El documento describe los constructos éticos fundamentales para el cuidado de seres humanos. Estos incluyen la compasión, la confidencialidad, la confianza y la conciencia. La compasión, definida como percibir el sufrimiento ajeno como propio, es la virtud más importante para el cuidado y existe en dos formas: estática o dinámica. La dinámica es la auténtica compasión y se traduce en acción solidaria.