Este documento resume el estado actual de la educación superior en la República Dominicana. Explica que el sistema educativo dominicano se rige por la Ley 67-97 de 1997 y cubre la educación preescolar, básica, secundaria y superior. La educación superior ha crecido significativamente en las últimas décadas, con un aumento en el número de instituciones de 1 a 35 y el número de estudiantes de menos de 3,000 a más de 176,000. Sin embargo, la deserción y repetición son problemas frecuentes debido a factores socioeconómic
Diagnostico de la educacion superior en la republica dominicana
1. Profesor: Carlos G. Pérez, MA
En este ensayo apreciaremos un diagnóstico relevante de la educación superior en la republica dominicana
lo cual servirá de reflexión para el lector cuya finalidad es dar conocer las propuestas curriculares, su
trayectoria y actualización.
El sistema educativo de la republica dominicana fue regulado a través de la ley no. 67-97 del 15 de abril
del año 1997 la cual modifica la ley del 1951. De ahí que se presenta cuales aspectos del sistema educativo
cubre: preescolar, inicial o básica, media o secundaria, educación superior, a) Institutos de Estudios
Superiores / Nivel Técnico Superior b) Universidades: Pregrado, Grado y Postgrado.
Haciendo una breve reseña histórica de la Educación Superior en la Republica Dominicana podemos
abogar que ha venido evolucionando en las últimas cuatro décadas. Ya que menos de 3,000 estudiantes y
una sola institución de educación superior hasta el inicio de la década de los años 60, al 1986 era la cual
contábamos y también con 26 instituciones educativas de este nivel y con una matrícula de más de 124,000
estudiantes. Se logró elevar la matricula hasta finales del año 1997 a un volumen de 176,953 estudiantes
y unas 35 instituciones de educación superior, entre ellas 28 categorizadas como universidades y 7
institutos de estudios superiores. Ante todo esto el país solo contaba en el año 1960 con la Universidad de
Santo Domingo la cual conocemos actualmente como la Universidad Autónoma de Santo Domingo
(UASD), esta fue la única institución de su género en todo el Continente Americano. La misma emitida
por el Papa Paulo III el 28 de Octubre del año 1538.
En otro particular destacamos las características de la educación superior en República Dominicana siendo
estas de flexible acceso y equitativa.
2. En cuanto a la deserción y repitencia en los estudiantes son flagelos que ocurren con frecuencia en los
jóvenes a partir de los 15-18años en adelante lo cual están vigente todavía debido al nivel socioeconómico
y la falta valores en las comunidades.
Sobre la Pertinencia y Calidad surgen a través de un consenso considerando la pertenencia de la educación
superior que esta asume en atención a las demandas actuales y futuras de la sociedad misma.
Las universidades están estrechamente vinculadas con los sectores productivos a pesar que la mayoría de
las universidades de este país son privadas por lo tanto están dirigidas por organismos colegiados en donde
participan diversos profesionales del ejercicio privado, religioso, empresarios y académicos.
La demanda efectiva que han tenido las diferentes universidades en el año 1997, las cuales cursaban
alrededor de 177 mil alumnos/as. Esta realidad dio paso a que surgiera una tasa de crecimiento en la
matriculación del grupo en edad de 18.5 %.
Los estudiantes que se salen del rango de edades, es decir, menores de 18 años o mayores de 24, lo que
pudiera estar sobrevaluando la cobertura. Pero, en contraste, tampoco considera el hecho de que muchos,
que sí han sido cubiertos por el sistema, ya han egresado a la edad de 24 años. Por ejemplo, en las
universidades privadas de mayor prestigio (que no necesariamente son las más grandes en términos de
población estudiantil), es común que los alumnos salgan graduados a los 22 años. Por el contrario, en la
Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), una alta proporción de los alumnos superan los 30
años.
3. En cuanto al financiamiento público de la educación superior de todas las funciones sociales del gobierno,
la que mayor atención ha concitado entre la sociedad. Sabiendo que en los últimos años ha atravesado
situaciones muy críticas. Esto ha posibilitado que, después de 1991, año en que el sistema educativo
dominicano prácticamente colapsó, se hayan venido impulsando importantes mejorías y la política
presupuestaria haya asignado montos crecientes de recursos a esta función.
En cuanto a la Viabilidad de elevar el financiamiento de la educación superior no hay dudas de que al
interior de las universidades existen sectores interesados seriamente en comenzar a replantearse el camino
seguido. El hecho mismo de que un grupo amplio de académicos se haya propuesto promover una
legislación moderna para la educación superior, es motivo para albergar cierto optimismo. Pero hay que
crear un gran movimiento que destaque la importancia del tema y promueva cambios de conductas en
favor de reformas efectivas que, al mejorar el sistema, justifiquen un esfuerzo fiscal como el que demandan
los requerimientos del desarrollo.
(Gómez, 2003, p. 18) destaco el interés que la sociedad le asigna a la Educación Superior, en la mayoría
de las investigaciones se define por el porcentaje que el Estado destina a esta actividad educativa, lo que
supone darle al sector público, en principio, un rol preponderante. El porcentaje del gasto que se destina
a la Educación Superior sólo se refiere al gasto que realiza el Estado (gasto público), por lo que no se
incluye el gasto privado en educación, que en muchos casos supera las asignaciones públicas, sobre todo
en este nivel de educación, que no es obligatorio. En principio, se podría concluir que dada la importancia,
en términos numéricos, de la matrícula en instituciones públicas (46.1% del total de matriculados en este
4. nivel), el gasto público debería representar un porcentaje similar y constituirse en una fuente determinante
de financiamiento para las Instituciones de Educación Superior en República Dominicana. Sin embargo,
la importancia relativa de estas instituciones privadas y lo reducido de las asignaciones públicas que ellas
reciben, es una muestra de que el financiamiento privado tiene cierta significación.
En modo de conclusión, en medio de las limitaciones presupuestarias en que se mueve el Estado
Dominicano, debe aceptarse que es prácticamente imposible desarrollar un sistema de educación superior
de amplia cobertura si no se cuenta con una clara, decisiva y abierta participación de la familia y las
empresas en el financiamiento. Sólo con el recurso público, siempre será limitado el número de estudiantes
que accederán a una educación superior de calidad.
Se finaliza este ensayo ilustrando los diversos desafíos y metas de la educación superior dominicana;
Incrementar la calidad y el nivel de formación de los graduados, solucionar el bajo rendimiento académico,
renovar los mecanismos de admisión y de vinculación con el nivel medio diseñar y utilizar un sistema de
información para la educación superior diversificación de la asignación de los recursos estatales.
Fortalecimiento de la vinculación con el sector productivo y la sociedad. Aplicar una normativa común
para el nivel superior.
Las grandes metas son regir políticas universitarias dirigidas a establecer y desarrollar la reforma del
sistema de educación la cual es la meta principal dentro del sistema de educación superior de nuestro país.