El consumo excesivo de productos cárnicos puede tener consecuencias negativas para la salud como aumentar el riesgo de cáncer de mama, colon y gastrointestinal. Esto se debe a que durante la cocción de las carnes se producen sustancias como cuerpos nitrosos, aminas heterocíclicas e hidrocarburos aromáticos que son cancerígenos. Además, el alto contenido de grasas saturadas y colesterol en las carnes también se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer cáncer.