Padre Damián murió leproso el 15 de abril de 1889 después de dedicar 16 años de su vida a cuidar a los leprosos en la isla de Molokai en Hawái. A pesar de saber que eventualmente contraería la lepra, el Padre Damián eligió permanecer con los leprosos para brindarles consuelo espiritual y cuidados médicos. Antes de morir, el capitán que lo había traído a Molokai años antes vino a confesarse con él, mostrando el impacto positivo que tuvo el Padre Damián en otros