La crisis económica de finales de los 70's y principios de los 80's afectó a Costa Rica debido al aumento en los precios del petróleo, la deuda externa y la pérdida de mercados. Esto llevó al quiebre de empresas, desempleo, problemas sociales e inflación. Para salir de la crisis, el gobierno aumentó impuestos como el de ventas y las tarifas de servicios públicos, haciendo que las clases más pobres pagaran el costo de la recuperación.