El documento define el desarrollo biopsicosocial como la capacidad de un niño de comprender los sentimientos de los demás, controlar sus propios sentimientos y comportamientos, y relacionarse bien con otras personas. Explica que este desarrollo se da a través de la adquisición de habilidades socioemocionales fundamentales y que se inicia en la infancia, desarrollándose cada habilidad a su propio ritmo y apoyándose unas en otras.