Reporte de lectura educación superior en méxico, avances, rezagos y retos
1. Reporte de Lectura
Reforma Educativa
Ximena Hernández López (nº 15)
Sábado 31 Marzo de 2012
La educación superior en México: avances, rezagos y retos
Rodolfo Tuirán
A lo largo de las ultimas décadas la educación superior en el mundo ha pasado por una
serie de transformaciones, producto del constante dinamismo del contexto económico,
político y social. Si bien la educación permite formar personas competentes, analíticas y
capaces para enfrentar los retos de una sociedad cada vez mas desafiante, a su vez, el
sistema educativo sentará las bases que perfilen el rumbo del país en su futuro desarrollo
como una economía próspera basada en el conocimiento e incubadora de una sociedad
competitiva.
La educación superior al ejercer un papel estratégico en el desarrollo económico y social
se enfrenta con una serie de retos de distinta índole: cobertura, equidad, calidad y
pertinencia; retos que requieren de la atención de ya no solo un poder ejecutivo o un
legislativo, sino de todo un sistema que conforma el aparato educativo.
El primer reto, correspondiente a la cobertura es abordado de dos maneras, la primera,
lograr ampliar el número de estudiantes matriculados en la educación superior y la
segunda es lograr la desconcentración de oportunidades educativas, pues prevalecen
marcadas desigualdades territoriales y por entidad federativa, brechas en la cobertura que
son un reflejo de las desigualdades económicas regionales. Gracias a la implementación
de diversas medidas tales como la creación de programas de desarrollo, otorgamiento de
becas, ampliación de la oferta, creación y ampliación de instituciones de educación
superior y mejora de infraestructura se logró ampliar la cobertura de matrículas en el nivel
superior a más del 30 por ciento de jóvenes entre 19 y 23 años, mientras que la cobertura
escolarizada se situó alrededor del 28 por ciento, logrando de manera anticipada la
cobertura total establecida por el Plan Nacional de Desarrollo para el 2012.
Sin embargo, a pesar de las medidas implementadas, la cobertura actual no es suficiente
para lograr el grado de desarrollo deseado en el país. En comparación con países como
Argentina (68% de cobertura), Uruguay (65%) y Chile (55%), México (30%) se encuentra
todavía muy rezagado, por lo que es de gran necesidad establecer metas mas ambiciosas y
redoblar los esfuerzos para lograr estar entre los alcances deseados.
La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior se ha fijado
la meta de elevar la cobertura de la educación superior a 48 por ciento en 2020, es decir,
alrededor de 1 millón 700 mil jóvenes adicionales a la matrícula actual que a su vez
2. requeriría de un presupuesto sostenido de entre 6 y 7 mil millones de pesos adicionales al
año. Sin embargo, el reto no debe terminar solo en lograr una alta cobertura, sino evitar
además que se caiga en un exceso de oferta educativa de baja calidad, por lo cual será
necesario revisar las capacidades de las instituciones de educación superior para formar
adecuadamente a los miles de profesores y académicos que supondrá el rápido aumento
de la matrícula. Además, se deben fortalecer los sistemas de apoyos económicos y
académicos para favorecer de manera creciente el acceso y permanencia de los
estudiantes provenientes de familias de escasos recursos. Y por último, las instituciones
educativas se verán obligadas a revisar sus formas de organización, gestión y
administración e instrumentar los cambios que sean necesarios para que sean cada vez
más eficientes.
A pesar de que se otorgaron poco más de 387 mil becas para la educación superior en el
ciclo 2009-2010, en el segundo reto correspondiente a equidad, podemos percatarnos de
que el acceso a la educación superior no está disponible aún para todos. La inequidad
genera un círculo vicioso, pues debido al rezago educativo o al abandono temprano de la
escuela, se conlleva a caer en situaciones laborales precarias, de baja productividad e
ingreso real insuficiente para escapar de la pobreza.
Por lo tanto, es de gran urgencia poner en práctica los planes de desarrollo así como
fortalecerlos con el fin de remover las barreras de pobreza que obstaculizan el acceso a la
educación de las clases más desfavorecidas; el origen social no debe determinar el destino
educativo, laboral o social de los jóvenes. Gracias al fortalecimiento de medidas dedicadas
al combate de la pobreza, las oportunidades de acceso a la educación superior para las
familias de escasos recursos se han incrementado, pues casi 20 por ciento de los jóvenes
provenientes de hogares de bajos ingresos estudia una carrera profesional, cuando en
2004 la cifra apenas superaba 13 por ciento. Sin embargo, el anterior sigue siendo un
porcentaje muy bajo y se encuentra muy alejado de los indicadores deseados, lo cual
conduce a nuestro sistema educativo a un nuevo desafío que tenemos que ser capaces de
superar.
Una oferta educativa eficiente es también un aspecto indispensable para conducir a la
formación de una sociedad del conocimiento competitiva a nivel internacional, lo cual nos
lleva a desarrollar el tercer punto, la calidad. Los indicadores internacionales señalan que
la calidad de la educación en México dista mucho de ser competitiva con la de otros
países. Desde hace casi una década se han venido desarrollando planes de mejorar la
calidad de los servicios educativos en nuestro país, planes reflejados a través de
programas de fortalecimiento institucional, de profesionalización del personal académico,
de formación y fortalecimiento de cuerpos académicos y la integración de redes de
investigación. Los esfuerzos dedicados a mejorar los niveles de calidad en nuestro país
tienen que ir en aumento. Las mejoras se van dando de manera paulatina, pues la
ampliación de las oportunidades educativas con estándares adecuados de calidad en las
instituciones públicas está contribuyendo a absorber parte de la demanda que antes era
atendida por un circuito formado por instituciones particulares de baja calidad.
3. Otras iniciativas más se sustentan en la difusión y adopción de prácticas y mecanismos de
aseguramiento de la calidad, las cuales aprovechan la función pedagógica de la evaluación
para incidir de manera permanente en la superación del personal académico, en el
mejoramiento de los programas y en el aprendizaje y desempeño de los estudiantes, entre
otros. La eficiencia de las iniciativas enfocadas a la mejora de la calidad en la educación
solo se logrará en la medida en que se fomente el arraigo de una cultura de la evaluación,
a alinear y armonizar funciones, propósitos y marcos de referencia de los organismos
responsables de las tareas de evaluación y acreditación, y a instrumentar nuevos y más
sólidos mecanismos de coordinación.
Finalmente encontramos el reto de pertinencia, el cual básicamente se reduce a la
importancia de ofrecer entre los futuros profesionistas las opciones mas viables para que
al tiempo que egresen puedan lograr la ocupación y pasar a formar parte del sector
laboral.
Diversos fenómenos de carácter cultural, económico, político y social han contribuido a
generar desequilibrios estructurales en la composición de la matrícula del nivel superior.
Como es sabido, ésta se ha concentrado sobre todo en los programas del área de ciencias
sociales y administrativas y en algunas carreras de corte tradicional como Derecho,
Contabilidad y Administración. Esta situación se ha venido traduciendo, entre otros
problemas, en altas tasas de desocupación y subocupación de profesionistas. Para
continuar elevando la pertinencia de la educación superior, es preciso multiplicar los
vínculos entre las universidades y los sectores productivo y social fortalecer los
mecanismos de regulación y planeación de la oferta educativa, sobre todo en el ámbito
estatal, y poner al alcance de los estudiantes información relevante y herramientas útiles
para que puedan tomar la mejor decisión sobre qué y dónde estudiar, entre otras muchas
tareas.
Para lograr una transformación que resulte de manera ventajosa en el sistema de
educación superior es necesario que se le reconozca su verdadera importancia y se
convierta en una prioridad crear los medios necesarios que fortalezcan y mejoren los
cuatro aspectos anteriormente desarrollados, en aras de llevar a un progreso integral de
nuestro país. Por otro lado, el mejoramiento del sistema de educación superior, es una
responsabilidad que debe ser compartida entre todos los actores afectados: autoridades
educativas, cuerpo docente y la sociedad misma, esto con el fin de que cualquier proyecto
nacional de mejora de la ES se logre de manera natural, eficiente y corresponsable puesto
que afecta a todos; una especie de contrato educacional, como señala Rodolfo Tuirán, que
establezca las responsabilidades, compromisos, esfuerzos y condiciones de todas las
partes para lograr una mejora real con la participación de todos.
“Un barco parece ser un objeto cuyo fin es navegar; pero su fin no es navegar, sino llegar a
un puerto”. Fernando Pessoa