Contar cuentos a los niños tiene múltiples beneficios: estimula su lenguaje, imaginación e inteligencia; les permite comprender mejor el mundo a través de las historias; y crea un vínculo afectivo entre los niños y quien les cuenta los cuentos. Además, los cuentos despiertan el interés de los niños por la lectura ya que los acercan al lenguaje escrito de una manera entretenida.