El documento argumenta que es importante dar voz al profesorado compartiendo sus experiencias prácticas de enseñanza. Actualmente, los profesores suelen trabajar aislados y sus voces no son escuchadas. Al compartir detalles de su práctica cotidiana y narrar sus vivencias, pueden romper este aislamiento y ayudarse mutuamente a entender mejor la enseñanza. Esto también puede favorecer que sus ideas sean tenidas en cuenta en lugar de que siempre hablen de la educación desde fuera de las aulas.