención o retracción de la atención por parte de los
cuidadores principales.
5. Espasmos de sollozos
Trastornos del sueño: insomnio, terrores nocturnos, pesadillas.
Problemas en la alimentación: pérdida de apetito, ingesta compulsiva de
alimentos, anorexia, bulimia, obesidad.
Trastorno por ansiedad de separación (ansiedad excesiva ante la separación de
la/s figuras de apego).
Impulsividad, inquietud, agresividad.
Tics, tos nerviosa, mareos, nauseas, vómitos, diarrea, urticarias.
Hiperquinésis (extrema hiperactividad, sus características principales son la
distractibilidad, la impulsividad y problemas de atención).
Torpeza o atolondramiento motriz.
Enuresis.
Dolores de crecimiento.
Retención o incontinencia fecal.
Pataletas y berrinches.
Balanceo, retorcimiento de dedos, Tricotilomanía (comportamiento recurrente
de arrancarse el pelo), mordisqueo de la ropa o labios, retorcimiento de dedos.
6. La ansiedad es una estado desagradable para las
personas, por tanto, se trata de evitar por cualquier
medio. La forma más común que tienen los infantes de
escaparse de las situaciones que les provocan ansiedad
es buscar la cercanía del adulto. Comportamientos de
apego excesivos pasados los 3-4 años, más o
menos, son un fuerte indicador de ansiedad. Cuando
está demanda de cercanía no es cubierta por el
adulto, la angustia va en aumento dando lugar a
síntomas más graves.
7. “La respuesta de ansiedad en los niños” los
niños varían en su temperamento, por lo que
habrá niños con temperamentos más
tendientes a la ansiedad que otros. Algunos
bebés nacerán con mayor capacidad para
calmarse y ser calmados por los adultos
cuando están ansiosos. También habrá niños
que manifiesten más claramente los signos de
ansiedad, mientras que otros a pesar de estar
ansiosos no los manifiestan externamente.
8. Los niños experimentan diferentes
sensaciones, no saben ni entienden lo que les
ocurre. Necesitan la ayuda del adulto para
darse cuenta de que lo que les pasa es que
están ansiosos y para aprender a auto-
regularse. Es importante que los padres o
cuidadores principales aprendan a detectar
y recocer estos estados ansiosos desde
edades tempranas, para así poder regular y
contener adecuadamente al niño. La
desregulación emocional de los infantes
puede tener consecuencias de por vida, por
lo que cuando los adultos tienen
dificultades a la hora de regular la ansiedad
del niño o detectan alguna manifestación de
ansiedad, es importante que acudan a un
profesional. Tratar la ansiedad de los niños
a edades tempranas evitará patologías más
graves al crecer.
9. Cuando un niño está ansioso, sus facultades mentales
(percepción, pensamiento y memoria) se ven comprometidas, ya
que el organismo pone toda su energía en disminuir los niveles de
ansiedad. Estos episodios comúnmente cursan con falta de
concentración, distracción, olvido, etc., dando lugar a problemas
de aprendizaje y por tanto a una disminución del rendimiento
escolar. Por este motivo una gran cantidad de niños con
trastornos de ansiedad son diagnosticados erróneamente como
Trastornos de atención con o sin hiperactividad. Y por
tanto, medicados con fármacos con graves efectos secundarios
en lugar de tratar las causas que generan la ansiedad.
10. Las técnicas terapéuticas más utilizadas son las mismas
que las que se usan en el tratamiento de los adultos.
Más que en aspectos conceptuales, las diferencias
radican en la adaptación del procedimiento a la edad y a
las características del niño. Las técnicas más
frecuentes son las siguientes:
Técnicas de exposición
Relajación
Técnicas de modelado
Práctica reforzada
Escenificaciones emotivas
Técnicas cognitivas como la terapia racional emotiva
Tratamientos psicofarmacológicos
11. La ansiedad si le puede dar a los niños, ya que es
un problema Psicológico, que no discrimina en
edad, ni sexo; la ansiedad afecta a los niños, ya
que ellos también tienen problemas, ya sean en el
colegio, o con son sus padres o aunque se crea
que son sin importancia sus amigos que pueden
afectar mucho a los niños, es por eso que no hay
que desapercibir esta estado, ya que puede llegar
incluso a la depresión en los niños, es por eso que
es muy importante que el niño se sienta apoyado
por sus padres, que ellos confíen en estos, y
hablar con ellos si están afligidos por alguna
situación para buscar ayuda profesional y tratar
el problema.